Jaime Alguersuari: Helmut Marko, cuando pudo ser piloto de Lotus y cómo se rompió su amor por las carreras
La vida del expiloto catalán y actual músico ha dado un giro de 180 grados desde sus inicios en el automovilismo, cuando fue señalado como próxima estrella español de la Fórmula 1. Jaime Alguersuari ha contado su historia.
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Publicado: 17/10/2023 09:30
La trayectoria de Jaime Alguersuari en la Fórmula 1 fue mucho más breve de lo esperado. Y también de lo merecido. Pero el expiloto catalán, ahora con 33 años, tomó la decisión de apostarlo todo a Red Bull, y salió perdiendo.
Los resultados de Alguersuari en las categorías inferiores fueron variopintos, pero su victoria en la Fórmula 3 británica, buenas actuaciones en la Fórmula Renault 3.5 y el despido prematuro de Sebastien Bourdais en Toro Rosso le llevaron a la Fórmula 1.
Helmut Marko, duro, pero necesario
Cuando en 2005, con 15 años, Jaime Alguersuari se comprometió con el Red Bull Junior Team, selló su destino y comenzó a conocer cómo era trabajar con Helmut Marko.
El austriaco siempre ha tenido fama de duro, incluso cruel, pero Jaime Alguersuari considera que era lo que había que hacer para forjar campeones.
«Siempre hubo mucha presión por parte de Helmut, pero creo que me ayudó mucho», comienza explicando Alguersuari en una entrevista concedida a la web oficial de la Fórmula 1. «Mucha gente critica a Helmut por sus modales, pero creo que es lo correcto. Al final, Red Bull está pagando por tu carrera, están poniendo mucho esfuerzo e inversión en ti. Si te conviertes en piloto de F1 y tienes la oportunidad de pilotar un coche ganador, tienes que ganar».
La oportunidad de Jaime Alguersuari para meter la cabeza llegó en 2009, cuando se encontraba compitiendo en la Fórmula Renault 3.5 después de haber ganado la Fórmula 3 británica el año anterior.
Toro Rosso prescindió de Sebastien Bourdais a mitad de temporada y Red Bull decidió que Alguersuari debería ser su reemplazo, convirtiéndolo en el piloto más joven de la historia con 19 años y 125 días, un récord que por ahora sólo han superado Max Verstappen, Lance Stroll y Lando Norris.
«Todo fue una estrategia de Red Bull», recuerda Jaime Alguersuari. «Querían que ganara experiencia para 2010, y la forma en que querían hacerlo era simplemente ascendiéndome a mitad de la temporada, terminando carreras y tratando de obtener esta curva de aprendizaje. Fue muy difícil, pero creo que hubo algunos aspectos positivos, y obviamente se pudo ver mucho más en 2010».
Jaime Alguersuari, piloto de Fórmula 1
Tras media temporada muy complicada, en la que completó ocho Grandes Premios con cinco abandonos y un 14º puesto como mejor resultado, llegó el momento de vivir la experiencia completa, desde el inicio.
«En 2010 tenía las cosas mucho más en mis manos, mucho más bajo mi control. En la clasificación estaba mejorando mucho y sentí que estaba tocando el límite del coche, teniendo muchas más sensaciones y sintiéndome mucho más cómodo en el ecosistema de la F1», señala Alguersuari sobre la que fue su primera temporada completa en la categoría reina.
Una temporada en la que puntuó en tres carreras: Malasia, España y Abu Dhabi, terminando con cinco puntos por los ocho de Sebastien Buemi, su más experimentado compañero.
«A pesar de que sentí que había algo más por venir, creo que había una clara curva de crecimiento, claramente se podía ver. Estaba muy contento conmigo mismo, me sentía fuerte, me sentía más seguro y todo venía cada vez mejor», rememora.
Jaime Alguersuari afrontaba 2011 con total confianza y que Toro Rosso diera un paso adelante también ayudó a su evolución. El catalán completó una temporada satisfactoria, sumando 26 puntos y mejorando los 15 conseguidos por Buemi.
«Estábamos luchando con Mercedes en ese momento y les estábamos ganando, yo le gané a Michael Schumacher y Nico Rosberg. Estábamos haciendo un buen trabajo. Con ese coche, y el rendimiento que pedíamos, no podíamos esperar algo mejor. No podíamos ganar una carrera, y si la gente pensaba que podíamos, estaban muy equivocados», explica un Jaime Alguersuari que no imaginaba en ese momento lo que iba a suceder.
Y es que, a mediados de diciembre y con la temporada ya terminada, Red Bull tomó la decisión de reemplazarlo a él y a Buemi para 2012, dando la oportunidad a Daniel Ricciardo y Jean-Eric Vergne
«Todo era muy extraño», dice Alguersuari sobre la situación. «Recibí una llamada telefónica de Franz Tost que duró un minuto. Me dijo que tenía malas noticias, que Red Bull ya no apoyaba a ambos pilotos, eso es todo. Llamé a Helmut... Pensé que era una broma, como, “¿Qué está pasando aquí?”, y me dijo que no podía hacer nada al respecto».
«Sé que la decisión no se basó en los resultados ni en una decisión deportiva. Era otra cosa, pero no sé qué. Fue una lástima porque estos chicos eran mi familia y me habían apoyado desde que tenía 15 años. Nunca esperé que la forma en que se despidieron fuera así», lamenta Alguersuari.
Sin embargo, no pierde de vista lo mucho que hizo Red Bull por él. «Tengo que decir que todavía estoy muy agradecido por lo que hicieron, porque me dieron la oportunidad de convertirme en piloto de F1, me dieron la oportunidad de pilotar para Toro Rosso y tener una aventura maravillosa en mi vida, viajar por el mundo, conocer a tanta gente diferente y estar en la F1».
La oferta de Lotus y la frustración creciente
El hecho de que Red Bull tardara tanto en tomar la decisión de despedir a Alguersuari supuso el fin de su carrera como piloto de Fórmula 1.
De hecho, el catalán cuenta que semanas antes había tenido la oportunidad de fichar por el equipo Lotus, antes Renault, para acompañar a Kimi Räikkönen en la temporada 2012.
«Recibí una oferta de Eric Boullier, porque Kimi volvía de los rallies y querían que fuera su compañero de equipo. Querían que firmara en Abu Dhabi y no firmé porque pensé: “Estoy haciendo un buen trabajo en Toro Rosso”. Esperaba poder convertirme en piloto de Red Bull tal vez el próximo año, o en dos años. Mi temporada fue muy bien, así que ¿por qué debería preocuparme por mi lugar?», reflexiona Alguersuari.
Aquella temporada, Lotus acabó cuarto en el campeonato de constructores, con Räikkönen sumando siete podios y Romain Grosjean, quien finalmente se subió al coche, obteniendo otros tres. Mientras, Alguersuari presenciaba desde los circuitos lo que se estaba perdiendo.
«Me sentí muy frustrado por la situación, esa es la palabra. No sabía cómo afrontarlo. Recibí una llamada de la BBC, así que estuve en los circuitos para ellos en 2012, haciendo comentarios sobre las carreras de F1, pero sufrí mucho», lamenta Alguersuari.
«No entendía cómo había pilotos a los que había vencido toda mi vida, había hecho mi mejor temporada, acababa de decir que no a un contrato con Lotus, y luego, de repente, estaba fuera de la F1».
Posteriormente, Alguersuari intentó reconducir su carrera y pasó a formar parte del programa de desarrollo de Pirelli. Mientras, otros equipos seguían interesados en él, pero sólo si aportaba patrocinio.
«Recibí una llamada telefónica de Paul Hembery, de Pirelli. Hice pruebas de neumáticos para ellos, lo cual fue bueno, porque logré estar de vuelta en el coche, obtener algo de kilometraje, entender los neumáticos», cuenta el barcelonés.
«Recibí algunas llamadas telefónicas de otros equipos, y estaban interesados en que pilotara para ellos. Pero me pedían dinero, que no tenía, así que no pude volver a la F1», lamenta.
De las carreras a la música
Con las puertas de la Formula 1 cerradas, Alguersuari probó suerte en las carreras de Fórmula E y GT, pero ninguna de sus experiencias podía compararse a lo que había experimentado en la F1, lo que lo llevó a una espiral descendente que finalmente lo hizo perder el amor por el deporte que una vez le apasionó.
«Esperaba correr por diversión, pero no me divertí, esa es la cuestión. No disfruté corriendo después de la F1. Mi cabeza estaba distorsionada con todo lo que sucedió, así que por eso lo dejé», explica. «Mi cabeza y mi cuerpo no estaban preparados para nada más... Pensé que estaba diseñado para estar en la F1 por la forma en que Red Bull me trató, o me diseñó, para ser un campeón».
«Todo mi respeto a los pilotos de GT, porque sé que es una categoría muy difícil con muchos grandes pilotos, pero simplemente pensé que no pertenecía a eso. Una vez que no estás motivado por algo, no vas a hacer un buen trabajo ni vas a sacar lo mejor de ti. Sólo quería dar por terminado el día», reconoce.
En aquel momento, Alguersuari comenzó una terapia y, cada vez que hablaba de automovilismo, su terapeuta notaba que era pesimista. Pero cada vez que hablaba de la música, se le iluminaban los ojos.
Alguersuari ya había estado produciendo música mientras competía, pero su salida de la F1 le proporcionó el tiempo necesario para intensificar esos esfuerzos y, cuando decidió alejarse del automovilismo en su conjunto, pudo volcar toda su energía en la nueva aventura.
Entonces fue cuando nació DJ Squire (un guiño a su segundo apellido, Escudero), y tiempo más tarde su propio sello musical, Anims. «La música estaba ganando mucho espacio en mi vida, estaba produciendo temas y empezando a sacar discos en sellos pequeños, consiguiendo mis primeros shows», dice.
«Pensé que si tenía que hacer el cambio tenía que ser ahora y no cuando tuviera 40 años, porque necesitas construir una carrera musical, necesitas invertir mucho tiempo en el estudio haciendo música, y estar en la industria es como otra carrera de carreras».
«Obviamente es un proceso lento, porque hay mucha competencia, mucha gente experimentada y mucha buena música, pero ha sido muy divertido, agradable y lo estamos construyendo. Tengo muchos proyectos en marcha, estoy muy contento de cómo van las cosas y tengo muchas ganas de que llegue el futuro», concluye.
La trayectoria de Jaime Alguersuari terminó tras 46 Grandes Premios, 11 abandonos, 31 puntos y la sensación de que pocas cosas fueron como deberían. Una historia que acabó con un corazón roto, el de las carreras. Y una ilusión, la de la música, que tomó las riendas para llenar ese vacío.