Ferrari explica el problema del motor de Leclerc: estará disponible en China

El segundo fin de semana de Charles Leclerc como piloto oficial de Scuderia Ferrari en Fórmula 1 no pudo comenzar mejor: el joven monegasco, tras haber sido frenado por su propio equipo en Australia ante un posible ataque a su compañero Sebastian Vettel, dominó de inicio a fin los primeros compases del GP de Bahréin, liderando todas las sesiones de entrenamientos libres, con la excepción de la FP2, así como todas las tandas de la clasificación. Además, en la sesión de libres que no comandó se quedó a únicamente 35 milésimas del tetracampeón con el que comparte escudería, por lo que su primera posición el domingo de carrera, sumado a esa supremacía, le situaban como el mejor colocado para hacerse con la victoria.

Sin embargo, ya en la salida perdió la posición con Vettel después de que el #5 trazase mejor sus primeros metros, con Valtteri Bottas como segundo rival en adelantarle poco después, poniendo a Leclerc en una posición que ni mucho menos le iba a amedrentar. El #16 aguantó los envites de Lewis Hamilton, impidiendo que el británico le ganase la partida, e inició una remontada veloz que le devolvió la primera posición que se había ganado en la Q3 el sábado, desobedeciendo en esta ocasión las órdenes procedentes del muro que le instaban a esperar unas vueltas para adelantar a Vettel en lo más alto.

Todo iba según lo esperado hasta que en el último tramo de carrera su motor dijo basta, algo que el propio Leclerc adelantó por radio en la vuelta 46, asegurando que “algo extraño le pasa al motor”. La victoria plácida se escapó de sus manos dos vueltas más tarde cuando, tras librar una intensa batalla con Vettel en la que el alemán terminó trompeando, Hamilton daba cuenta de Leclerc y se hacía con el liderato de la carrera. Incluso Bottas llegó a rebasarle en la vuelta 54, y cuando el pupilo de Ferrari se disponía a verse apeado del podio por el adelantamiento de Max Verstappen, un Safety Car originado por el doble abandono de los Renault le salvó e hizo, puesto que la carrera terminó bajo el coche de seguridad, que éste anotase su primer podio en Fórmula 1.

Leclerc se repuso de su error en la salida y volvió a dejar a su compañero detrás.

Los de Mattia Binotto enviaron el propulsor de Leclerc directamente a Maranello tras la conclusión del Gran Premio en tierras bahreiníes, sin perder tiempo alguno para poder llevar a cabo un análisis exhaustivo en el mismo y conocer así de primera mano el mal que le había hecho perder hasta 40 caballos de potencia. Para sorpresa de Ferrari, los italianos aseguran que dieron con un problema sin precedentes: un cortocircuito en la unidad de control del sistema de inyección, el cual impidió que la unidad de potencia cumpliese a pleno rendimiento.

Este tipo de problema no se había observado nunca antes en el componente en cuestión

“Este tipo de problema no se había observado nunca antes en el componente en cuestión”, afirmó Ferrari en un comunicado, anonadada por el contratiempo que privó a Leclerc de una victoria que tenía en el bolsillo. Por su parte, a sus 21 años el nuevo piloto de la Scuderia restó importancia al asunto, motivado ahora que dispone de un monoplaza con el que cree que puede pelear por el título. “Trabajaremos en el problema, pero confío por completo en que darán con él y que estará arreglado para el futuro”, asestó, satisfecho del campeonato que considera que le aguarda.

Fuente: AutosportFotos: Scuderia Ferrari