El nuevo motor Honda, ¿una moneda al aire?

La Fórmula 1 de 2017 supone tomar muchos riesgos en cuanto a la aerodinámica y chasis se refiere, pero McLaren tendrá aún más cosas en las que pensar, pues Honda decidió revolucionar por completo el concepto de motor que había adoptado hasta el momento y, en 2017, contará con un propulsor totalmente nuevo.

Eso implica que los niveles de fiabilidad vuelven a suponer un reto para Honda, además de la lógica persecución del rendimiento puro del propulsor. Así lo reconoce Yusuke Hasegawa, máximo responsable de Honda, que afirma que “el concepto es completamente distinto, es un gran riesgo, hay muchas cosas que no sabemos sobre él. Sabemos que nos dará una ventaja de rendimiento, pero el mayor riesgo es si podremos obtener dicho potencial este año”, dijo en declaraciones a Autosport.

“Aún tenemos que hacer algunos test y habrá aciertos y errores"

Hasegawa insiste en el discurso realizado durante los últimos meses: trabajar en conseguir más potencia a través del motor de combustión, aunque eso implicaría modificaciones posteriores en otras áreas. “Necesitamos concentrarnos en el ICE (motor de combustión interna) este año. Si mejoramos el motor, lo que significa un incremento de la potencia proveniente de los gases (MGU-K), necesitaremos mejorar también la turbina o no podremos rendir al mismo nivel en términos de desarrollo”.

Por tanto, Hasegawa avisa: podrían producirse roturas inesperadas esta temporada, pues algunas de las novedades sólo podrán validarse mediante el sistema de acierto/error. “Aún tenemos que hacer algunos test y habrá aciertos y errores. Espero que hayamos entendido la dirección a tomar y los elementos en los que centrarnos. Pero no es sencillo combinar los elementos para realizar dichas mejoras por completo en el ICE”. ‘Paciencia’ parece ser la palabra que mejor define la situación de Honda en la Fórmula 1.

Fuente: AutosportFotos: Honda F1