Hockenheim se prepara para el que podría ser el último Gran Premio de Alemania en mucho tiempo, y la lluvia se presenta como un complemento decisivo en el desarrollo del mismo, ya desde una clasificación que plantea numerosas incógnitas si se mantienen las cantidades que han convertido los Libres 3 en irrelevantes. En seco, Red Bull había llevado, de forma novedosa, la iniciativa ante Mercedes y Ferrari, pero el juego de los setups hace que cualquier predicción pueda resultar aventurada.
La lluvia podría ser un bálsamo salvador para el McLaren de Fernando Alonso, que encuentra en estas condiciones uno de los pocos terrenos donde su coche parece funcionar con efectividad. De lo contrario, el ritmo en seco exhibido el viernes no da las mejores sensaciones en lo que a superar la Q1 se refiere. Algo más sencillo debería tenerlo Carlos Sainz al volante de su Renault, aunque estos no parezcan tener suficiente para imponerse a Haas. Todo puede quedar en agua de borrajas, nunca mejor dicho, dependiendo del tiempo, y en Motor.es tendremos preparado el paraguas para contarlo.