La temporada 2020 de Fórmula 1 cambia por fin de escenario. Tras arrancar la acción con dos semanas consecutivas en los bosques austríacos, el Gran Circo se ha desplazado sin casi descanso al Hungaroring para la disputa del Gran Premio de Hungría, una carrera prevista inicialmente para el 2 de agosto, pero que fue adelantada al 19 de julio, intercambiando fechas con Silverstone para permitir que el trazado británico albergase los dos eventos a los que se comprometió con la FOM. Siendo habitualmente la última carrera antes de las vacaciones veraniegas, este año adquiere un estatus diferente, con una temporada aún por perfilar del todo.
De los entrenamientos libres, el gran aliciente estará en comprobar hasta donde llevan las actualizaciones de Maranello al Ferrari SF1000, que en el Red Bull Ring apenas demostró ser un coche de zona media por ritmo y sensaciones. Tras el fiasco de la primera vuelta del GP de Estiria, obtener puntos y lavar algo de imagen será primordial, en especial en lo que se espera que sea otro paseo de Mercedes con la oposición, más o menos lejana, de Red Bull. Con el calor por bandera, el duelo por ser el tercer mejor equipo entre McLaren, Racing Point, Renault y la mencionada Ferrari seguirá al alza, con Carlos Sainz buscando aprovechar las oportunidades.