Ferrari busca a Kimi Raikkonen

Ferrari cambió su tradicional política de pilotos con el fichaje de Kimi Raikkonen para 2014. El hasta ahora último campeón de la Scuderia volvía a la que fue su casa para compartir equipo con Alonso, estrella del equipo italiano y principal baza de un proyecto que está tardando demasiado tiempo en ser ganador. El finlandés supondría una mayor exigencia para Fernando y una alternativa fiable si, al llegar el final de temporada, el español rompiera su unión con los del Cavallino cansado de no ganar. Pero, hasta el momento, Raikkonen no da muestras de ser un valor seguro.

No aparece ni el Raikkonen que en 2007 ganó el título con Ferrari ni el que el año pasado fue capaz de quedar tercero en el campeonato con un Lotus. El cambio en los monoplazas de este curso está siendo acusado por algunos pilotos como Vettel o el propio Kimi, cuyo estilo al volante no termina de adaptarse al coche. Su pilotaje suave le impide extraer un óptimo rendimiento de los neumáticos. Es consciente de ello, según afirmó al acabar la carrera: “Las dificultades en Shanghai dependieron de varios factores: de mi estilo de conducción combinado con las bajas temperaturas y las características de la pista”.

La inevitable comparación con su compañero deja en muy mal lugar a Kimi. En clasificación, Alonso ha conseguido salir por delante de él en tres ocasiones de los cuatro grandes premios disputados hasta el momento. En carrera, Fernando le ha batido cada jornada de domingo, y mientras que en China el español consiguió un podio, el séptimo puesto de Raikkonen en Australia sigue siendo su mejor posición este año. Sin embargo, no pierde la fe y la referencia de Alonso le da esperanzas: “Su resultado es alentador, prueba de que estamos avanzando. Seguiremos trabajando sin cesar”.

El pobre inicio de temporada ha encendido algunas alarmas, y la prensa ya empieza a cuestionarse si ha perdido la motivación. El piloto respondió enfadado a ese tema: “Si estuviera desmotivado no estaría aquí para responderte”. La tensión crece a medida que van pasando los grandes premios sin acercarse siquiera al podio. Lo cierto es que entre los problemas sufridos y su falta de rendimiento, los resultados no son los deseados y se siente impotente: “No hay una solución mágica, no puedo cambiar totalmente mi estilo de pilotaje. Pero trabajando tal vez encontremos soluciones”. Eso espera Ferrari y eso le vendría estupendamente al espectáculo.