Jean Todt, con la mente dividida entre Schumacher y Bianchi
El presidente de la FIA está doblemente preocupado y triste por los accidentes sufridos por Michael Schumacher el pasado diciembre y Jules Bianchi hace dos semanas. Con el ex piloto de Ferrari mantiene una gran amistad y con el de Marussia, además del trato personal, le une la responsabilidad y el dolor de su hijo.
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Publicado: 20/10/2014 10:30
El mundo de la Fórmula 1 sigue conmocionado por los gravísimos accidentes con lesiones de cabeza que han sufrido en los últimos tiempos dos de sus héroes: Michael Schumacher y Jules Bianchi. Una de las personas que más trato ha tenido con los dos pilotos, y que por tanto más está sufriendo, es Jean Todt. Con el alemán mantiene una estrecha amistad desde que compartieron éxitos –y fracasos- en Ferrari, y con Bianchi tiene unión personal y también profesional. El francés habló en La Gazzetta dello Sport de la batalla que continúan disputando tanto Jules como Michael.
Con Michael Schumacher ganó cinco campeonatos de pilotos y seis de constructores, y guarda una gran relación desde que coincidieron en Ferrari. El ‘Kaiser’ tuvo un accidente mientras practicaba esquí el pasado diciembre y aún hoy sigue intentando recuperar una vida normal. Todt es de las pocas personas fuera de su familia a quien se permite conocer el estado del heptacampeón: “Le vi hace pocos días. Tiene una esposa y una familia increíbles. La batalla continúa. Con él se trata de una amistad, mucho afecto. Antes de empezar a ganar, sufrimos mucho juntos, y eso nos volvió más cercanos. En los momentos de necesidad ves a tus amigos”.
El representante de Jules Bianchi es Nicolás Todt, hijo de Jean. El presidente de la FIA se encuentra en una delicada situación: “Tengo que dividir mi mente en dos: mis sentimientos y mi responsabilidad como presidente. Veo a mi hijo devastado por el hecho de que alguien a quien ve como un hermano esté en esa situación. Una sucesión de acontecimientos provocó el accidente. Parece algo simple, pero el destino puede llevarnos a consecuencias dramáticas”. Sobre lo ocurrido en Suzuka, Todt pide cautela: “He creado una comisión para investigarlo, y vamos a esperar para sacar conclusiones, por eso dejo que se explique el director de carrera".
Además del dolor personal sobre Bianchi, Todt sigue preocupado por su responsabilidad como presidente del máximo organismo del automovilismo. Su máxima obsesión es seguir mejorando la seguridad en este deporte: “Nunca hay que dar por sentado nada ni relajarnos cuando hablamos de seguridad. La gente ha visto accidentes terribles durante muchos años con los pilotos saliendo andando, y comenzaron a pensar que era normal salir ileso de un accidente a 200 km/h. Pero no, no era normal, era un milagro. Detrás de todo esto ha habido un trabajo increíble, pero no existe la seguridad al 100% en nuestro deporte”.
Mientras tanto, Bianchi sigue en Japón luchando por su vida y Schumacher en su domicilio intentando recuperar, casi un año después, una vida más o menos normal. Y Jean Todt con sus pensamientos divididos entre los dos.
Fuente: James Allen