Si los fans no habían tenido suficiente con la experiencia urbana de Mónaco, la Fórmula 1 les proporciona ahora un entorno un poco más acorde a los tiempos modernos, pero sin perder el sentido del urbanismo que tanto se habría apreciado en la España de los 2000. El circuito urbano de Bakú acoge el quinto Gran Premio de Azerbaiyán y su sexta carrera de Fórmula 1, tras su debut en 2016 como GP de Europa y su ausencia pandémica en 2020, y lo hace con una parrilla la mar de interesante que promete una carrera llena de acción frenética.
Al frente de todo se sitúa Charles Leclerc, tras convertir otra vuelta demencial en una pole position, la quinta de la temporada en solo siete carreras y la tercera consecutiva. Pese a todo, el monegasco no ha convertido en victoria las tres poles anteriores, un motivo por el que buscará por todos los medios hacerse con su primer triunfo en las calles azerís y atacar de nuevo el liderato de Max Verstappen. Por segundo finde seguido, el neerlandés vuelve a estar algo por debajo de lo esperado, y sus problemas recurrentes de DRS hacen que su tercera posición no sea nada con lo que confiarse en esta pista.
Sergio Pérez, vigente ganador... ¿y futuro líder?
Entre medias de los dos protagonistas se encuentra un Sergio Pérez que quiere reclamar su estatus como tercera pata en la discusión mundialista. El piloto mexicano, a solo 10 puntos del liderato tras su victoria en Mónaco, acumula ya nueve sesiones consecutivas en las que termina por delante de Verstappen y defiende victoria en este trazado. De conseguirla, o de rascar puntos a sus oponentes, su situación de cara a la pelea por el campeonato sería ya una realidad indudable a la que Red Bull tendrá que enfrentarse sin statu quo entre sus pilotos.
Sainz, necesitado de un golpe de efecto
Otra decepción a la hora de la verdad convirtió una posible pole de Carlos Sainz en un cuarto puesto en parrilla, algo que el madrileño necesitará olvidar lo antes posible si quiere obtener buenos puntos en esta parrilla. El caos podría jugar en su favor, aunque la experiencia reciente indique lo contrario. Fernando Alonso esperaba estar cerca de estos pilotos, pero su Q3 no fue muy decorosa, y el español deberá emplear toda la velocidad punta de su Alpine para escalar desde el 10º lugar, en un trazado en el que ya ha mostrado habilidad para recuperarse de situaciones insospechadas.
Bakú es un circuito largo que ofrece oportunidades de adelantamiento en su gigantesca recta mediante el DRS, pero que también penaliza cualquier mínimo error en casi todas sus curvas, en especial en aquellas donde el límite de pista es el muro. En el pasado se han alternado carreras estiradas de poca acción con eventos más dinámicos bañados en accidentes e interrupciones de coches de seguridad, una eventualidad que podría deparar otro ganador sorpresa. No es raro encontrar sospechosos poco habituales en el podio en esta pista...