Fallece Chris Amon, uno de los grandes talentos de la F1
Piloto y constructor de Fórmula 1, además de ganador de las 24 Horas de Le Mans, ha fallecido hoy a los 73 años de edad víctima de un cáncer. Nacido en Nueva Zelanda, Amon fue considerado uno de los mejores pilotos que no consiguieron ganar un Gran Premio, siendo célebre por su mala suerte. Junto a Bruce McLaren, participó en el debut del legendario equipo de su compatriota en el Gran Premio de Mónaco de 1966.
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Publicado: 03/08/2016 11:15
Nacido en la localidad neozelandesa de Bulls el 20 de julio de 1943, Christopher Arthur Amon ha fallecido hoy a los 73 años de edad como consecuencia de un cáncer. Para muchos sólo su mala suerte le impidió proclamarse Campeón del Mundo o, al menos, ganar un Gran Premio de Fórmula 1, algo que nunca pudo hacer.
Su carrera deportiva empezó en su país natal, en el que compitió en carreras locales con un Austin A40 que, posteriormente, cambió por un Cooper y un obsoleto Maserati 250F. Reg Parnell, piloto de F1 y Director del equipo Aston Martin, le vio correr en 1962 y le convenció para que viajara a Europa para competir.
Debut en Fórmula 1
Al año siguiente, Amon debutó en la Fórmula 1 en Spa-Francorchamps, tras haber estado a punto de hacerlo en el primer Gran Premio de la temporada en Mónaco. Pero el monoplaza de su compañero de equipo, Maurice Trintignant, se averió y Amon se vio obligado a cederle su Lola.
El resto de la temporada estuvo plagada de mala fortuna, con cuatro abandonos en seis carreras y un accidente en Monza en el que se rompió tres costillas y que le obligó a perderse la carrera celebraba en el trazado italiano y la siguiente en Watkins Glenn.
En 1964 consiguió sus primeros puntos en la Fórmula 1 tras terminar en la quinta posición en Zandvoort, pero al año siguiente sólo estuvo presente en cuatro carreras con tres equipos distintos y no pudo terminar ninguna de ellas.
En 1966 formó parte de un hecho histórico: el debut en Fórmula 1 del equipo McLaren, con el que ya había corrido en Can Am. En el Gran Premio de Mónaco, Bruce McLaren y Amon pilotaron el McLaren M2B, pero Amon no pudo siquiera tomar parte en la clasificación. Ese año sólo terminó un Gran Premio, el de Francia que corrió para Cooper pero, sin embargo, consiguió el mayor logro de su carrera deportiva al ganar las 24 Horas de Le Mans junto a Bruce McLaren en un Ford GT40.
Piloto Ferrari
Su gran éxito terminó de convencer a Enzo Ferrari de que merecía la pena darle una oportunidad y Amon fichó por la Scuderia para acompañar a Lorenzo Bandini, Mike Parkes y Ludovico Scarfiotti. Pero las cosas no empezaron bien, pues en su viaje a Brands Hatch para participar en la Carrera de Campeones, tuvo un accidente de carretera. Sin embargo, dentro del equipo Ferrari, fue el único que, durante la temporada, se salvó de la tragedia. Bandini falleció en Mónaco, Parkes se rompió las dos piernas en Spa y Scarfiotti se retiró temporalmente, por lo que Amon se quedó sólo.
Eso no le impidió conseguir su primer podio en Mónaco y otros tres más en Bélgica, Gran Bretaña y Alemania, terminando la temporada en la cuarta plaza final del campeonato. Ese mismo año, también con Ferrari, ganó las 24 Horas de Daytona y los 1.000 kilómetros de Monza.
En 1968, también con Ferrari, consiguió tres poles, de las cuales sólo materializó un punto para el campeonato. En las últimas cinco carreras, su peor clasificación en parrilla fue un cuarto puesto, pero no terminó ninguno de los Grandes Premios. Al año siguiente no fue mucho mejor, tomando parte en nueve Grandes Premios, pero terminando sólo uno de ellos: el de los Países Bajos en el que consiguió la tercera plaza.
En 1970 se despidió de Ferrari y fichó por March, equipo con el que consiguió tres podios. Pero la relación fue breve y las dos siguientes temporadas las disputó con Matra, equipo con el que consiguió sólo dos podios durante ese periodo, los últimos de su carrera en Fórmula 1.
Permaneció en la categoría hasta 1976, siendo piloto de su propio equipo y monoplaza dos años antes en un breve y discreto paso por la categoría en la que sólo pudo clasificarse para disputar el Gran Premio de España, en el que partió 23º en parrilla y abandonó antes del final.
En total, Chris Amon consiguió once podios, cinco poles, tres vueltas rápidas y 83 puntos. Un botín que, según cuentan sus compañeros de profesión y las crónicas de la época, no hace justicia al talento que poseía.
Tras alejarse definitivamente del mundo de las carreras después de la competición y diversas colaboraciones con programas de televisión de motor, Amon volvió a sus orígenes, gestionando la granja familiar en Nueva Zelanda. Descanse en paz Chris Amon.