Este primer fin de semana de diciembre, la Fórmula 1 batirá un récord cuya existencia data de 1974, una circunstancia poco común. Aquel año, Niki Lauda logró la pole position para el Gran Premio de Francia en 58 segundos y 79 décimas en el trazado corto de Dijon-Prenois, que es a día de hoy la vuelta más corta completada en un fin de semana de Gran Premio. Ese registro caerá durante la disputa del Gran Premio de Sakhir, la segunda carrera de la temporada en el Bahrain International Circuit, y la primera de la historia en la variante perimetral del trazado de Sakhir, de poco más de 3.5 kilómetros de longitud.
Uniendo la segunda y la última recta con parte de la sección del trazado de resistencia, el veloz circuito será completado con vueltas inferiores a los 55 segundos, poniendo el foco en la efectividad en la velocidad punta, las tres fuertes frenadas, y en el manejo del coche en la bacheada sección intermedia. A partir de ahí, todo es una incógnita en una parrilla con tres novedades esenciales: George Russell sustituye al campeón Lewis Hamilton en Mercedes por su positivo en COVID-19, Jack Aitken cubre la vacante de Russell en Williams, y Pietro Fittipaldi reemplaza al convaleciente Romain Grosjean, presente en el paddock.