Luca de Meo: «Alpine en la Fórmula 1 se convertirá en el Ferrari francés»

Durante sus años más gloriosos, Renault se convirtió en un equipo muy apoyado por los franceses, que en cierto modo también adoptaron a Fernando Alonso y Flavio Briatore como suyos.

Sin embargo, la gestión de la marca francesa después de aquello, y el desvanecimiento del país como potencia en la Fórmula 1, acabaron con dicho sentimiento. Desde entonces, los resultados no han acompañado y ni Renault ni Alpine han logrado reenganchar a los franceses.

Alpine F1, herramienta clave para el futuro de la marca

Uno de los objetivos principales que Luca de Meo se ha marcado desde su llegada a la dirección del Grupo Renault es convertir a Alpine en una marca deportiva de prestigio que simbolice la excelencia francesa.

Y una parte capital de dicho objetivo es el equipo de Fórmula 1, que puede convertirse en una herramienta de marketing muy poderosa.

Es indudable que, tras dos años y medio de presencia en la categoría, Alpine ha ganado impacto mediático, pero también lo es que los objetivos deportivos no se están cumpliendo y eso hace que el interés de los aficionados franceses no termine de arrancar.

Alpine tiene que convertirse en un símbolo nacional

Recientemente, Luca de Meo ha tomado medidas y ha renovado casi por completo la cúpula directiva de Alpine F1, ordenando la salida de Laurent Rossi y propiciando también la marcha de Otmar Szafnauer y Alan Permane.

La causa principal es que Luca de Meo considera que Alpine está tardando demasiado en llegar a la cima de la Fórmula 1 y las personas que lideraban el equipo no eran las adecuadas.

De hecho, en una entrevista reciente concedida a Sky Sports, el dirigente italiano no sólo no rebaja las expectativas de Alpine en la Fórmula 1, sino que las eleva a cotas difíciles de creer.

«Alpine en la F1 se convertirá en el Ferrari francés», afirma Luca de Meo, que culpa a los resultados del equipo de que ello no haya sucedido aún.

«En Francia este deporte no es apasionado. La razón es que los franceses no tienen un símbolo al que animar como Ferrari lo es para Italia. Nuestro objetivo con Alpine es vincular los colores con la pasión», reitera.

Luca de Meo va más allá y pone como ejemplo una de las medidas estrella tomadas durante su presencia en el Grupo FIAT años atrás. «Un poco como cuando volvimos a proponer el FIAT 500: fue un gancho para atar a las personas a su historia. Porque la gente debe estar implicada».

El tiempo dirá si Alpine tiene la capacidad de convertirse en un símbolo de Francia, pero lo que es indudable es que aún tiene mucho camino por delante para conseguirlo.