Los F1 de 2022 en Mónaco: un segundo más lentos y 100 baches más por recta
Se esperaba con temor el Gran Premio de Mónaco de esta temporada, ya que los nuevos coches son más lentos y pesados que los anteriores. Sin embargo, el principal problema de los nuevos F1 de 2022 no está siendo la velocidad.
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Publicado: 28/05/2022 09:00
El cambio de reglamento técnico que la Fórmula 1 ha experimentado este año ha mejorado la competición en algunos aspectos, pero la ha empeorado en otros. Y, para muchos, muy probablemente el cambio no ha merecido la pena.
Es cierto que los nuevos coches con efecto suelo permiten rodar más cerca unos de otros, pero también que adelantar sigue siendo bastante complicado y que la fisonomía de los circuitos y la degradación de los neumáticos son los elementos cruciales en este sentido.
«Es sólo que tus globos oculares se salen de las órbitas»
Como contrapartida, los nuevos coches son incluso más pesados y, con los depósitos de combustible llenos, comienzan los Grandes Premios con más de 900 kg. Además, el anteriormente mencionado efecto suelo ha generado la aparición del porpoising, rebote o cabeceo.
Y, por si esto fuera poco, las nuevas ruedas con llanta de 18 pulgadas han generado una rigidez que acentúa los baches y llega a ser dolorosa para los pilotos en algunos circuitos.
Un segundo por vuelta
Como resultado de todo esto, las expectativas de cara al Gran Premio de Mónaco eran realmente bajas y se esperaba que los pesados y rígidos coches de este año fueran realmente lentos en las curvas de Mónaco.
La realidad es que, al menos de momento, los monoplazas de 2022 han perdido únicamente un segundo por vuelta. En las dos primeras sesiones de entrenamientos libres del Gran Premio de Mónaco de 2021, Sergio Pérez y Charles Leclerc pararon el crono en 1:12.487 y 1:11.684 respectivamente.
Este año, Charles Leclerc ha sido el más rápido en ambas sesiones con un registro de 1:14.531 y 1:12.656 respectivamente. Es decir, únicamente 0,972 segundos más lento que el año anterior.
Los ojos, fuera de las órbitas
Buen ejemplo de todos los males de los coches de 2022 es el equipo Mercedes, al que le ha sentado peor que nadie el nuevo reglamento y sufre más que cualquier otro rival los efectos negativos de los cambios.
El más llamativo de todos es el temido porpoising, que salvo en el Gran Premio de España ha amargado la vida a Lewis Hamilton y George Russell en todo momento este año. Y a pesar de lo que se creía por la baja velocidad de este circuito, en Mónaco las cosas han ido incluso a peor.
«En primer lugar, es probablemente la pista con más baches en la que he pilotado. Así que eso lo hace difícil. Pero luego, en general, nuestro coche es bastante... rebota mucho», comienza explicando el heptacampeón del mundo.
«Es diferente, es un rebote diferente a lo que hemos experimentado en el pasado. Sobre todo porque sucede a baja velocidad también, por lo que no es aerodinámico. Creo que son los baches de la pista los que lo empeoran», reflexiona Hamilton, que recuerda con nostalgia los tiempos pasados.
«Recuerdo mi primer año aquí, con un coche liviano y ágil. Era mucho mejor. Pero ahora tenemos estos coches súper pesados y las zonas de frenado son diferentes. Es una locura que en 2022 las pistas no sean suaves cuando se han repavimentado. La tecnología todavía está en nuestra contra».
«Armar la vuelta es difícil, pero creo que conseguimos algunas mejoras. Y no es que vaya mal cuando intentas armar una vuelta, el agarre no es terrible. Es sólo que tus globos oculares se salen de las órbitas», sentencia Hamilton.
Caballitos con las ruedas delanteras
George Russell también ha sido muy gráfico a la hora de describir cómo es dar una vuelta al circuito de Montecarlo con un Mercedes W13.
«Hay secciones en las que ambos neumáticos se levanta», señala el joven británico. «En la curva 5 (Mirabeau), la parte delantera derecha queda en el aire, y es tan rígida que incluso la parte delantera izquierda también se levanta del suelo. Hay puntos en los que casi haces un caballito porque no hay ruedas delanteras en el suelo».
«Así que es complicado. No sé qué más podemos hacer con el coche. Estamos haciendo todo lo posible para intentar que sea un poco más fácil para nosotros y darnos un poco más de confianza», apunta, esperanzado.
«Hay como 100 baches en una sola recta. No sé cómo es para los demás, si están experimentando lo mismo que nosotros o no. Pero es la montaña rusa con más baches», concluye Russell, que terminó los entrenamientos del viernes séptimo a siete décimas del mejor tiempo de Charles Leclerc.