​Hamilton: “Es una pena que los coches sean tan pesados”

Los problemas de frenos que varios pilotos han tenido en Marina Bay han servido para reabrir el debate sobre el peso de los monoplazas. Lewis Hamilton es uno de los más críticos con este tema y, tras el Gran Premio de Singapur, ha mostrado su preocupación por el aumento de peso del año que viene.

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Publicado: 20/09/2016 19:20

La temporada que viene los monoplazas de Fórmula 1 deberán pesar un mínimo de 722 kilogramos, 20 más que en la actualidad y la friolera de 117 kilogramos más que en 2009. Con la llegada de los sistemas de recuperación de energía (primero el KERS y ahora el ERS), la FIA ha ido aumentando paulatinamente el peso de los monoplazas. En 2017, con los nuevos neumáticos, se espera un incremento de cinco kilogramos sólo en ese apartado y todo ello hace que los coches sean menos ágiles y más difíciles de parar.

En el pasado Gran Premio de Singapur, en el que la refrigeración de los frenos es crítica por la fisonomía del circuito y lo complicado que resulta adelantar, fueron varios los pilotos que encontraron problemas para mantener la temperatura de sus frenos bajo control.

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Uno de ellos fue Lewis Hamilton, que afirma que se pasó gran parte de la carrera con problemas y sin poder presionar a sus rivales para no sufrir un abandono. “Se empezaron a sobrecalentar, así que tuve que ralentizar, sólo podía ver a los otros chicos alejarse mientras pensaba en diferentes maneras de intentar mantenerlos bajo control (los frenos). Pude hacerlo temporalmente cuando hice mi segunda o tercera parada, pero hacia el final aún los tenía un poco calientes”.

Lewis Hamilton va más allá y expresa su preocupación sobre lo que ocurrirá en 2017, con monoplazas 20 kilogramos más pesados que este año. “Creo que lo que me viene a la mente es cuánto empeorará la situación el año que viene cuando tengamos coches más pesados. Es una pena que los coches sean tan pesados, porque no puedes apretar, no puedes competir bien cuando vas detrás de otros”, dijo el piloto británico.

Los equipos intentan minimizar al máximo el tamaño de los conductos de freno porque ejercen un efecto muy negativo sobre la aerodinámica del monoplaza, provocando mucha resistencia al aire y, por tanto, penalizando la velocidad punta y creando turbulencias que ensucian los flujos aerodinámicos que circulan en dirección a la parte trasera del monoplaza.

Fotos: Mercedes

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