GP ItaliaEl enfado de Sainz por la radio: «Afortunados cabrones, ¿por qué bandera roja?»

Carlos Sainz vio la victoria al alcance de la mano, pero la aparición de la bandera roja tras el accidente de Charles Leclerc complicó sus opciones y le otorgó a Pierre Gasly una oportunidad que no dudó en aprovechar.

El enfado de Sainz por la radio: «Afortunados cabrones, ¿por qué bandera roja?»
Carlos Sainz grita de rabia tras finalizar a sólo 4 décimas de la victoria. - McLaren Racing

6 min. lectura

Publicado: 06/09/2020 20:30

Sin duda alguna, el segundo podio de Carlos Sainz en la Fórmula 1 supone motivo de alegría, pero el piloto español no puede ocultar cierta decepción, pues sentía que hoy en Monza la primera victoria estaba a su alcance.

Y es que, antes de que llegara el coche de seguridad a consecuencia del abandono de Kevin Magnussen, Carlos Sainz rodaba cómodamente en segunda posición, sólo superado por Lewis Hamilton. Y, cuando llegó ese momento, el británico entró en boxes con el pit-lane cerrado, por lo que se le impuso una penalización de ‘stop & go’ de 10 segundos.

«Estoy tranquilo sabiendo que no guardé ni una décima»

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Eso dejaba a Sainz como líder virtual de la carrera, pero tras relanzarse la carrera llegó el accidente de Charles Leclerc en la Parabólica, suceso en el que se dañaron las protecciones. Ello animó a Michael Masi, director de carrera, a decretar la bandera roja, por lo que de repente los pilotos que no habían parado anteriormente a cambiar sus neumáticos estaban delante y con neumáticos nuevos (el reglamento permite realizar modificaciones en los coches durante la interrupción, incluido el cambio de ruedas).

«¡Vamos a correr!»

Pronto Carlos Sainz se dio cuenta de que todo ello complicaba sus opciones de victoria, pues bajaba a la sexta posición real de carrera y con Lance Stroll y Pierre Gasly delante de su McLaren #55.

«Suertudos, afortunados cabrones, ¿por qué bandera roja? ¡Vamos a correr!», espetó por radio Carlos Sainz a su ingeniero, sabedor de que sus opciones se reducían. «No esperábamos ser tan fuertes. Sobre todo lo que no esperaba es que ninguno de los que estaban detrás de nosotros no pudieran adelantarnos y abrir esa brecha de 5 segundos que me dio margen antes de la primera parada», recuerda.

Tras adelantar a Bottas en la salida, Sainz abrió hueco y rodó cómodamente en segunda posición.

«Entonces salió el Safety Car y supe que había perdido todo lo ganado con trabajo duro», relata el español. «Y luego me di cuenta rápidamente de que Lewis iba a recibir una penalización y yo sería el líder virtual de la carrera con los neumáticos más frescos. Sólo tenía que esperar a ser primero y empujar como un loco».

«Pero salió la bandera roja», ha lamentado Sainz. «Fue una montaña rusa de emociones porque entonces estaba en sexto lugar con los mismos neumáticos que todos los que estaban delante de mí, incluso con un neumático usado para mí del Safety Car. Estaba un poco enojado y un poco decepcionado».

A pesar de todo, Sainz recuperó posiciones en pocas vueltas, adelantando magistralmente a Kimi Räikkönen y a Lance Stroll, aunque para entonces Gasly ya contaba con 4 segundos de ventaja y rodaba con neumáticos medios nuevos. «Mis neumáticos eran 4 vueltas más viejos y obviamente yo también estaba sufriendo. El ritmo que tuvimos hoy fue increíble. La brecha que logré abrir con el resto del grupo en la primera tanda y después de esa bandera roja, logrando pasar a los cinco coches que tenía delante para terminar persiguiendo a Pierre... claramente iba muy bien y sentí que tenía una buena oportunidad de victoria», señala el piloto de McLaren.

«Me las arreglé para recuperarme y casi lo logré», apunta un orgulloso Sainz. «Creo que podemos estar orgullosos porque hoy no dejé nada sobre la mesa en Monza. Así que voy a estar tranquilo sabiendo que no guardé ni una décima».

Sainz no pudo acercarse a distancia de DRS de Gasly hasta la última vuelta, cuando al pasar por meta estuvo a punto de intentar el adelantamiento. Posteriormente, el francés supo mantener al McLaren a raya, cruzando victorioso con 0,4 segundos de margen. «Luego, una vez que llegué a 1,5 segundos (de Gasly), me quedé atascado. El rebufo y el aire sucio comienza a afectar mucho en la tracción, la frenada, es decir, bloqueos, sobreviraje. Creo que ambos deslizábamos un poco porque teníamos problemas con los neumáticos. Pero estoy feliz de terminar segundo», concluye Sainz.

Un segundo puesto que podría haber sido una victoria en ‘El templo de la velocidad’ y la casa de Ferrari, pero que en cualquier caso vuelve a demostrar que Carlos Sainz tiene mucho futuro en la Fórmula 1.

Fotos: McLaren Racing

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