Los equipos de F1 vuelven al trabajo tras más de dos meses de inactividad

Poco a poco, la Fórmula 1 vuelve a la «nueva» normalidad, reiniciando un intenso trabajo que comenzó en invierno y que continuó brevemente tras los test de pretemporada. Sin embargo, la pandemia de coronavirus obligó a un confinamiento masivo en Europa, por lo que los equipos debieron renunciar al desarrollo del monoplaza de esta temporada.

Algo que fue aprovechado por la categoría para adelantar el tradicional parón veraniego de dos semanas que por reglamento se ejecuta en agosto. De ese modo, la competición podría utilizar todo el verano para celebrar carreras, minimizando las pérdidas asociadas a la cancelación de varias pruebas.

La situación en Europa obligó a la Fórmula 1 a extender el parón de dos semanas hasta un total de 63 días, durante los cuales ninguna formación podía trabajar en nada relacionado con la temporada 2020. Ahora que la situación va volviendo a la normalidad, los equipos han vuelto al trabajo, aunque con medidas de seguridad e higiene muy estrictas que impiden trabajar a pleno rendimiento.

Además de las consabidas medidas de distancia de seguridad, uso de mascarillas y métodos de desinfección, los empleados de las fábricas de la F1 están siendo organizados por turnos y sus movimientos se limitan al máximo para evitar en la medida de lo posible cruces entre personal.

Además, se realizan chequeos médicos a la entrada y salida de las factorías, con toma de temperatura y test de anticuerpos incluidos. De ese modo, la F1 quiere mantener a sus empleados sanos y listos para reiniciar la temporada el primer fin de semana de julio en Austria, cuando el nuevo calendario dará comienzo con un doble Gran Premio en Red Bull Ring.

Fotos: AlphaTauri