La FIA advierte a los equipos: «presionar» a los comisarios será sancionado

Además de la tensión habitual que se vive en la pista, con enfrentamientos entre pilotos por una mejor posición en carrera, la historia de la Fórmula 1 ha dejado tras de sí varios momentos en los que las tiranteces han llegado hasta los despachos, enemistades que han decidido en alguna ocasión el parecer de los responsables de tomar una decisión que puede acarrear penalización.

Ante la superioridad de Red Bull sobre una Mercedes heptacampeona que se ha visto amenazada de verdad por primera vez desde que en 2014 comenzasen a dominar con mano de hierro la categoría reina del automovilismo, los directivos de ambos bandos han comenzado a mostrar sus inquietudes de forma más visible, interpelando sugerencias, en ocasiones subidas de tono, buscando el favor hacia su lado.

Cuando la FIA obligó a ralentizar los pit stops, medida que ha sido reescrita hace escasos días ante la polémica que suscitó esta maniobra, Red Bull se sintió atacada al haberse proclamado como los más rápidos en las paradas desde hace años, percibiéndolo como una medida de presión proveniente directamente de Mercedes. Desde entonces, Toto Wolff y Christian Horner no han parado de jugar al 'gato y el ratón', lanzando dardos envenenados de forma recíproca sin parar.

El último capítulo de esta pugna llegó en el GP de Gran Bretaña cuando, después de que el accidente entre Hamilton y Verstappen acabase con el #33 contra las protecciones y una bandera roja que permitió a Mercedes reparar los daños de su W12, puesto que de lo contrario se habrían visto obligados a abandonar, los comisarios recibieron varias visitas inesperadas.

«Creo que me dijeron después del accidente que Christian, en particular, tuvo una discusión bastante errática con el director de carrera», confesó Wolff. «Así que me puse en contacto con Masi y me aconsejó que fuera a los comisarios, que hablara con ellos directamente, cosa que hice», explicó. Por su parte, Horner afirmó que «fui a ver a los comisarios porque escuché que Toto estaba allí», alimentando una vez más la controversia.

Este comportamiento vino precedido de un permiso de Michael Masi a los jefes de equipo. «Si ocurre un incidente después de la carrera, invitamos a los equipos y a los pilotos a que suban y comparezcan ante los comisarios. Se dio este caso en Monza el año pasado, cuando Lewis fue y habló con ellos para entender qué había ocurrido y echar un vistazo a todo el panorama. Eso se puede hacer durante la bandera roja, así que no hay razón para no hacerlo», detalló el director de carrera.

Sin embargo, Masi ha cambiado de versión tras lo sucedido: «El acceso a los comisarios para cualquier persona que no sea oficial de la FIA sólo se permitirá bajo aprobación previa o como resultado de una citación», reza la nueva directiva de la FIA que advierte que de no «seguir las instrucciones de los oficiales pertinentes para el desarrollo seguro y ordenado del evento», Artículo 12.2.1.i del Código Deportivo, los competidores podrán ser sancionados, con castigos que van desde una reprimenda básica hasta la descalificación.