Informe F1¿Cómo sobrevivir al infierno de Sepang? Así gestiona la F1 el calor y la humedad
La deshidratación se convierte en un elemento más a tener en cuenta en los Grandes Premios calurosos y puede separar el éxito del fracaso. El de Malasia se combina con una humedad extrema que obliga a los equipos y pilotos a adoptar medidas adicionales.
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Publicado: 27/09/2017 10:30
El circuito de Sepang acoge uno de los eventos más agotadores del calendario con temperaturas ambiente de más de 30 ºC y una humedad de alrededor del 70%. Los equipos deben hacer frente a dichas condiciones con diferentes métodos de actuación que permitan asegurar un rendimiento óptimo en todo momento. En Malasia, no se trata sólo de ser el más rápido, sino también de ser capaz de demostrarlo.
Valtteri Bottas y el equipo Mercedes nos adentran en los aspectos clave de un Gran Premio como éste, en el que la preparación comienza incluso durante el viaje a Kuala Lumpur. "Competir en Malasia es como hacerlo en una sauna suave”, afirma Valtteri Bottas. “Llevamos toda la ropa de competición, el casco. Y el coche también desprende calor. El asiento en sí mismo está caliente y dentro del coche estamos rodeados por las cajas eléctricas. Hace bastante calor”.
En Sepang, las temperaturas del cockpit habitualmente llegan a los 50 ºC y para el piloto, ubicado en un espacio caliente y estrecho bajo capas de nomex ignífugo y debiendo hacer frente a fuerzas G extremas, Sepang es un test muy serio para su condición física. Por esta razón, muchos pilotos tienden a llegar a Malasia tan pronto como sea posible para aclimatarse al calor y la humedad.
Periodo de adaptación
“Lleva tres o cuatro días acostumbrar tu cuerpo al calor”, reconoce Bottas. “Comienzas con algo de entrenamiento en exteriores. No podremos aclimatarnos como los lugareños, pero estos días marcan la diferencia”. Esta es una de las carrreras en las que se comprueba el nivel físico alcanzado durante la pretemporada, que luego se mantiene durante la competición.
Durante el Gran Premio de Malasia, el rango de pulsaciones del piloto puede llegar a las 170 pulsaciones por minuto, llegando a quemar 1.500 calorías y perdiendo cerca de tres litros de líquidos corporales. Durante 90 minutos, se pierde aproximadamente el 5% del peso corporal, haciendo de la gestión hídrica algo crucial para evitar la fatiga.
“Uno de los objetivos principales es mantenerse hidratado”, afirma Bottas. “Si te deshidratas en algún momento, tardas mucho tiempo en volver a pista. Tenemos que beber mucha agua, además de bebidas isotónicas con electrolitos para mantener adecuadamente los niveles. Es absolutamente necesario asegurarse de estar bien hidratado”.
El chaleco mantiene alejado el calor, pero no enfría tu cuerpo, cuya temperatura se dispara durante la carrera
Muchos pilotos de Fórmula 1 utilizan ropa fría en los prolegómenos de la carrera, mientras espera en la parrilla, manteniendo alejado de ese modo el calor. “El chaleco no está frío, sólo se mantiene en una temperatura cómoda”, explica Bottas. “Mantiene alejado el calor, pero no enfría tu cuerpo, cuya temperatura se dispara durante la carrera. Pero el chaleco ayuda a mantenerlo bajo control antes de la misma. Sólo con que evite una subida de 0,4 ºC, ya es algo que has ganado para la carrera, puede marcar la diferencia”.
Situación crítica
Durante la competición, los pilotos recurren a la botella instalada en el coche, que está llena de una mezcla de bebida isotónica con electrolitos para reemplazar los fluidos perdidos. Se trata de una batalla contra la fatiga y, si en ninguna carrera el piloto quiere quedarse sin su bebida, en Malasia o Singapur aún menos.
“Perdemos más de tres litros durante la carrera en Malasia”, confirma el piloto de Mercedes. “Si no podemos reemplazarlos, afecta a nuestra concentración, la fatiga llega. Es más complicado ser consistente y, en el peor de los casos, puedes tener calambres o incluso problemas de visión”.
Después de la carrera, el objetivo inmediato es enfriar y rehidratar el cuerpo. Esas tentadoras botellas de agua no duran mucho en la sala de espera antes de que los pilotos lleguen al podio para saborear el champagne. Pero no sólo los pilotos deben lidiar con el calor. Las temperaturas de trabajo en el box superan los 40 ºC y la humedad suele aumentar por encima del 90%. Es un doble golpe que provoca mayor sudor y, por tanto, probabilidad de deshidratación.
Un reto para todo el equipo
El equipo, especialmente los mecánicos que trabajan durante los pit-stops, tienen recuerdos constantes sobre la necesidad de hidratarse. Los vuelos de largo recorrido también tienen un efecto deshidratador como consecuencia de la recirculación del aire. Por tanto, la batalla comienza antes de llegar al circuito, durante el vuelo a Kuala Lumpur.
Mercedes cuenta con la colaboración de Hintsa Performance, la empresa fundada por el mítico doctor Aki Hintsa, fallecido en 2016. Ellos se encargan de asegurarse que todos los miembros del equipo entienden y aprenden a lidiar con las condiciones extremas, desde los pilotos a la jefatura, pasando por los mecánicos, ingenieros y técnicos.
Desde conseguir un equilibrio entre la actividad y la relajación en los momentos adecuados, hasta gestionar el consumo de agua las bolsas de rehidratación durante los periodos de actividad. Incluso los niveles de exposición a la luz brillante. Existen muchos trucos para mantener todo bajo control. No importa dónde estés en el mundo de la Fórmula 1: la optimización del rendimiento no está lejos de ti.
Manejar el calor de Sepang no es sencillo, pero los hombres y mujeres de la Fórmula 1 intentarán mantenerse fríos en el fragor de la batalla por el título en la caldera de Malasia.
Fuente: Mercedes AMG F1Fotos: Mercedes AMG F1 | Red Bull Content Pool