Max Verstappen lo da por perdido y Checo Pérez lanza un mensaje inquietante

Red Bull consiguió completar en 2023 la temporada más dominante de la historia, una en la que sólo se le escapó un triunfo, el de Carlos Sainz en Singapur.

Esto invitaba a pensar que el equipo anglo-austriaco mantendría su liderazgo al menos dos temporadas más, ya que el reglamento permanecerá estable hasta el próximo cambio fechado en 2026.

«Fue el coche más dominante de la historia. Y básicamente lo convertimos en un monstruo»

Sin embargo, todo ha cambiado significativamente durante la presente temporada, y tras decidir Red Bull llevar más allá el diseño de su monoplaza. Consciente de que a finales de la temporada pasada los rivales estaban más cerca, quiso aumentar su margen sobre el resto y presentó un RB20 aún más radical.

La errada predicción de Helmut Marko

Red Bull lleva varias carreras sufriendo, pero el Gran Premio de Países Bajos dolió especialmente, ya que Lando Norris se impuso con 22 segundos de ventaja tras pasar 18 vueltas de carrera detrás de Max Verstappen.

Pero Red Bull achacó dicho resultado a una configuración equivocada, con demasiada carga aerodinámica. Eso llevó a Helmut Marko a hacer una predicción totalmente errónea de cara al Gran Premio de Italia.

«Por supuesto, tenemos un duro trabajo por delante. Creo que estará muy cerca entre McLaren, Ferrari, Mercedes y nosotros. Una cosa es segura: no seremos derrotados tan claramente como lo fuimos recientemente en Países Bajos», señalaba el austriaco antes de la carrera en Monza.

Sin embargo, la realidad ha sido mucho más preocupante que en Zandvoort, pues los Red Bull finalizaron sexto y octavo, con Max Verstappen a 38 segundos del ganador, Charles Leclerc.

Un «monstruo» de coche

Las reacciones tras el varapalo de Monza no se han hecho esperar, y Max Verstappen ha sido el más duro. El piloto neerlandés no termina de entender cómo Red Bull ha llegado a este punto tras dominar con semejante solidez en 2023, e insinúa que llevaba tiempo avisando del problema.

«He dicho muchas cosas y ahora depende del equipo hacer muchos cambios en el coche porque, básicamente, pasamos de un coche muy dominante a un coche imposible de conducir en el espacio de, cuánto, seis a ocho meses», lamenta.

«Eso es muy extraño y sí, realmente necesitamos poner el coche patas arriba. Quiero decir, no importa dónde estemos en este momento, somos malos en todas partes, así que necesitamos muchos cambios», solicita Max Verstappen.

La casualidad ha querido que la confirmación de la marcha de Adrian Newey coincidiera con el inicio de la crisis de Red Bull. Pero Verstappen niega que tenga influencia. «Siempre he dicho que me hubiera gustado que Adrian se quedara, siempre, [pero] ahora no se trata de eso».

En cualquier caso, Verstappen tiene claro que todo el trabajo realizado con anterioridad se ha perdido por el camino, e incluso afirma que el de 2023 «fue el coche más dominante de la historia. Y básicamente lo convertimos en un monstruo, así que tenemos que darle la vuelta».

«Desafortunadamente, no tengo un título en ingeniería o aerodinámica, pero creo que di todo lo que puedo dar. Está bastante claro, para todos, lo que tenemos que hacer. Es sólo que ahora tenemos que darle la vuelta y no es fácil hacerlo muy rápido», añade, antes de anticipar que será imposible lograr el doblete una temporada más.

«En este momento ambos campeonatos no son realistas. El coche es inmanejable; Es un enorme problema de equilibrio el que tenemos. Y no es sólo a una vuelta, sino también en carrera», afirma consciente de que, si bien en el de pilotos cuenta aún con una ventaja de 63 puntos sobre Lando Norris, en el de constructores McLaren ya está a sólo nueve.

La revelación de Checo Pérez y Christian Horner

En Monza, Checo Pérez sufrió tanto como Max Verstappen, pero lo que sí cambió fue que el mexicano estuvo más cerca del neerlandés. En clasificación fue octavo a sólo 40 milésimas de su compañero, mientras que en carrera terminó en esa misma posición a 17 segundos del líder del Mundial.

La explicación que Checo Pérez da es que Max Verstappen ha comenzado a sufrir los mismos problemas que él lleva meses intentando solventar. «Realmente siento que estoy en el mismo barco que he estado en las últimas 10 carreras. Pero ahora, de repente, Max tiene problemas similares. Así que hay un poco de confusión. Pero en los datos está claro dónde está el problema».

Mientras, Christian Horner reconoce que el problema del Red Bull RB20 es básicamente aerodinámico, pues algo está provocando un desequilibrio muy intenso en el mismo.

«Todo el equipo está trabajando muy duro en ello. Parece que es un problema aerodinámico, y tiene que haber una solución aerodinámica para ello. Los chicos están trabajando increíblemente duro en la fábrica para solventarlo», apunta el director de Red Bull.

«Mirando la tendencia en las últimas seis o siete carreras, el rendimiento de McLaren ha cambiado mucho. Y si vamos a defender el título, tenemos que detenerlos y detenerlos rápidamente. No nos rendimos ante nada y lucharemos hasta el final. Ahora es en gran medida una pelea, de aquí a fin de año», concluye Horner.

Lo cierto es que este año muchos equipos están teniendo problemas para hacer funcionar sus actualizaciones aerodinámicas. Aston Martin es el caso más claro, pero otros como Ferrari, Mercedes, RB o Alpine han tenido también fases en las que las nuevas piezas no han funcionado según lo esperado.

Red Bull también, pero no ha sido el caso de McLaren, que ha pasado a tener el mejor coche de la parrilla, aunque eso no le haya permitido ganar todas las carreras por diversas razones.

«Sólo McLaren se salvó, todas las actualizaciones funcionaron para ellos», reconoce Helmut Marko que, a pesar de todo, no pierde la esperanza. «Somos autocríticos, pero tenemos mucha gente buena que puede cambiar las cosas».

Fotos: Red Bull Content Pool