Opinión F1A Hamilton también le dijimos que estaba loco

El pasado 28 de septiembre de 2012, Lewis Hamilton anunció que abandonaba McLaren para fichar por el equipo Mercedes. En aquel momento, todo el mundo se llevó las manos a la cabeza al ver como uno de los pilotos estrella de la Fórmula 1 abandonaba un equipo que aspiraba a ganar carreras y títulos por otro que llevaba tres temporadas amagando, pero sin morder en ningún momento un resultado realmente relevante.

En una temporada en la que hasta seis equipos consiguieron al menos una victoria, McLaren logró siete triunfos y terminó tercero en el campeonato de constructores, mientras que el equipo oficial de la firma alemana se conformó con tres podios y el quinto puesto del campeonato. A grandes rasgos, podría decirse que en aquel momento McLaren era el Red Bull actual y Mercedes el equipo Renault de estos tiempos.

Como en aquel momento Mercedes, Renault inició su proyecto hace casi tres años y tiene como objetivo disputar el título en 2020, el equivalente de 2014 para la firma de las tres puntas. Los alemanes lograron adaptarse mejor que nadie el cambio de reglamento y, con el motor turbo híbrido como estandarte, han dominado la F1 desde entonces.

Pero, en aquel momento, pocos entendieron la decisión de Lewis Hamilton y la definieron como un enorme error que podría dañar su carrera de manera irremediable. “Es el momento de afrontar un nuevo reto y estoy muy emocionado de empezar un nuevo capítulo. Creo que puedo ayudar a las flechas de plata a llegar a lo más alto y a conseguir nuestras ambiciones”. Palabras que podrían pasar perfectamente por las que Daniel Ricciardo ha pronunciado en el comunicado oficial de su fichaje por Renault.

Lewis Hamilton apostó por Mercedes en 2013 y su decisión terminó siendo tremendamente exitosa.

Lewis Hamilton demostró que merecía la pena apostar por Mercedes y Daniel Ricciardo tiene esa misma aspiración. Como el británico en su momento, el australiano ha decidido que necesita alejarse del ambiente de Red Bull, un entorno siempre desafiante, competitivo y dispuesto a tensar la cuerda, tal y como ha comprobado en unas negociaciones en las que siente que no se ha jugado limpio con él. O, al menos, no se le ha tratado como merece.

El tiempo dirá si, después de cinco temporadas, Renault consigue por fin un motor a la altura de los todopoderosos Mercedes y Ferrari. El tiempo dirá si la marca del rombo tiene lo necesario para recortar los casi dos segundos por vuelta que pierde con respecto a los líderes. Pero tendrá que ser el tiempo quien lo diga, porque Lewis Hamilton nos dio una lección y haríamos bien en aprenderla. ¡Si incluso Ricciardo tendrá a un Nico de compañero!