Desde su retorno al campeonato en 2014, el Gran Premio de Austria se ha convertido en un evento de gran relevancia a nivel deportivo para la Fórmula 1, amparado en carreras interesantes y de trascendencia para el desarrollo de los campeonatos. En esta ocasión, y tras la segunda carrera sprint de la temporada, el evento presenta un ángulo interesante en los cuatro primeros puestos, los cuales son idénticos a la clasificación del viernes.
Max Verstappen fue capaz de defender su pole sin excesivos apuros el sábado, y tendrá que aguantar un segundo round de ataques por parte de los coches de Ferrari, que ya tuvieron un interesante duelo al gato y al ratón. Charles Leclerc tendrá la iniciativa en primera instancia si no termina superado por un Carlos Sainz que ayer lanzó un claro aviso de que no piensa levantar el pie ante su compañero, del que apenas le separan una docena de puntos. Eso sí, si ambos se descuidan, George Russell podría aprovechar la coyuntura para superarles.
Habiendo recuperado ayer casi todo lo perdido por su sanción de la Q2, Sergio Pérez partirá en quinto lugar y con claras opciones a un podio. Comparte fila con un Esteban Ocon que espera no tener que sufrir de nuevo una rotura mecánica como la que tuvo al final de la carrera sprint. Justo antes de empezar aquella, la sufrió Fernando Alonso a nivel eléctrico, y le dejó sin tan siquiera comenzar, convirtiendo en nada su séptima posición. Ahora, desde la última fila, tendrá la difícil tarea de avanzar entre los trenes de rebufo para volver a la zona de puntos.
Justo por detrás, Lewis Hamilton tendrá también una segunda ronda de duelo con los Haas, intentando resarcirse de su mala salida de ayer, y los pilotos de McLaren tienen ante sí el reto de colarse en la zona de puntos, que defenderá Valtteri Bottas al inicio del evento. Tendrá para ello tres zonas de DRS, todas consecutivas, en la que las oportunidades no faltarán.