Un estudio afirma que instalar paneles solares es más eficaz que plantar árboles en la lucha contra el cambio climático
Un equipo de investigación ha publicado un estudio en el que se llega a la conclusión de que los paneles fotovoltaicos son más eficaces a la hora de mitigar el cambio climático gracias a que reemplazan el uso de combustibles fósiles.
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Publicado: 24/11/2023 16:30
Es muy probable que las conclusiones del estudio publicado en la revista PNAS Nexus generen polémica. Pero lo cierto es que Rafael Stern, Jonathan Muller y sus colegas han llegado a la conclusión de que, cuando se trata de luchar contra el cambio climático, resulta más eficaz instalar paneles solares en la tierra que plantar árboles.
El estudio destaca la importancia de mantener el aumento medio de la temperatura global por debajo de 1,5 °C para preservar la estabilidad del sistema terrestre y apoyar la civilización humana.
Reducir la temperatura global
Con ello en mente, sus autores subrayan la necesidad de reducir de manera sustancial e inmediata las emisiones de carbono en el sector energético y mencionan que la generación de electricidad fotovoltaica (PV) con bajas emisiones de carbono puede contribuir, pero tiene limitaciones en capacidad y requiere infraestructuras a gran escala.
Paralelamente, plantean que la restauración forestal, a través de la forestación de tierras no boscosas y la reforestación de bosques agotados, puede complementar los esfuerzos de mitigación del cambio climático al eliminar activamente el carbono atmosférico. Sin embargo, tanto los proyectos fotovoltaicos a gran escala como los de forestación pueden competir por la tierra disponible.
El documento resultante de una investigación realizada en el Valle de Aravá y en el Bosque de Yatir, ambos en Israel, destaca que las tierras secas, que constituyen una gran proporción de la superficie terrestre, han atraído la atención para proyectos de forestación debido a la disponibilidad de grandes áreas no boscosas.
No obstante, también podrían albergar campos fotovoltaicos a gran escala, aprovechando condiciones como baja nubosidad y alta insolación. No obstante, se plantea la dificultad de decidir entre la generación fotovoltaica local y la concentración en tierras secas, señalando que ambas opciones tienen desafíos logísticos y de uso de la tierra.
Además, el estudio menciona que cubrir tierras secas con paneles fotovoltaicos o bosques puede aumentar la temperatura de la superficie al oscurecer la superficie. Eso contrarresta los beneficios de la reducción de emisiones de carbono a través de la generación fotovoltaica o la absorción de carbono en bosques.
¿Mejor plantar árboles o instalar paneles solares?
El equipo de investigación ha estado trabajando en dos emplazamientos principales. Por un lado, el valle de Aravá, una región extremadamente árida de Israel en la que se realizaron mediciones de albedo superficial (capacidad de la superficie para reflejar la radiación solar) generado por una granja solar.
Un albedo bajo significa que la superficie absorbe más radiación solar en lugar de reflejarla, lo que puede contribuir al calentamiento de la superficie y la atmósfera. En contraste, un albedo más alto indica que la superficie refleja más radiación solar, ayudando a mantener temperaturas más frescas.
Por otro lado, se midieron los datos de forestación en una estación de investigación situada en el Bosque de Yatir, situado al norte del Desierto del Néguev.
Con estos datos, los autores del estudio calcularon el tiempo necesario para equilibrar la reducción del albedo con respecto a la supresión de emisiones de carbono en la generación de energía fotovoltaica o mediante la captura de carbono por parte de los árboles.
A grandes rasgos, el resultado fue que, en tierras áridas o semiáridas, las granjas fotovoltaicas alcanzan el punto de equilibrio y comienzan a compensar el albedo bajo tras 2,5 años, unas 50 veces más rápido que la forestación. En tierras húmedas, la diferencia no es tan elevada (20 veces), pero los paneles solares siguen teniendo ventaja con respecto a los árboles.
Todo esto sucede a pesar de que la forestación de tierras secas resulta sumamente eficaz a la hora de disipar el calor de la superficie y enfriar localmente la misma.
En cambio, la energía fotovoltaica es aproximadamente 100 veces más eficiente en la mitigación del carbono atmosférico en comparación con la forestación.
Aunque este análisis se centra en la perspectiva del forzamiento radiativo climático y destaca la ventaja clara de la estrategia fotovoltaica sobre la forestación, también reconoce que ambos enfoques deben combinarse y complementarse, considerando la importancia de los bosques en la provisión de servicios ecosistémicos, la regulación del clima y servicios sociales.