2020, el Mundial de F1 más europeo (e italiano) de la historia
El añadido de las citas en Nürburgring, Imola y Portimao dota al calendario de 13 eventos en Europa, el mayor número de siempre. Italia será el segundo país de la historia con tres circuitos en la misma temporada, tras Estados Unidos en 1982.
9 min. lectura
Publicado: 24/07/2020 17:30
En 2013, el enfoque global de la Fórmula 1 parecía no tener freno, hasta el punto de que las carreras fuera de Europa, el bastión histórico del campeonato, eran poco más de la mitad que las celebradas fuera del Viejo Continente. Aquella inercia terminó por frenarse, pero el panorama que enfrenta el Mundial, siete años más tarde, es totalmente opuesto al de entonces, factorizando la excepción histórica de una pandemia global que ha alterado por completo su calendario, cancelando hasta once eventos (pronto serán doce) y ha obligado a una acusada necesidad por permanecer en 'casa'.
Tras confirmarse este viernes el regreso del Gran Premio de Portugal tras 24 años de ausencia con el neófito Portimao, y el de dos escenarios históricos como Nürburgring (último Gran Premio en 2013) e Imola (2006) bajo las denominaciones de Gran Premio de Eifel y de Emilia-Romaña, la Fórmula 1 tiene ya firmado sobre blanco y negro que el continente europeo albergará sus 13 primeras carreras del año, en once circuitos diferentes. Este hecho sin precedentes convierte 2020 en la temporada con más carreras europeas en las 71 ediciones del Campeonato del Mundo de Pilotos, a pesar de las cancelaciones de los Grandes Premios de Azerbaiyán, Mónaco, Países Bajos y Francia.
Hasta este año, el récord le pertenecía a la temporada 1997, en la que se disputaron 12 citas en Europa en un calendario de 17 Grandes Premios, siendo el GP de Austria el causante de este hito al ser introducido en el calendario. A su vez, Jerez sería el último circuito europeo en clausurar una temporada de Fórmula 1, siendo el Gran Premio de Europa un tardío reemplazo de una Portugal sentenciada por una lenta renovación de Estoril que acabó durando dos años más. Ocho de las restantes 10 carreras europeas (San Marino, España, Francia, Reino Unido, Alemania, Hungría, Bélgica e Italia) han tenido o está previsto que tengan lugar este año, con la excepción de Luxemburgo (el nombre transitorio de la segunda carrera alemana en Nürburgring) y Mónaco.
Desde la expansión del calendario de 12 a 15 eventos en 1973, casi siempre había habido 10 u 11 carreras en Europa, salvo contadas excepciones (nueve en 1979, ocho en 1980). Entre 2007 y 2017, solo se alcanzó ese número en dos ocasiones (2008 y 2016), llegando a caer en 2013 tras la salida del Valencia Street Circuit a un total de siete, la cifra más baja desde 1969 (calendario de once carreras), y menor incluso que la registrada en el Mundial de 1958. La mencionada recuperación paulatina de eventos europeos desde 2013, con pruebas en Austria, Francia y la parte más oriental del continente (Rusia y Azerbaiyán), había permitido que las dos últimas temporadas contasen de nuevo con once carreras europeas, siendo estas más del 50% del calendario por primera vez desde 2009, el último Mundial de 17 carreras.
Si bien el número total de carreras europeas es un récord histórico, a nivel porcentual varias temporadas antiguas tienen más números para ser consideradas las más europeas de la historia, en especial dependiendo de cuantas carreras más puedan añadirse fuera del continente o cuantas más se añadan en el mismo. Tras descartarse hoy los cuatro eventos americanos, dejando al Mundial sin citas regulares al otro lado del Atlántico por primera vez desde 1952, todo apunta a que se disputará un mínimo de 16 carreras, añadiendo una cita doble en Sakhir y el final de la temporada en Yas Marina. A partir de ahí, queda la posibilidad de una breve gira asiática compuesta por Vietnam y un regreso a Malasia, o la opción de añadir más eventos dobles o en Europa si estos no ocurren.
En el caso más optimista con las carreras extra-europeas (18 eventos en total), al menos el 72% del calendario sería europeo; no se excede el 60% desde 2003 (10 europeas en calendario de 16) ni el 70% desde el mencionado 1997. De hecho, la última temporada con una proporción tan europea data de hace casi medio siglo, 1971, con Sudáfrica, Canadá y Estados Unidos en una temporada de once carreras. Por otro lado, si la temporada termina con 17 eventos (76%, sin añadirse más en Europa), la siguiente referencia sería 1966, con solo dos carreras de nueve (EE.UU y México) fuera de Europa, y si se quedase solamente en 16, habría que remontarse a 1961, con ocho carreras en las que solo la de Watkins Glen se salió de nuestro huso horario.
En efecto, números de otra época, en la que los mercados internacionales estaban mucho menos explorados, y se reservaban para abrir o cerrar temporadas. De hecho, no hubo ningún Gran Premio fuera de Europa en las tres primeras temporadas (con 6-7 carreras), aunque en sus calendarios estuviesen incluidas las 500 millas de Indianápolis, disputadas sin el reglamento, los pilotos o los coches mundialistas. Podría hablarse de aquellas, por ello, como las temporadas más intrínsecamente europeas, pero lo que sí es cierto es que ninguna otra ha sido tan italiana como lo será 2020. No tanto en parrilla, la que los transalpinos inundaron a docenas con pilotos y equipos en los 80, pero sí en los trazados.
Con el añadido de Emilia-Romaña al Gran Premio nacional en Monza, y al de la Toscana en Mugello, confirmado hace dos semanas, esta temporada contará con tres carreras en Italia por primera vez en la historia. El país de la bota fue el primero en tener dos carreras el mismo año, con el Gran Premio de Pescara ejerciendo de sustituto de las carreras canceladas por la Crisis de Suez en 1957, y entre 1981 y 2006 dispuso también de dos carreras, con Imola complementando a Monza bajo el nombre de Gran Premio de San Marino. El único caso comparable es el que acaeció con los Estados Unidos en 1982, durante los primeros años de control del deporte por parte de Bernie Ecclestone.
En pos de capitalizar el boom de las carreras urbanas generado a raíz del Gran Premio del Oeste de los Estados Unidos en Long Beach desde 1976, se añadió el Gran Premio de Detroit en las calles de la ciudad, complementando a su vez la segunda y última edición del Gran Premio del Caesars Palace, en Las Vegas. Ninguna de las tres carreras llevaba el nombre de Gran Premio de los Estados Unidos, la denominación que empleó Watkins Glen hasta 1980 antes de ser reemplazado por Las Vegas, y que no fue rescatada hasta que Phoenix sustituyó a Detroit en 1989. No cabe duda, en definitiva, de que este 2020 supone un gran reecuentro con los mercados clave donde se asentó la leyenda del certamen. Una lástima que en la mayoría de ellos, solo sea un reecuentro televisado.
Fotos: Red Bull Content Pool