Con una asistencia total durante el fin de semana que promete superar los 300.000 espectadores, el Gran Premio de España cuenta con una gran anticipación que viene acompañada, además, de la presencia de un piloto español en primera linea. No es el que esperaban la mayoría de los congregados al Circuit de Barcelona-Catalunya, pero Carlos Sainz gozará de su mejor posición de salida de la temporada en busca del que podría ser su primer podio de 2023 al volante de su Ferrari.
Aspirar a más parece harto complicado con la presencia inapelable de Max Verstappen en la pole position, siendo la combinación con su Red Bull un tandem aparentemente inapelable a todos los niveles. Solo la incertidumbre meteorológica, con la posible aparición de la lluvia antes del inicio de la prueba, o una rotura mecánica que aún no se ha dado en el coche #1 podría cambiar esta narrativa. Llegado el caso, habrá muchos competidores en busca de aprovechar la coyuntura.
Fernando Alonso, en pos de la remontada
Los principales oponentes de Sainz en la salida serán el británico Lando Norris, en la mejor posición de salida de McLaren de todo el año en tercer lugar, y un Lewis Hamilton cuyo nuevo concepto de Mercedes parece haber ofrecido un rendimiento óptimo en clasificación que espera poder replicar en carrera. Desde más atrás saldrá Fernando Alonso, que tendrá que remontar desde el octavo puesto tras el error en Q1 que dañó considerablemente su fondo plano. El reto será volver a encaramarse al podio, una labor titánica en Montmeló.
La primera bala de Aston Martin en parrilla, por tanto, será Lance Stroll, en busca de reivindicarse desde el quinto puesto, por delante de dos pilotos en disposición de sorprender como Esteban Ocon y Nico Hülkenberg. Todos ellos, al igual que Oscar Piastri, se vieron beneficiados por la doble sanción a Pierre Gasly, que vio como su cuarta posición del sábado se convertía en un décimo lugar para la parrilla del domingo por dos obstaculizaciones durante la Q1.
Más velocidad, más riesgo
La extraña clasificación del sábado dejó coches muy veloces en posiciones retrasadas, lo que podría animar el espectáculo. Sergio Pérez y George Russell comparten la sexta fila, mientras que Charles Leclerc partirá desde el pit lane tras haber clasificado penúltimo, después de reemplazar múltiples cambios de componentes con los que Ferrari espera poder solucionar los problemas que sufrió en la parte trasera del coche.
La cita de este año debería ser más rápida que en otros años, a raíz de la recuperación de la penúltima curva original, un viraje mucho más veloz que crea a su vez una curva final más comprometida, y que ni siquiera los Red Bull han llegado a hacer a fondo. Los errores se pagaron muy caro el sábado, y la ausencia de rodaje este invierno en Montmeló puede crear una carrera más agitada que otros años. Si es así, veremos si suena otro himno que no sea el neerlandés y el austríaco...