Maldonado¿Peligra el futuro de Pastor Maldonado en F1 tras la muerte de Hugo Chávez?

Cuando Nicolás Maduro anunció el fallecimiento de Hugo Chávez, muchos aficionados a la Fórmula 1 miraron hacia Pastor Maldonado. Pocos deportistas se han identificado tanto con la llamada revolución bolivariana que el mandatario llevó a cabo durante los últimos años en Venezuela. La fulgurante carrera de Maldonado llegó envuelta de la bandera tricolor, el grito incesante de orgullo de Chávez a su espalda y, sobre todo, un suculento maletín de la empresa PDVSA, cuyas cifras se plantean en torno a los 30 millones de euros por temporada.

Maldonado, por su parte, no ha ocultado nunca su pasión por la revolución y su devoción por su líder. Sólo hace falta hacer un repaso a su 'timeline' en twitter para darse cuenta de que el piloto está muy afectado por la pérdida de Chávez. Y, por supuesto, en el recuerdo queda su ya famoso discurso al lado del comandante y el "estamos venciendo":

PDVSA es una empresa nacional de Venezuela. Este dato no es baladí, sino que implica que cualquier decisión que deba tomarse desde su junta directiva debe contar con el apoyo del parlamento venezolano. Su nombre aparece desde la llegada de Maldonado a Williams en el monoplaza del equipo británico, en este 2013 en el alerón trasero, a cambio de convertirse en su principal patrocinador.

A efectos prácticos, para una empresa que cotiza en bolsa, la inversión que PDVSA hace en Williams supone uno de sus mayores y más fijos sustentos. Obviamente, la petrolera nacional venezolana está en Williams por y para Maldonado: en el momento en el que el piloto no esté en el equipo, su dinero y su nombre saldrán por la puerta de la factoría de Grove.

Con el 'chavismo' sí, pero con la oposición...

El acuerdo entre Williams y el gobierno venezolano ya causó polémica en 2011, cuando se filtró su contenido a la prensa. En él, se establecía una validez hasta 2015, siempre sujeto al rendimiento del piloto. En caso de que el equipo considerara que Maldonado no está a la altura, puede rescindir su contrato de manera unilateral, pero avisando antes a PDVSA para que designaran a otros candidatos. Este acuerdo, además, generó muchos comentarios entre la oposición al gobierno bolivariano por la forma en la que se firmó, sin pasar los pertinentes trámites parlamentarios al tratarse de una empresa nacional.

Todo apunta a que, si en las elecciones que se convocarán en unas semanas en Venezuela, gana el partido liderado -de manera interina, de momento- por Nicolás Maduro, Maldonado no verá peligrar su futuro en la Fórmula 1.

Otro cantar sería en caso de que ganara la oposición, liderados por Henrique Capriles. El último rival político de Chávez ha sido designado como cabeza visible de la alternativa al continuismo de Maduro, y todo apunta a que, poco a poco y en caso de ganar, comenzaría una progresiva transición eliminando todo reducto del gobierno pasado. ¿Incluirían estas decisiones acabar con el desembolso, a fondo perdido, de PDVSA? Una incógnita.

Lo que es seguro es que, al menos, en 2013 no cambiará nada. Pastor Maldonado ejercerá de líder de Williams en pista, siempre que Valteri Bottas no dé una sorpresa mayúscula. Más allá... habrá que esperar a las urnas en Venezuela.