GP CanadáEl análisis: las claves del GP de Canadá
Trascendental victoria la que consiguió Lewis Hamilton en su circuito talismán y que le colocó a sólo nueve puntos del liderato que aún ostenta Nico Rosberg. Sebastian Vettel planteó batalla e, incluso, llegó a colocarse líder, pero una mala decisión estratégica de Ferrari le alejó del triunfo.
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Publicado: 14/06/2016 09:00
El campeonato parecía muy encarrilado para Nico Rosberg, que llegó a disfrutar de 43 puntos de renta sobre Lewis Hamilton tras el Gran Premio de España. Pero, desde esa accidentada carrera para ambos, el británico ha recortado, en sólo dos carreras, 34 de ellos.
Hamilton tuvo a un serio oponente por la victoria, pero no fue el esperado. Tras una maniobra al límite en la primera curva, Nico Rosberg perdió muchas plazas y Sebastian Vettel pasó a ser el rival por el triunfo tras una salida meteórica que le colocó líder en pocos metros. Posteriormente, Ferrari apostó por una estrategia de dos paradas temiendo excesiva degradación en los neumáticos, mientras que Hamilton hizo buena la opción de una parada, llevándose la victoria.
Entre los vencedores del día se colocó Carlos Sainz, que tras el accidente de la clasificación, supo remontar hasta los puntos, demostrando que es capaz de rehacerse de los errores. Fernando Alonso se quedó a las puertas de los mismos, aunque más por el escaso rendimiento del monoplaza que por otra cosa, aunque es cierto que sufrió un pit-stop lento que le hizo perder alrededor de cinco segundos.
Las estrellas
Lo volvió a hacer: Lewis Hamilton se llevó la carrera a su terreno a base de oficio y consistencia en el pilotaje. Las cosas se complicaron cuando, en la salida, Sebastian Vettel le adelantó de inmediato y Nico Rosberg se puso a su altura a tiempo para disputarle la frenada de la curva 1.
"Su relevo final de 46 vueltas con el compuesto blando fue perfecto"
No fue una maniobra limpia la del inglés, que forzó a Nico a salirse de la pista, pero los comisarios miraron para otro lado y Hamilton inició su plan de ataque para arrebatarle la primera plaza a Vettel. Cuando el alemán entró en boxes por primera vez, Hamilton permaneció inmutable y ejecutó su plan de una parada a la perfección. Su relevo final con el compuesto blando fue perfecto. 46 vueltas con un ritmo constante e inalterable para alargar la vida de sus neumáticos de manera que le fuera imposible a Vettel darle caza, a pesar de colocar el mismo compuesto trece vueltas más tarde.
Sólo hemos cumplido siete carreras, pero, en este instante, resulta muy difícil pensar en otro campeón que no sea Lewis Hamilton. Y eso teniendo en cuenta que aún no es el líder del campeonato. Esclarecedor.
Para muchos es posible que el piloto alemán de Ferrari sea uno de los vencidos del Gran Premio, pues tuvo la victoria al alcance de su mano y la estrategia hizo que se le escapara. Pero si ponemos todo en perspectiva, es muy posible que Sebastian consiguiera el mejor resultado posible en Montreal.
Su vuelta de clasificación fue muy buena y, a diferencia de su compañero, inquietó a los Mercedes. En carrera, salió como un misil y lideró con firmeza hasta la parada. El problema vino después, ya que Ferrari sobreestimó la degradación de los neumáticos y no creyó posible realizar una estrategia de una parada.
Sólo tres pilotos eligieron el compuesto super-blando para utilizarlo tras la primera parada: Vettel, Räikkönen y Pérez. Todos ellos se vieron perjudicados por esa decisión y fue el compuesto con el que se completaron relevos más cortos, ya que no funcionó como se esperaba.
"Vettel le endosó a Kimi 58 segundos en meta"
Posteriormente, Vettel fue incapaz de alcanzar a Hamilton, incluso a pesar de rodar con un juego de blandos con trece vueltas menos, cometiendo varios errores en la chicane de entrada a meta. Quizá la opción de victoria, en realidad, era un espejismo y el Ferrari no tenía tanta velocidad como para retar a Hamilton. En cualquier caso, en un día en el que las cosas no salieron bien, Sebastian le endosó a su compañero de equipo 58 segundos en meta. No está mal del todo...
Williams se mostró decepcionado el sábado tras una clasificación en la que les dolió comprobar que se habían convertido en el cuarto equipo de la parrilla, superados por Mercedes, Ferrari y Red Bull. Pero, en la carrera, el buen hacer de Valtteri Bottas y una estrategia perfecta de una parada le auparon a un podio que, de otro modo, no habría sido posible.
"Gestionó con maestría los neumáticos blandos para mantener a Max a raya"
Bottas realizó una estrategia casi calcada a la de Hamilton, parando incluso una vuelta antes, y gestionó con igual maestría ese juego de neumáticos blandos para mantener a Max Verstappen a raya. Es una lástima que este tipo de carreras que el finlandés demuestra que sabe hacer, no ocurran tan a menudo como a varios equipos punteros les gustaría.
Fue uno de los damnificados por la elección de dos paradas pero, en lo que se refiere a la comparación con su compañero de equipo, consiguió salvar los muebles de manera muy meritoria.
En la salida adelantó a Ricciardo, dedicándose a conservar neumáticos y combustible cuando se dio cuenta de que el Red Bull no tenía ritmo para ganar. Cuando el equipo le avisó por radio de que debía dejar pasar a su compañero, que venía más rápido, aceleró y le dejó atrás. Posteriormente no pudo hacer nada con Bottas, que al elegir una sola parada le adelantó, pero supo aguantar a Rosberg en el último relevo con ultra-blandos. Si en Mónaco, la sensación final fue la propia de un piloto inmaduro, en Canadá ocurrió todo lo contrario.
La profunda decepción del sábado no le atenazó y Carlos Sainz completó una carrera espectacular con la que a buen seguro compensó a su equipo por su error en clasificación.
"Supo conservar los neumáticos para que quienes habían parado más tarde no se le comieran"
La clave estuvo en su buena salida, la primera parada temprana y sus posteriores primeras vueltas con el compuesto blando en las que consiguió ganar cinco posiciones. Luego, supo mantener los neumáticos en buen estado para que los pilotos que habían parado más tarde no se le comieran, alargando su relevo intermedio hasta el punto de equipararse con sus rivales para el último tramo de carrera. El relevo final con ultra-blandos fue un mero trámite para certificar una gran demostración de entereza mental y destreza sobre la pista.
Los estrellados
Sólo Sebastian Vettel se salvó del suspenso general de Ferrari que, aunque demostró que tenía ritmo en este circuito para, al menos, plantar cara a Lewis Hamilton, dio los pasos equivocados y tiró por la borda cualquier opción.
"Kimi sólo es una sombra del grandioso piloto que llegó a ser una vez"
No supieron interpretar el estado de la pista y optó por dos paradas para ambos monoplazas, que perdieron posiciones por ello. Además, Kimi Räikkönen volvió a demostrar, de nuevo, que sólo es una sombra del grandioso piloto que llegó a ser una vez. El finlandés no conserva absolutamente nada de lo que le hizo célebre: la determinación, la velocidad y la consistencia. En otros casos, miraríamos para otro lado en busca de pilotos más ilusionantes pero, en el caso de Kimi, duele e, incluso, enfada.
El piloto que parecía imparable y que había encadenado una racha de siete triunfos consecutivos, se ha diluido en cuestión de un suspiro. Y es que la situación era un poco engañosa. Hamilton se había mostrado muy fuerte desde la primera carrera, pero una serie de infortunios habían otorgado a Rosberg una ventaja y un protagonismo fuera de su alcance.
La realidad es que Nico, siendo un excelente piloto, no es ni por asomo rival para Lewis Hamilton. Será fuerte y rápido durante varias carreras, pero no conseguirá ser lo suficientemente constante y bueno durante toda una temporada. Algún día, como ocurrió en Mónaco y, de nuevo, en Canadá, vendrán los problemas y naufragará. En esos días en los que los grandes mantienen un puesto en el podio.
Mal día para Daniel Ricciardo, que a una estrategia equivocada le sumó un rendimiento muy inferior al de su compañero de equipo. Y eso es noticia en un piloto que, desde que se enfundara el mono de Red Bull, ha mostrado muy pocos signos de debilidad.
En cualquier caso, un borrón lo tiene cualquiera y lo ocurrido en Canadá no debería ser más que una anécdota. Ahora bien, si tres decepciones consecutivas se unen con una línea ascendente de Verstappen, la situación podría empezar a complicarse. Será interesante ver cómo gestiona la situación Daniel.
Los de Woking se empeñan en vendernos que las cosas mejoran y que el equipo está en el camino correcto. Pero, en cuanto llegan los inconvenientes en forma de largas rectas o asfalto mínimamente abrasivo, las cosas se tuercen. Todo tiene que rodar muy a favor de McLaren para que haya opciones de puntos más allá de un décimo puesto.
Si a eso le sumamos la fiabilidad, que viene y va con aparente aleatoriedad, el resultado termina siendo un equipo que, por mucho cambio de reglamento que haya en 2017, parece carecer de lo necesario para aprovecharlo.
El ruso ha tenido que adaptarse a un nuevo monoplaza, pero teniendo en cuenta que era piloto oficial de Red Bull, se le presupone cierta capacidad de adaptación. Así que, después de tres carreras, podríamos dar por terminada su fase de aclimatación.
Sea como fuere, Carlos Sainz le está dando un buen repaso y en Canadá terminó muy por delante de él a pesar de salir más atrás en la parrilla. La 'tranquilidad' de Toro Rosso que Horner y Marko afirman que Daniil necesitaba para recuperar su forma, se puede volver un arma de doble filo. Porque si Carlos sigue dominando de este modo, el futuro de Kvyat se puede volver muy tormentoso, incluso en la F1.
El destello
Max Verstappen calló unas cuantas bocas en las últimas vueltas del Gran Premio al ejecutar con maestría y templanza su defensa de posición sobre Nico Rosberg. El veterano terminó perdiendo el control, trompeando en la frenada de la chicane de entrada a meta, mientras el 'jovencito fogoso' conservaba la calma y la posición.
Que Max es fogoso, joven y agresivo lo sabemos todos, es innegable. Pero creo que también debería valorarse que sabe muy bien lo que se hace con un volante entre manos y que, aunque su inexperiencia le juega aún malas pasadas, en líneas generales compite como un veterano.
Otros como Felipe Massa, que debutó en la categoría hace 14 años, aún no han aprendido a defender la posición como demostró saber hacer Max el domingo. Y algunos otros, como Kimi Räikkönen, hace tiempo que lo olvidaron.
El detalle técnico
De nuevo la degradación -o la falta de ella- marcó un fin de semana en el que los neumáticos ultra-blandos volvieron a decepcionar en una pista más exigente que la de Mónaco.
"Los pilotos debieron utilizar la táctica que se suele usar con el neumático intermedio"
Durante todo el fin de semana los pilotos debieron utilizar la táctica que se suele usar con el neumático intermedio: calentar el neumático durante varias vueltas consecutivas para terminar sacando lo mejor del mismo en la cuarta, quinta o sexta vuelta. Más o menos eso es lo que ocurrió, tanto con calor como con frío, momento en el que el graining pasó a ser muy acusado.
En carrera, el relevo más largo con ultra-blandos fue de 29 vueltas. Dicha cifra, en un neumático que fue vendido por Pirelli como el nuevo neumático de clasificación para la Fórmula 1, es inadmisible. Sea en Mónaco, en Canadá o sobre un manto de lana de oveja merina.
La zona oscura
Lewis Hamilton venció en Canadá, entre otras cosas, gracias a la maniobra que protagonizó junto a Nico Rosberg en la primera curva. El inglés salió mal y su compañero se emparejó por el exterior en la aproximación a la misma. Ambos trazaron juntos, pero Hamilton tomó la trazada natural como si su compañero no existiera.
El inglés diría posteriormente que él tenía la trazada (como si eso le diera derecho a ignorar a Rosberg) y que el coche le subviró, haciendo imposible un giro más cerrado. En las imágenes da esa impresión pero, sea cierto o no, es algo que Lewis debería haber controlado y, sobre todo, los comisarios haber investigado.
Si se sancionó a Carlos Sainz en Sochi por la misma maniobra, ¿por qué no se investiga posteriormente en las carreras siguientes? Por lo mismo de siempre: la ya clásica incompetencia cimentada en la falta de uniformidad de criterio de la FIA.
Fotos: Ferrari / Mercedes / Williams / Toro Rosso / Red Bull / McLaren / Pirelli