Liberty priorizará el reglamento y el límite presupuestario sobre el reparto de beneficios

Ross Brawn admite que hay prioridades a la hora de acordar con los equipos algunos de los objetivos fijados para 2021. El exdirector técnico de Ferrari insiste en premiar la herencia deportiva de la marca italiana, pero sólo de un modo que no corrompa la competición.

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Publicado: 05/04/2019 13:30

El tiempo corre y cada vez está más cerca la fecha límite del 30 de junio para aprobar los cambios que Liberty quiera implementar para la temporada 2021 sin tener que contar con el apoyo unánime de los equipos de la parrilla.

Aunque los actuales gestores de la Fórmula 1 podrían optar por imponer sus preferencias, prefieren alcanzar el mayor consenso posible y por ello Chase Carey, Sean Bratches y Ross Brawn siguen trabajando para alcanzar un acuerdo global que deje descontentos al menos número de equipos posible, ya que han asumido desde hace tiempo que será imposible satisfacer las demandas de todos.

Pero, tras más de un año de trabajo, las cosas siguen sin avanzar como sería deseable y por ello Ross Brawn admite que se han establecido ciertas prioridades. “El reglamento técnico y deportivo son finitos, tienen que estar listos a tiempo para 2021. También debe haber un nuevo sistema de gobierno a tiempo para esa fecha, al igual que el límite presupuestario”, explicó el actual director deportivo de la Fórmula 1.

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En cambio, el nuevo sistema de reparto de beneficios que pretende equilibrar las cantidades económicas que cada equipo recibe para así fomentar una competitividad más pareja, puede retrasarse. Nos gustaría tener listo para 2021 el sistema de reparto de beneficios, pero todos sabemos que en el pasado ha sido una fecha límite relativa. En muchas ocasiones a lo largo de mi carrera, los acuerdos comerciales se han retrasado o alargado a lo largo del tiempo”, recordó.

Ferrari es el principal escollo para un acuerdo en lo que respecta a un reparto de beneficios más equitativo.

Liberty pretende dar más poder a los equipos modestos a costa de restarle músculo económico directo a los grandes, pero niega que las grandes marcas dejen de ser importantes para ellos. “Los equipos saben que debemos salvarlos de ellos mismos. Queremos lo mejor para seguir teniendo éxito, pero no queremos que siga habiendo equipos dominantes, sino una parrilla más apretada y una competición lo más justa posible. Todavía queremos a los grandes y a los nombres, pero todo eso se puede mantener por menos dinero y con una competición más entretenida”, apuntó Brawn.

El principal escollo es Ferrari y los 72 millones de euros fijos que recibe anualmente en concepto de contribución histórica a la Fórmula 1, firmado en su día por Bernie Ecclestone y a lo que la casa italiana no desea renunciar.

Ross Brawn no pretende negarle a Ferrari su trascendencia histórica en la categoría, pero afirma que debe encontrarse un modo de no perjudicar al resto de competidores. “Debemos reconocer la posición de Ferrari en la Fórmula 1, son el equipo más antiguo, han estado desde el principio. Son la mayor marca, he trabajado en Ferrari durante diez años y entiendo la importancia que tienen. Pero debe ser razonable, equilibrado. Debemos respetar a Ferrari sin que la competición se corrompa. Creo que lo haremos”, concluyó.

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