La FIA confirma que "el endplate de Alonso habría golpeado el visor de Leclerc" sin el Halo

El primer año del Halo en Fórmula 1 no ha quedado exento de la polémica que surgió a raíz de que la FIA anunciase su implementación definitiva a partir de 2018, haciendo caso omiso al desagrado que generaba este en los pilotos y equipos, principalmente debido a cuestiones estéticas. No obstante, el aparatoso accidente que involucró a Fernando Alonso y Charles Leclerc en la salida del Gran Premio de Bélgica, el primer GP tras el parón veraniego, ha servido al órgano rector de la categoría reina para demostrar que dicho elemento puede ser realmente útil a la hora de preservar la integridad física de los pilotos.

Tras pasarse de frenada, Nico Hülkenberg catapultó al #14 hacia la trasera del monoplaza del joven monegasco, ocasionando una colisión en cadena que dejó el Halo de Leclerc con marcas visibles de dicho impacto y la parte frontal del MCL33 de Alonso a escasos centímetros de su cabeza. La parrilla observó ciertas similitudes al accidente provocado por Romain Grosjean años atrás, precisamente en Bélgica, y la FIA entonces decidió poner en marcha una investigación para recoger todos los datos posibles relativos al Halo y continuar apostando por una seguridad extrema en Fórmula 1.

El FIA Global Institute ha declarado que la protección del cockpit permaneció “estructuralmente intacta y en condición de ser utilizado”, apuntando una fuerza máxima de 58kN en el impacto de la rueda delantera derecha de Alonso con el Halo, un 46% de los 125kN que infligen en las pruebas en torno al Halo y sus fijaciones en un choque de dinámica similar. En esta ocasión, el Halo alejó al monoplaza de color naranja papaya y lo dobló, consiguiendo así que Leclerc se viese golpeado únicamente por pequeñas piezas carbono.

Por otro lado, la FIA ha aseverado que, si la rueda hubiese contactado con una fuerza similar con el casco de Leclerc, habría existido un riesgo muy alto de que éste hubiese sufrido una herida severa en la cabeza o en el cuello. Si bien consideran que la rueda delantera no impactaría con él, viéndose limitada a su vez por el conjunto de la misma y la fuerza de la suspensión, la investigación definitiva ha dictaminado que el endplate del alerón delantero sí que habría impactado con el visor.

Creemos que el endplate del alerón delantero del coche de Alonso habría golpeado el visor de Leclerc. No obstante, es difícil predecir la gravedad de dicho contacto con precisión

“A partir de la información y las grabaciones de vídeo disponibles, confiamos en que la rueda no habría golpeado el casco de Leclerc”, confirmó Adam Baker, director seguridad FIA. “Sin embargo, ya que el coche de Alonso continuaba dando bandazos en relación al de Leclerc, creemos que el endplate del alerón delantero del coche de Alonso habría golpeado el visor de Leclerc. No obstante, es difícil predecir la gravedad de dicho contacto con precisión”.

El ángulo de impacto estimado ha quedado en 90º, mientras que la velocidad relativa entre ambos coches fue de 30km/h. Además, la FIA advierte que, si la masa completa del vehículo hubiese golpeado el Halo, la fuerza habría sido de unos 30 kJ, provocando así consecuencias devastadoras piloto, puesto que el Halo no absorbería toda la energía sin deformación significativa y un fallo probable. Finalmente, el accidente se saldó con la rotura de la suspensión del coche de Alonso, al tanto que la llanta permaneció intacta y la rueda inflada, cuando la suspensión trasera del monoplaza de Leclerc se rompió por completo.

Fuente: AutosportFotos: Fórmula 1