La FIA cita a los equipos en Hungría para discutir la normativa de los retrovisores

El apartado técnico de la Fórmula 1 no queda exento de polémica prácticamente en ninguna temporada de la categoría reina. El año pasado, las suspensiones y la supuesta quema del aceite para mejorar el rendimiento de las unidades de potencia de los equipos de cabeza estuvo sobre la mesa, con la consecuente intervención de la FIA para poner orden al respecto y evitar que la controversia fuera a más.

El órgano rector de la categoría por excelencia en el mundo de los monoplazas ha debido hacer frente a reacciones por parte de los equipos que buscaban encontrar un beneficio aerodinámico gracias a cualquier vacío de la normativa, con el año 2009, Brawn GP y el doble difusor como uno de los máximos exponentes en este sentido, y 2018 se ha erigido como el año de los espejos retrovisores.

El incidente entre Sebastian Vettel y Carlos Sainz en el Gran Premio de Austria ha suscitado, una vez más, que los pilotos apenas pueden ver lo que se les aproxima por detrás con claridad, algo a lo que Jo Bauer reaccionó instantes después de dicha maniobra, realizando test de visibilidad con el piloto alemán de Ferrari para asegurarse de que todo estaba en orden.

La FIA había ideado incluso todo un nuevo reglamento en lo tocante a los espejos, el cual iba a estar vigente a partir del GP de Singapur, pero la falta de la aprobación del Consejo Mundial del Motorsport terminó con cualquier intento de modificación de la normativa para entonces. Sin embargo, Nikolas Tombazis, el responsable de los aspectos técnicos en Fórmula 1, ha confesado su parecer al respecto.

El dirigente griego aseguró que la altura de la parte superior de los pontones, así como la zona inferior de los alerones traseros, interferían en exceso en la visión de los pilotos a través de los espejos, un hecho que sumado al exacerbado ‘rake’ de los monoplazas actuales, la diferencia de altura entre la parte delantera y la trasera de los Fórmula 1, hace que la visibilidad sea aún peor.

Tombazis propuso un punto específico para la colocación de los espejos, en contraposición con la libertad de elección de la que disponen actualmente los equipos: 640mm por encima del plano de referencia y 450mm del punto central del monoplaza, con una tolerancia de unos 5mm, en lugar de estar entre 200mm y 550mm de la línea central del monoplaza, sin límite de altura, tal y como sucedía hasta la fecha.

La montura de los espejos debe tener un propósito principal de soportar estructuralmente los espejos, y cualquier tipo de beneficio aerodinámico debería ser fortuito

“En aras de la integridad, reiteraría nuestra posición previamente expresada, de que la montura de los espejos debe tener un propósito principal de soportar estructuralmente los espejos, y cualquier tipo de beneficio aerodinámico debería ser fortuito”, afirmó Tombazis. El aletín que incluyó Ferrari justo por encima de los retrovisores en el Gran Premio de España, una vez los ubicaron en el Halo en lugar de en el cuerpo del monoplaza, dio pie a un debate sobre el beneficio aerodinámico que éste suponía.

El último diseño del soporte de los retrovisores de Mercedes ha avivado la polémica.

No obstante, la discusión se acrecentó cuando Mercedes presentó recientemente un nuevo aditamento en dicha zona, esta vez aprobado por la FIA, tras probar un segundo retrovisor por debajo del habitual que descartaron tras confirmar que estaba destinado a meras pruebas. “Sugeriría que la nueva posición estipulada anteriormente lleve a un montaje sensato en el pontón, y que aliente a los equipos a enviar imágenes de sus proposiciones de nuevos diseños con el fin de evitar discusiones innecesarias”, concluyó Tombazis.

Fuente: AutosportFotos: Scuderia Ferrari