Con el título de pilotos ya decidido a favor de un Max Verstappen que aún aspira a igualar o incluso superar el récord de 13 victorias en una temporada que actualmente mantienen Michael Schumacher y Sebastian Vettel (éste último con una carrera más en dicha temporada que el 'Kaiser'), Red Bull tiene todo de cara para cerrar el campeonato de constructores a su favor con prácticamente cualquiera de los resultados que ha cosechado hasta la fecha en 2022.
La consecución y celebración de este honor sería una buena forma de homenajear a un recientemente fallecido Dietrich Mateschitz: el artífice de uno de los mayores patrocinios de la historia del automovilismo, fundador de Red Bull allá por 1984, nos dejó a los 78 años tras perder la batalla contra una larga y grave enfermedad.
Sanciones a mansalva
Como no podía ser de otra forma, el número de pilotos penalizados en Austin por cambios relativos a sus respectivas unidades de potencia o cajas de cambio es elevado. A estas alturas del campeonato, y tal y como ha ocurrido ya en años anteriores, las mecánicas de los monoplazas llegan al límite de sus capacidades, con multitud de kilómetros a cuestas, por lo que no les queda otra para afrontar el tramo final con garantías.
Así las cosas, Pérez, Zhou, Alonso y Tsunoda verán retrasada la posición de salida que obtuvieron el sábado en la clasificación en 5 puestos, mientras que la sanción de Leclerc será el doble de grave, obligado a salir desde la 12º posición por abordar aún más cambios que sus rivales en su unidad de potencia.
Por su parte, Esteban Ocon será el único que arrancará desde el pit lane después de que Alpine decidiese romper el parque cerrado en la madrugada del sábado al domingo para equipar al #31 con un propulsor prácticamente nuevo en su totalidad. Su 18º posición en clasificación, un resultado bastante pobre de acuerdo con sus expectativas, ha sido el empujón que necesitaban para cambiar de estrategia y sufrir un mal menor antes de remontar con una mecánica fresca.
La honra en juego
La segunda pole position en la carrera deportiva de Carlos Sainz llegó después de «mucho tiempo esperando» marcar diferencias en seco, puesto que en Silverstone el agua en pista jugó un papel fundamental en su primera posición de salida. El #55 no pudo evitar mostrar su euforia ante los micrófonos de la retransmisión al haber salido ganador de una vez por todas.
Si bien el piloto español de Ferrari prefiere una victoria más en su casillero antes de acabar la temporada a terminar 4º en la clasificación final, su pronóstico para la carrera es que Red Bull les apretará y gozará de un mejor ritmo en tanda larga. La lucha por el segundo puesto en el campeonato es feroz, y en 4 carreras se reparten muchos puntos como para realizar una remontada que aún es matemáticamente posible.
La velocidad punta y las rachas de viento que fastidiaron a la parrilla hasta el extremo tanto en libres como en clasificación serán vitales en carrera, con 56 vueltas por delante para conocer el primer ganador en tierras americanas con la nueva generación de monoplazas.
