La Ferrari de Binotto no funciona ni en la pista ni en el muro
Las supuestas mejoras aerodinámicas y de motor que la casa italiana ha implementado en Barcelona no han evitado un nuevo fiasco. A la falta de velocidad del monoplaza se le unió una preocupante lentitud en el muro a la hora de tomar decisiones.
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Publicado: 13/05/2019 11:20
La marcha de Maurizio Arrivabene de Ferrari durante el pasado invierno fue celebrada por muchos, tanto fuera como dentro del equipo, pero tras cinco Grandes Premios hay quien comienza a echar de menos al antiguo directivo de Marlboro.
Mattia Binotto había liderado una regeneración técnica que devolvió a la Scuderia al primer plano, pero cuando fue elegido para comandar el proyecto, varias fueron las voces que cuestionaron la idoneidad de colocar al frente del equipo más prestigioso y analizado del mundo a una persona con muy escasa experiencia en la gestión de grandes organizaciones.
Por lo visto hasta ahora, dichas voces parecen estar en lo cierto, pues Ferrari pasa por un momento crítico a pesar de contar, seguramente, con el monoplaza más competitivo de los últimos años. Después de haber metido miedo a toda la parrilla en la pretemporada, el equipo se ha desvanecido hasta el punto de haber permitido que Mercedes consiga cinco dobletes consecutivos y Max Verstappen aguante tercero en el campeonato de pilotos.
Pero si los resultados son decepcionantes, pues ni siquiera el destello de Bahréin pudo ser aprovechado por problemas mecánicos, la toma de decisiones en el muro tampoco le permite a Mattia Binotto estar demasiado orgulloso.
Indecisión preocupante
En Barcelona se vivió el último capítulo de la indecisión del muro de Ferrari, que tardó demasiado en reaccionar ante un nuevo episodio de interferencia entre sus dos pilotos. Tras intentar adelantar a los Mercedes en la curva 1 -bloqueando en la frenada como consecuencia de ello-, Sebastian Vettel tuvo que hacer frente a un primer relevo lastrado por un plano en el neumático delantero derecho.
Eso permitió que Charles Leclerc fuera más rápido que el alemán, pero Ferrari tardó 12 vueltas en permitirle al monegasco realizar el adelantamiento. Para entonces, su desventaja con los Mercedes era ya de más de 11 segundos. Ya en la vuelta 19 -con Leclerc seis segundos por delante-, Vettel tuvo que adelantar su parada al agravarse cada vez más su falta de ritmo como consecuencia del plano.
Ello le obligó a cambiar de estrategia, montando el neumático medio y optando por dos paradas. Mientras, Charles Leclerc continuaba en pista con una sola parada y el neumático duro en mente para llegar hasta el final de la carrera. El monegasco se detiene finalmente en boxes en la vuelta 25 y eso le coloca justo delante de su compañero de equipo al volver a pista.
Lógicamente, Vettel es más rápido que su compañero al contar con un compuesto de neumático más rápido (alrededor de un segundo por vuelta según la previsión de Pirelli) y tener la intención de parar de nuevo, por lo que tampoco necesita gestionar tanto la degradación como Leclerc. Sin embargo, Ferrari no ordena el intercambio de posiciones hasta la vuelta 36.
Binotto se defiende
Al término de la prueba, en la que finalmente ninguno de los pilotos pudo evitar que Max Verstappen acompañara a los Mercedes en el podio, Mattia Binotto fue preguntado sobre todo ello, optando por respaldar su modo de actuar.
“¿Deberíamos haber hecho el intercambio de posiciones antes? Nunca es una decisión sencilla”, afirmó el director técnico y jefe de Ferrari. ”Pero hemos probado desde el inicio de la temporada que estamos intentando optimizar nuestros resultados de equipo”.
"El piloto que adelanta debe tener suficiente ritmo. Nos llevó unas vueltas asegurarnos de ello"
Como el propio Binotto recordó, es una situación que Ferrari ya ha vivido en carreras anteriores y casi siempre se ha tomado su tiempo para intentar decidir del modo adecuado. “Ya hemos hecho cambios de posiciones en el pasado e intentamos hacerlo de nuevo aquí, especialmente porque estaban en estrategias diferentes en ese momento. En el momento en que lo haces, debes asegurarte de que el piloto que adelanta tiene suficiente ritmo. De lo contrario, no obtienes resultados. Nos llevó unas vueltas asegurarnos de ello”, explicó.
Al propio Charles Leclerc le pareció innecesario en el Gran Premio de Bahréin, en el que decidió adelantar a Sebastian Vettel sin esperar las dos vueltas que su ingeniero le pidió por radio. La superioridad sobre su compañero era tal, que casi se le presentó la oportunidad de adelantar sin quererlo y no dudó en aprovecharla. En China fue el alemán quien pidió paso y Leclerc el que pidió dos vueltas para aumentar su ritmo, pero Vettel fue autorizado a colocarse delante de inmediato y, tras ello, no demostró tener más velocidad.
En España, la diferencia estribaba en que ambos llevaban estrategias distintas. “Charles (Leclerc) luchaba por la tercera posición con Verstappen porque iba con diferente estrategia con los neumáticos duros y una parada. Era importante para él no perder tiempo en esa fase de la carrera. Simplemente esperamos al momento adecuado y no estoy seguro de que debiéramos haberlo hecho antes”, insistió Binotto a pesar de todo.
Los pilotos respaldan el intercambio de posiciones
Al menos Mattia Binotto no tiene que preocuparse por las declaraciones de sus pilotos ante la prensa, pues tras la carrera afirmaron estar de acuerdo con la decisión tomada por Ferrari de ordenar el intercambio de posiciones hasta en dos ocasiones.
Sebastian Vettel admitió que, durante el segundo relevo, no fue consciente de que su compañero iba con una estrategia diferente hasta varias vueltas después de alcanzarlo. “Lo hablaremos internamente, pero dentro del coche intentamos hacer nuestra propia carrera y creo que al principio estaba claro que Charles era más rápido. Cuando incrementó su presión sobre mí, me satisfizo dejarle pasar. En el segundo relevo tarde en saber que íbamos con diferentes estrategias, pero cuando estuvo claro le pasé y fui mucho más rápido”, comentó.
Por su parte, Charles Leclerc afirmó que la decisión tomada por Ferrari fue la correcta, aunque la aparición del coche de seguridad hiciera inviable su intención de sacar partido de la estrategia de una parada. “Me dejaron pasar y pude hacer mi carrera, pero después volvimos a cambiar de posición cuando yo estaba teniendo problemas. No creo que fuera una mala decisión, pues buscábamos llegar al final de la carrera con los neumáticos duros, pero desafortunadamente no funcionó como esperábamos”, concluyó.
La llegada de Charles Leclerc a Ferrari debía marcar el inicio de una transición que propiciara el liderazgo del monegasco a medio plazo, pero Mattia Binotto se está viendo sobrepasado por la presión añadida de un cambio radical de filosofía en la casa italiana. Durante años, el piloto número 1 estuvo claro y la toma de decisiones fue siempre sencilla en este aspecto. Sin embargo, Mattia Binotto se ha encontrado con una situación extremadamente compleja. Por un lado, la sequía de títulos empieza a pasar factura en Italia y, mientras, debe contener a dos pilotos que quieren imponer su mando dentro del equipo. Para colmo, el SF90 no termina de funcionar y el potencial que se le presuponía hace semanas, lejos de dar esperanza, pesa ya como una losa imposible de levantar. ¿Podrá Binotto encauzar la situación?
Fotos: Scuderia Ferrari