Ferrari identifica las debilidades del SF-23 y ya tiene un plan (que hará el coche menos rápido los sábados)

Los cinco primeros Grandes Premios de la temporada han mostrado una imagen muy clara de las fortalezas y debilidades de Ferrari. El nuevo SF-23 es rápido en clasificación, pero lento en carrera a consecuencia de un comportamiento errático y una elevada degradación de los neumáticos.

Ello explica que Charles Leclerc haya conseguido una pole esta temporada y que Ferrari esté a una media de sólo 0,258 segundos por vuelta en clasificación pero, en cambio, no haya sumado ningún podio y sume 78 puntos en el campeonato de constructores, 146 menos que Red Bull y 24 menos que Aston Martin.

El SF-23 es de media 0,303 segundos por vuelta más rápido que el monoplaza verde los sábados, pero se ve ampliamente superado en ritmo de carrera los domingos.

Jock Clear, ingeniero senior de rendimiento de Ferrari, ha ofrecido explicaciones al respecto, aportando también algo de información acerca del camino a seguir en Maranello con respecto a la evolución del monoplaza.

Un coche rápido, pero traicionero

La primera gran actualización de Ferrari para el SF-23 llegó en Miami, cuando se introdujo un nuevo suelo que busca apaciguar el temperamento del monoplaza italiano.

«Con un nuevo paquete aerodinámico durante el invierno, nos tomó un tiempo encontrar la configuración (correcta). El nuevo suelo contribuye a que el coche esté en una mejor ventana, ya que los pilotos informaron de un comportamiento errático», reconoció Jock Clear en la ciudad estadounidense.

El ingeniero británico admite que Ferrari necesita deshacerse «de algunos de esos picos. Ese es probablemente el enfoque principal en este momento, hacer que el coche sea un poco más benigno para que los pilotos tengan un poco más de confianza».

«La altura del coche en relación con el asfalto supone una gran influencia en todo el paquete de carga aerodinámica», amplía Clear al hablar del nuevo suelo. «Generas mucha carga aerodinámica en el fondo y el alerón trasero, pero están interconectados. Por tanto, es la principal área de desarrollo de los equipos».

Al nuevo suelo se le unirán más novedades, comenzando por esta misma semana en Imola. De hecho, Ferrari implementará varias actualizaciones en el SF-23 en los Grandes Premios de Emilia-Romaña y España, incluidos nuevo difusor y suspensiones.

Ferrari busca el equilibrio

A nivel conceptual, Ferrari ha detectado que su rendimiento en clasificación es óptimo siempre y cuando los pilotos logren domar el monoplaza. Sin embargo, su impredecibilidad es muy perjudicial en las carreras.

«Tenemos una buena comprensión de los problemas. Se trata de cuantificar. Entonces, en cierto modo, podemos decir: “Está bien, mirando lo que sucede en la carrera versus lo que sucede en la clasificación, podemos ver algunas diferencias”», comienza explicando Jock Clear.

El ingeniero de Ferrari reconoce que «tal vez no logramos alinearnos en cómo se desarrollan estas diferencias. Y el proceso en el que nos encontramos ahora es averiguar qué podemos hacer o qué podemos mover para recuperar el ritmo de carrera».

«¿Tal vez tenemos que renunciar a algo en la clasificación? Y esto siempre es un bocado muy difícil de tragar. Porque muy a menudo las carreras se llevan a cabo en la clasificación. Así que no podemos permitirnos perder de vista la clasificación», amplía Jock Clear.

En cierto modo, Ferrari busca seguir los pasos de Red Bull, que cuenta con un monoplaza competitivo los sábados, pero imbatible los domingos.

«Ciertamente, tenemos que entender completamente cómo mejorar el ritmo de carrera, tenemos que quitarnos el sombrero ante Red Bull y decir que están haciendo algo muy, muy inteligente», reconoce Clear.

«Ese coche funciona muy, muy bien a ritmo de carrera. También podríamos concluir que tal vez estén cediendo algo de ritmo en la clasificación para hacerlo. Es por eso que podemos competir con ellos a una vuelta, porque no son óptimos en la clasificación», concluye.

Fotos: Scuderia Ferrari