Ante nosotros, la segunda cita con la competición reina del automovilismo, que termina su mini-gira árabe de inicio de temporada en Arabia Saudí y el complejo trazado urbano de Jeddah. Con casi 6.2 kilómetros de longitud, este pseudo-urbano es uno de los circuitos más peculiares del campeonato, en especial por sus curvas de altísima velocidad con muy poco margen para el error, pero también por las guerras de DRS entre competidores que este año podrían verse alteradas con el cambio de la zona de detección hacia la última curva.
La narrativa del fin de semana, que anticipaba un plácido trayecto de Max Verstappen hacia su segunda victoria, se ha visto totalmente afectado por la avería mecánica que sufrió en la Q2 de la sesión clasificatoria, y que le ha relegado a arrancar el evento desde la 15ª posición. Con menos margen de maniobra para adelantar que en la espectacular remontada que firmó el año pasado en Bélgica desde la misma posición, el neerlandés tendrá que poner toda la carne del RB19 en el asador, algo que muchos temen que no ha ocurrido todavía.
Pérez, a la caza del triunfo si Alonso lo permite
Por tanto, la iniciativa en parrilla estará en manos de su compañero Sergio Pérez, que repitió la pole del año pasado y buscará vengar esta vez la derrota sufrida en aquella edición a costa de un desafortunado Safety Car. Tiene el coche para separarse del resto, y solo un mal planteamiento podría alejarle de un triunfo que parece casi una certeza... si es que Aston Martin no se saca algo de la chistera con el mago de Oviedo, un Fernando Alonso más hambriento que nunca.
Con una primera línea facilitada por las circunstancias de Verstappen y Charles Leclerc (duodécimo en parrilla por la primera sanción de componentes extra del año), el piloto español fía sus opciones a una buena salida y a que la fortuna acompañe con las estrategias y el desgaste durante el resto de la prueba. El punto fuerte de Aston Martin radica en ese ritmo de carrera que no se pudo explotar en Bahréin por un mal arranque, y no tener coches más lentos delante será clave para no ponerlo a prueba.
La visión de su alerón trasero será perfecta para Carlos Sainz, quien arrancará en cuarta posición pese a una clasificación poco decorosa. Influyó en parte el inadvertido bloqueo que sufrió al inicio de una de sus vueltas por George Russell, quien conservó la tercera posición sin ser sancionado, y que intentará dar un golpe de efecto con su Mercedes, toda vez que su cada vez más desencantado compañero Lewis Hamilton tendrá que partir desde el séptimo lugar. Entre medias estará Lance Stroll, con ambiciones de otro buen resultado, y un Esteban Ocon dispuesto a consolidar las buenas sensaciones de Alpine en este Gran Premio.