Por qué las estrellas de la Fórmula 2 no encuentran equipo en la Fórmula 1

Desde hace algunas temporadas el vínculo entre Fórmula 1 y Fórmula 2 se ha visto dañado por la falta de colaboración entre ambas categorías, ya que llegar al pináculo del automovilismo se ha convertido misión imposible para las jóvenes promesas.

Por qué las estrellas de la Fórmula 2 no encuentran equipo en la Fórmula 1
Victor Martins y Theo Pourchaire celebran el título en Abu Dhabi

9 min. lectura

Publicado: 21/01/2024 14:00

El enlace entre las dos categorías que más relación deberían tener entre ellos ha acabado de romperse al cumplirse la tercera temporada consecutiva en la que no se ha promocionado al campeón de Fórmula 2.

Siendo la categoría más importante en cuanto a promoción y generación de talento en la senda de la Fórmula 1, baches como el que atraviesan ahora ambas disciplinas no deberían estar permitidos en más de una temporada consecutiva.

En concreto, desde que la categoría cambió su denominación de 'GP2' a 'Fórmula 2' en 2017, solo tres de sus siete campeones han tenido el privilegio de dar el salto a la Fórmula 1. Es decir, solo lo hicieron Charles Leclerc, George Russell, y Mick Schumacher.

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Liberty Media, ¿Ángel o Demonio?

En 2017, el cambio de nomenclatura tanto de la GP2 como de la GP3 se produjo en el mismo instante en el que Liberty Media se convirtió en máximo propietario de la Fórmula 1, tras la marcha de Bernie Ecclestone. Una de las promesas del gigante norteamericano, con Chase Carey a la cabeza, fue acercar mucho más las categorías inferiores a la categoría reina.

Pierre Gasly en el antiguo GP2

Hasta entonces, y pese haber un movimiento ostensible de pilotos que lograban promocionarse, las distancias entre disciplinas eran gigantescas. El cambio empezó por denominar 'Fórmula' a las categorías que forman parte del Gran Circo, y por cambiar el formato de los fines de semana, así como ampliar los circuitos en los que se acompañaba al hermano mayor.

En 2017 y 2018 fue un éxito. Gracias a talentos como los propios Leclerc, y Russell, junto a Alex Albon, Lando Norris, o Artem Markelov, entre otros, la categoría empezó a recoger la fama que por espectáculo siempre había merecido. En 2018, Leclerc subió a F1 como campeón pero el gran ‘boom’ saltó en 2019, cuando saltaron Russell, Norris, y Albon, a la vez.

Pese a ello, en 2019 todo se tambaleó. La temporada no acompañó ya que se fraguó entre pilotos que llevaban varios años en la categoría, y que por lo tanto no transmitían la misma vibra de los más jóvenes, siendo el campeón Nyck De Vries, peleando con Nicholas Latifi o Luca Ghiotto.

Charles Leclerc dando espectáculo en Bahréin 2017

Pese a no ser la temporada más brillante, se vislumbró el principio del fin cuando Latifi, que había sido subcampeón, había encontrado asiento en Williams, y De Vries como campeón tuvo que conformarse con la Fórmula E. El equipo de Grove necesitaba una importante inyección de dinero, y Latifi la tenía. De aquí en adelante, la sentencia se iba a dictar de la misma forma, y nunca volvió a ser lo mismo.

Liberty Media empezó a construir algo que dejó a medias, y no está poniendo remedio en el medio plazo. Ninguna obligación, ni ninguna ayuda al piloto campeón, cuando en otras disciplinas como la IndyCar se beca al campeón de la IndyNxt para que tenga opciones de subir de categoría, y que el dinero no sea un problema.

Relación estancada entre pilotos y academias junior

Prácticamente todos los equipos de Fórmula 1 cuentan hoy con un programa de pilotos junior, muchos como Red Bull, llegan a poner dinero para ayudar a pilotos que tienen el talento pero no los recursos, pero es un caso aislado ya que la mayoría rara vez ayudan con inyecciones monetarias.

Los pilotos de la Red Bull Junior Academy, los más agraciados

Las ayudas a nivel deportivo, de asesoramiento, marketing, promoción de imagen, etc... Están al día, pero de que sirven si en el momento de la verdad tu piloto llega incluso a ganar el campeonato y no puedes darle un asiento o bien porque consideras que no tiene espacio, o porque no tiene el dinero suficiente.

Es el caso de Callum Ilott, piloto de la Academia de Ferrari, subcampeón en 2020, donde Nikita Mazepin subió por delante, sin academia, y por puro poder económico, que Haas necesitaba como el comer por aquel entonces.

Ecuación que se repetiría en 2021 con Oscar Piastri, campeón 'rookie' con Alpine a su espalda, pero fue Guanyu Zhou el que subió a Alfa Romeo/Sauber. El piloto chino también contaba con apoyo de Alpine, pero se desvinculó de la entidad francesa cuando Sauber llamó a su puerta, disponiendo la cantidad de dinero necesaria.

El caso se repetiría más adelante con Felipe Drugovich, que pese a no tener una academia de la mano, tampoco encontró asiento al proclamarse campeón de manera holgada. Por último, este 'modus operandi' se ha vuelto a repetir en 2023 con Théo Pourchaire. Bajo la tutela de Sauber durante años, subcampeón de Fórmula 3, y ahora campeón de Fórmula 2, y no ha podido ni optar a un asiento en Sauber, que por rendimiento de pilotos en 2023, hubiera sido perfectamente plausible.

El dinero, y el presupuesto, el gran enemigo de la joven promesa

Si hay un factor común denominador en toda este historia, es el dinero. De sobras es sabido que una vida en las carreras no es para todo el mundo. Ya en Fórmula 4, una sola temporada puede llegar a valer miles y miles de euros sin estar en un equipo puntero. Y cuando un piloto llega a la Fórmula 2, un año puede costar millones de euros.

Si empiezas a sumar año tras año, muy pocas familias, o sponsors, pueden permitirse pagar trayectorias íntegras hasta llegar a la Fórmula 1. Muchos son los que se han quedado por el camio que probablemente hubieran llegado a Fórmula 1 para hacer cosas grandes. Ahora, tras tres años consecutivos donde no hay sitio para el campeón, es hora del cambio.

La solución siempre va a pasar por ayudar monetariamente al piloto, pero también por aumentar sus opciones. Los 10 equipos que conforman la parrilla de la categoría reina, son escasos. La introducción de dos escuadras adicionales no solo ayudaría al espectáculo, ayudaría al piloto joven que busca labrarse un futuro. Además, la categoría obliga al piloto campeón a no poder disputar su campeonato de nuevo, por lo que obliga a buscar una salida, que luego no se proporciona.

2024 no puede sumarse al cuarto año consecutivo. Oliver Bearman con Ferrari, Victor Martins con Alpine, Pepe Martí con Red Bull, Andrea Kimi Antonelli con Mercedes, o Gabriel Bortoleto con McLaren son nombres de gran talento que acabarán de saltar a la palestra esta temporada, y será el momento perfecto para recuperar el lazo que tanto tiempo ha separado a Fórmula 1, y Fórmula 2, y que busca ser sanado de una vez por todas.

Fotos: Red Bull Content Pool / FFSA Sport Auto

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