La pelea va a estar aquí (parte 1)

Si ya padeces presbicia, eres de los que conoces el programa de televisión La Bola de Cristal. Aquella que presentaba la cantante Alaska era la que funcionaba, porque las de los teleadivinos nocturnos, cartomantes y magos de cacafú no funcionan ni en la vida real ni en la Formula 1.

La pelea va a estar aquí (parte 1)
Lewis Hamilton, piloto de Ferrari

9 min. lectura

Publicado: 26/02/2025 18:20

Adivinar el futuro es imposible, ni con bola ni sin ella. El devenir de lo que ha de llegar no se puede predecir, pero como las tormentas o las DANAs, sí se pueden prever. Esta noche te acostarás cuando caiga el sol, por la mañana te levantarás legañoso y en silencio, y después caerá un café, un té, un Colacao, o un vaso de leche con casi total seguridad. Eso no es adivinar, es observar lo que llevas haciendo años, y lo que generará un eco reconocible en el futuro.

En el cenit de la velocidad planetaria, uno de sus ingredientes clave es la imprevisibilidad. Es una de las razones por las que la seguimos: porque no sabemos lo que va a ocurrir. Pero el pasado deja pistas acerca de la situación en la que están todos, y puedes hacer un cálculo de probabilidades.

Apenas hemos visto unos colores, unas pegatinas, y algún que otro coche sobre el asfalto en tandas sin tiempos. Pero sin necesidad de más, ya se puede hacer una previsión de por dónde pueden ir los tiros este año, de acuerdo con las tendencias, trazas dejadas en el aire, y predisposición de los concursantes.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Lewis ha querido hacer con un Ferrari lo que hacía con un Mercedes

Migas de pan

Jugar al apriorismo es arriesgado, pero hay señales bien claras en varios sentidos, con diversos puntos de interés. No se puede saber qué van a hacer unos y otros, pero sí de dónde parten y cuáles pueden ser sus primeros pasos. Salta a la vista que en una temporada de muy limitados cambios regulatorios, el reflejo en parrilla debería ser mínimo, y con desviaciones de orden menor, aunque siempre puede saltar la sorpresa.

En 2024, los coches que accedieron a lo más alto del podium fueron Red Bull, Ferrari, McLaren y Mercedes. Las victorias de 2025 se las van a repartir los mismos, con algún que otro cambio en la jerarquía, basado en el razonamiento de los datos disponibles, la tendencia y la trayectoria.

El equipo que puede brillar en especial este año es Ferrari, y hay varias razones para pensarlo. A los italianos se les suelen atragantar los cambios, y sus periodos de mayor brillo tienden a llegar cuando hay una prolongada estabilidad regulatoria. Es como si sus mecanismos internos requirieran de cierto periodo de madurez.

La llegada de Frederic Vasseur ha instalado otro espíritu en Maranello, las cosas han adquirido otro tono, y esto se refleja en que el año pasado dejaron atrás a todos menos a McLaren, con los que batallaron hasta la última carrera. Los británicos se llevaron el entorchado del dinero con un diferencial de catorce puntos, y un detalle añadido: Lando Norris fue escoltado por dos pilotos vestidos de rojo en el último podium del mundial. Carlos Sainz y Charles Leclerc acumularon más puntos que ningún otro equipo en la prueba final del calendario.

De izquierda a derecha, Frédéric Vasseur, Lewis Hamilton y Charles Leclerc

Un adiós doloroso

Del cavallino salió, no sin cierto dolor por ambas partes, un discreto en lo mediático pero muy eficiente sobre el asfalto, Carlos Sainz. El madrileño estuvo al nivel requerido en la mejor temporada de su carrera, pero el brillo de los siete títulos y el aura de campeón de Lewis Hamilton acabaron de convencer a los amos del cortijo encarnado. Vasseur, que fue su jefe en categorías inferiores, dio el visto bueno, y a partir de ahí, a correr. La algarabía montada en Fiorano el día de su estreno fue de las que hacen época; hacía años que no se veía semejante barullo.

El espaldarazo mediático de Sir Lewis está siendo brutal, pero hace falta igualarlo en lo deportivo y esto es algo más complicado. El inglés Lewis solo ha corrido en equipos ingleses, en un entorno inglés, y que solo se expresa en la lengua de Shakespeare, la inglesa. En Ferrari no es que el idioma sea otro, es que todo es otro. La filosofía, el significado, la historia, el pasado, y todo lo demás. Estas circunstancias, al final, siempre se acaban proyectando sobre los coches.

Ha trascendido que sus tiempos en Fiorano con el monoplaza de hace dos años, y más tarde en test con el actual, arrojaron tiempos no discretos sino directamente malos. No ha de hacerse demasiado caso a esto. Se desconocen condicionantes en pruebas sin la búsqueda de registros, sino al más básico de los contactos, con unos frenos nuevos, un volante diferente, y una respuesta alternativa a lo conocido. Pero se desvela algo sencillo: el ADN del coche es otro.

A la vejez, el traje a medida

Dicen que a los pilotos con más experiencia, los talluditos y con escamas de cocodrilo en la espalda, les cuesta adaptarse a coches que no son los ideales para ellos. Lewis no necesita un coche rápido, sino un coche adecuado a sus deseos, y él ya lo hará rápido. Los someros test fuera de temporada del británico hace sospechar algo sencillo de entender: ha querido hacer con un Ferrari lo que hacía con un Mercedes.

Equipo nuevo, coche distinto, diseño dispar, y respuesta alternativa requieren un trato diferente. Esto es algo que le va a pesar durante la primera mitad de la temporada, y Charles Leclerc sacará ventaja de su experiencia como interno desde 2019, cuando sustituyó a Kimi Räikkönen. La pelea por el título de constructores, que se les quedó a tiro de piedra en 2024, dependerá un poco de los resultados en el primer tercio de temporada.

Si se ven con posibilidades, echarán el resto hasta el final, en persecución de su primer título en diecisiete años. Será gloria, será dinero, y será la certificación de que el fichaje de Hamilton fue un acierto, y con ello, una medalla colgada en el pecho de los que tomaron esta decisión.

Si esto ocurre, el desarrollo del coche de 2026 sufrirá y sus miras estarán puestas en 2027. Si no ocurre, si alguien les da unos cuantos domingos, se pondrán con el SF-26 lo antes posible y vegetarán hasta acabar el año. Los más proclives a plantarles cara son los defensores del título, McLaren.

(Y pasamos a la segunda parte de esta viruta)

Este artículo trata sobre...

Pixel