La inflación preocupa en la Fórmula 1; el límite presupuestario en el punto de mira

Cuando la Fórmula 1 acordó instaurar el límite presupuestario en la competición, acordó una cifra inicial de 175 millones de dólares. Sin embargo, la llegada de la pandemia y su consiguiente crisis económica hicieron que finalmente todas las partes involucradas pactaran un sistema de reducción progresiva mucho más ambicioso.

Así, en 2021 dicho límite quedó fijado en 145 millones de dólares, con una reducción de cinco millones más para este año (además de un incremento de 1,2 millones por cada evento que exceda el límite de 21 Grandes Premios). Es decir, 142,4 millones para la temporada 2022 que comienza esta misma semana en Bahréin, y siempre que el cancelado Gran Premio de Rusia sea sustituido por otro.

«Es el deber de la FIA mirar esta situación con cierto grado de urgencia»

Y, en teoría, en 2023 se establecerá un límite definitivo de 135 millones. Sin embargo, los últimos acontecimientos liderados por la invasión rusa a Ucrania han provocado un notable aumento de la inflación y el coste de la vida en general. Esto no sólo se nota en el precio del combustible, sino en el coste del transporte, los alimentos y, en general, todas las materias primas necesarias para fabricar o elaborar cualquier producto.

Entraba dentro de lo predecible, por tanto, que los equipos más potentes pidieran una revisión del reglamento financiero para intentar adaptar el mismo a la nueva y compleja situación mundial.

Empleos en juego

Christian Horner ha sido el primero en alzar la voz, señalando que de no actual podrían ponerse en peligro empleos, ya que el aumento de los costes forzaría una reducción en otros ámbitos de los equipos de Fórmula 1.

«Creo que es un problema muy real, ya hemos visto una inflación extremadamente alta», señala el director de Red Bull. «Lo que hay que recordar es que, cuando el tope presupuestario se modificó en medio de la pandemia a mediados de 2020, nadie podía prever las circunstancias que tenemos en el mundo hoy».

«Lo que vemos que está sucediendo en el mundo sólo va a impulsar los precios en una dirección. La inflación parece que podría alcanzar cifras récord, estamos viendo ese impacto ya en cosas como el transporte aéreo para este evento (Bahréin)», apunta Horner como ejemplo.

«Es un problema muy serio que tenemos que mirar y abordar. Esto tiene un impacto en los empleos y los medios de vida de las personas. Por eso creo que es el deber del regulador mirar esto con cierto grado de urgencia para asegurarse de que se implemente un alivio que tenga en cuenta lo que está sucediendo en el mundo, con los aumentos del coste de la vida que todos vamos a ver», reitera el británico.

McLaren, de acuerdo

Andreas Seidl, su homólogo en el equipo McLaren, apoya las palabras de Horner, aunque siendo consciente de que las formaciones más potentes suelen aprovechar cualquier circunstancia para conseguir cosas más allá de lo razonable.

«Siempre es importante aplicar el sentido común. Con las situaciones que han surgido en las últimas semanas y meses con la inflación y demás, creo que es importante tener una discusión al respecto y ver qué tiene sentido», explica el director de McLaren.

«Estamos absolutamente listos para esa conversación y hablaremos con los otros equipos y con la FIA también, porque creo que todos tenemos el mismo desafío con estos gastos adicionales e inesperados», reconoce Seidl. «Así que abierto a soluciones o posibles ajustes, siempre y cuando todo entre dentro de lo razonable».