GP SingapurEl análisis: las claves del GP de Singapur

El Gran Premio de Singapur nos trajo algunas sorpresas y un nuevo líder del campeonato: Nico Rosberg. Red Bull y Force India volvieron a ganar sus respectivos duelos con Ferrari y Force India respectivamente. McLaren y Toro Rosso volvieron a los puntos ayudados por las características del circuito, aunque Sainz no pudo acompañar a Alonso en las posiciones de honor.

14 min. lectura

Publicado: 19/09/2016 18:30

Tras haber conseguido cuatro victorias consecutivas en el mes de julio, Lewis Hamilton está pasando por un bache que ha propiciado que Nico Rosberg recupere el liderato del campeonato. En esta ocasión no fueron las sanciones ni una mala salida: simplemente el piloto británico estuvo desaparecido en Marina Bay.

Pero hubo más pilotos destacados, pues Daniel Ricciardo estuvo cerca de arrebatarle el triunfo a Rosberg y pilotos como Fernando Alonso, Sergio Pérez, Daniil Kvyat o Kevin Magnussen se sobrepusieron a los inconvenientes para entrar en los puntos y destacar por diferentes motivos.

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Las estrellas

Nico Rosberg

Impecable, como es habitual en Nico desde que se reanudara la competición una vez terminado el parón veraniego. El alemán recupera el liderato del campeonato y lo hace con todo merecimiento tras un fin de semana en el que ha manejado a Lewis Hamilton a su antojo.

Esta vez tuvo una fuerte oposición por la victoria en Daniel Ricciardo, pero Nico supo gestionar la situación de manera brillante, exigiendo al monoplaza y a sus neumáticos lo justo y necesario para cruzar la meta primero. Simplemente perfecto.

Daniel Ricciardo

Daniel Ricciardo sigue en su línea y parece cada vez más cómodo en la comparación con Max Verstappen. Poco a poco, Daniel ha ido encontrando su sitio y entendiendo que quizá salga perdiendo un fin de semana, pero en el global de una temporada, aún está un par de escalones por encima de su jovencísimo rival.

Primera línea en clasificación y segundo puesto en carrera tras una recuperación espectacular a última hora con el cambio de dos a tres paradas: al igual que Nico, Daniel hizo todo lo que podía y ha completado un fin de semana impecable. Uno más.

Ferrari

Seguramente se puede debatir sobre si Ferrari merece ser destacado entre los mejores del Gran Premio de Singapur, pero de un modo u otro merece la pena contar lo bien que estuvieron Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen el domingo. El alemán debió salir último en parrilla después de la avería en clasificación, pero remontó con limpieza y efectividad para llegar finalmente a pocos segundos de su compañero de equipo.

Pero que eso sucediera no es algo que se pueda reprochar a Kimi esta vez, pues fue un error estratégico el que propició que el finlandés perdiera toda opción de subir al podio. Cuando Hamilton, piloto con el que se disputaba la tercera plaza, decidió realizar una tercera parada para terminar con un juego de neumáticos nuevos, a la Scuderia le entró el pánico y, en lugar de mantener su plan, llamó a Kimi en la siguiente vuelta para cubrirse de dicho cambio de estrategia. Pero con ello propició que Hamilton aprovechara la velocidad de los neumáticos nuevos para colocarse tercero de nuevo, haciendo válido el popular 'undercut' que tanto se utiliza en la Fórmula 1.

En cualquier caso, tanto Vettel como Kimi estuvieron al nivel que se les supone dado su palmarés y eso es algo que esperamos ver mucho más a menudo de lo que lo hacemos en los últimos tiempos.

Fernando Alonso

A pesar de las expectativas que McLaren tenía en este circuito, las cosas no fueron tan bien como se esperaba y, tanto Alonso como Button, sufrieron para encontrar ritmo suficiente como para plantar cara a los Force India y Toro Rosso (ni hablar de Ferrari, por supuesto).

Pero Fernando se las arregló para meterse en Q3 el domingo y, desde ahí, realizar una de sus habituales salidas para saltar al quinto puesto. A partir de ahí, la habitual demostración marca de la casa: si la estrategia funciona, nadie que no lleva un monoplaza con un segundo de margen por vuelta va a poder pasarlo.

Así fue. Alonso tiene un sexto sentido que, en las arrancadas, le permite ver los huecos antes de que se creen. Si a eso le sumamos su genial capacidad para gestionar los neumáticos y así contener el ritmo superior de sus rivales, el resultado suele ser la mejor posición posible para el monoplaza que lleva entre manos. En este caso, un séptimo puesto.

Sergio Pérez

Si hablamos de la maestría de Alonso para gestionar los neumáticos, no podemos obviarlo en el caso de Sergio Pérez, que con su estrategia de dos paradas llegó a completar un relevo de 36 vueltas con el compuesto blando. Eso y mucho más para saltar desde el fondo de la parrilla hasta el octavo puesto final.

Sergio quizá no sea un superclase al nivel de Lewis Hamilton, Fernando Alonso o Sebastian Vettel. Pero está muy claro que es un piloto merecedor de estar en un equipo con opciones al título o, al menos, de ganar carreras.

Kevin Magnussen

Brillante carrera de Kevin, que ejecutó con maestría una estrategia de dos paradas cimentada en un excepcional primer relevo de 17 vueltas con el compuesto ultrablando. Donde muchos naufragaron (en el tráfico), Kevin supo mantener sus neumáticos en buen estado para ir avanzando a medida que la pista iba quedando libre. El Renault no estaba, ni de lejos, para acabar en los puntos, y tampoco hubo abandonos tan relevantes como para restarle mérito a su gesta, que además realizó sin poder hidratarse. Carrerón de Magnussen, así de simple.

Los estrellados

Lewis Hamilton

El hasta ahora líder del mundial estuvo desconocido en Marina Bay. Esta vez no hubo sanciones, ni malas salidas. Sencillamente, Nico le pasó por encima. Pero no sólo eso, pues fue incapaz de encontrar ritmo para disputar con Ricciardo el segundo puesto y, casi, ni para vencer a Kimi, algo que finalmente ocurrió en gran parte gracias a la torpeza de Ferrari.

Siempre defenderé que Lewis Hamilton es un piloto muy superior a Nico Rosberg. Y siempre defenderé que la fama que le acompaña de piloto errático e impulsivo es a todas luces infundada desde hace, al menos, tres años. Pero también tengo claro que Hamilton necesita dar el 100% si quiere conseguir su cuarto título mundial porque se está enfrentando a un piloto de mucha envergadura en un monoplaza que tiende a enmascarar las limitaciones por su enorme nivel. Sólo el mejor Hamilton ganará al que está siendo el mejor Rosberg que hemos visto en la Fórmula 1.

Max Verstappen

La de Marina Bay fue, muy posiblemente, la peor carrera de Max Verstappen en la Fórmula 1. No clasificó bien y salió peor (según el propio Max por un fallo en el embrague que la FIA no permitió solucionar el sábado por la noche). Luego vino lo peor de todo: naufragar como un piloto de mitad de parrilla en el tráfico de Marina Bay, principalmente gracias a la degradación que tuvo con el compuesto supeblandos. Y no deja de ser paradójico que el piloto que más agresivo se muestra a la hora de defender su posición se haya quejado de la defensa de Kvyat durante la carrera. No pasa nada, todo ello se soluciona con más carreras y kilómetros acumulados.

Carlos Sainz

El piloto español se estrelló este fin de semana, pero no por su bajo rendimiento, ni mucho menos. En realidad, Carlos volvió a demostrar que está más que preparado para aspirar a cotas mayores, pues ha sido capaz de rendir al mismo nivel cuando el coche no ha ido bien que cuando ha respondido. En clasificación estuvo fenomenal y, por desgracia, el incidente de la salida con Nico Hülkenberg echó por tierra lo que prometía ser un fenomenal duelo por la séptima plaza con Fernando Alonso. A pesar de la enorme decepción de Singapur, Sainz sigue demostrando porqué Red Bull le quiere tener bien atado para el futuro.

El destello

En un Gran Premio con pocas maniobras espectaculares, merece la pena destacar la espectacular vuelta de Nico Rosberg que le permitió conseguir la pole. El alemán sacó todo su talento para endosarle siete décimas a su compañero de equipo, ¡siete! Nico bajó casi dos segundos su tiempo de Q1 y realizó una vuelta cercana a la perfección.

El detalle técnico

Habitualmente se discute si perder ciertos aditamentos aerodinámicos es realmente perjudicial, pues solemos ver como pilotos que pierden pequeñas partes de un alerón o de la carrocería siguen rodando a un ritmo competitivo.

En muchas ocasiones, algunas de esas partes tienen como principal función dirigir el flujo aerodinámico para que rodee los neumáticos o provoque menos resistencia al aire a través de la generación de vórtices. Cuando faltan, el coche no es ostensiblemente más lento a corto o, incluso, medio plazo, pero con el paso de las vueltas dicho desequilibrio desemboca en mayor degradación de los neumáticos.

Esto, que en otros circuitos puede llegar a pasar desapercibido, en Singapur fue mucho más evidente por tratarse de un circuito de mayor degradación, alta carga aerodinámica y en el que el drag es irrelevante. Por eso pilotos como Sainz, Bottas o Button vieron muy comprometido su ritmo al ver dañados sus monoplazas.

La zona oscura

Cuando se produjo el accidente en la salida en el que se vieron involucrados Nico Hülkenberg, Carlos Sainz, Jenson Button y Valtteri Bottas entre otros, la dirección de carrera ordenó el ingreso del coche de seguridad en pista.

Tras ocho minutos que los comisarios emplearon en retirar el monoplaza de Hülkenberg y los restos esparcidos por la pista, Charlie Whiting ordenó la reanudación de la carrera. Pero todos nos quedamos helados al comprobar que, mientras Nico Rosberg y el resto del pelotón aceleraban a fondo por la recta principal, un comisario aún estaba recogiendo restos de fibra de carbono en la pista.

La FIA asegura que dicho comisario salió a pista sin permiso y tras haber comunicado el puesto de ese tramo de la pista que ésta se encontraba libre y despejada. Es muy posible que sea así, pero no deja de estremecer que no hubiera reacción ante lo que estaba ocurriendo en la misma recta de meta, seguramente el tramo más controlado del circuito. Mientras los semáforos indicaban bandera verde, uno de los comisarios ondeaba la bandera amarilla para intentar auxiliar a su compañero ante la avalancha de monoplazas que se acercaba a 300 km/h (esta vez literal, no es una frase hecha).

Rosberg declaró posteriormente que levantó un poco por miedo a llegar antes de que el comisario se apartara, pero en un relanzamiento, habría entrado dentro de lo normal que algún piloto perdiera el control en la frenada y hubiésemos tenido una tragedia. Fuera o no responsabilidad de la FIA, seguramente tendría que haber habido una reacción al problema. Quizá un Virtual Safety Car para ralentizar la marcha de inmediato, quizá una orden a los puestos de control. Algo.

Fotos: Mercedes / Red Bull / Force India / McLaren / Ferrari / Toro Rosso / Pirelli / Renault

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