McLaren afirma que en 2017 "algunas curvas se clasificarán como rectas"

El nuevo reglamento técnico de la Fórmula 1 para la temporada 2017 ha abierto la posibilidad de ver monoplazas mucho más veloces que en el pasado reciente, buscando destrozar los récords en circuito de los V10 que la reciente era V6 Turbo ya empezó a poner en cuestión, e incluso a batir en determinados circuitos. El principal aporte de esta mejoría en los tiempos por vuelta estará ligada a la progresión aerodinámica de los coches.

Con alerones más anchos y definidos, y un mayor apertura del reglamento en lo que a componentes aerodinámicos se refiere, se estima que la mejora de los tiempos estará entre los tres y los cinco segundos, dependiendo del circuito. Aunque el desarrollo sin limitar de los motores V6 tendrá su responsabilidad, la posibilidad de tomar curvas a velocidades inusitadas será la característica principal de estos nuevos coches, justo lo contrario que perseguía el cambio de 2014 en ese sentido.

El director técnico de McLaren, Tim Goss, es uno de los que tiene claro que estos cambios afectarán a la forma de enfocar la preparación de ciertos circuitos. En un artículo en la web del equipo, Goss comenta que, en determinadas curvas, se podrá ir a fondo cuando era algo impráctico hasta ahora, y que dichos giros dejarán de tener la consideración de curva para los ingenieros.

"Una de las consecuencias es que ya no se clasificarán algunas curvas como 'curvas'. Los ingenieros definen una curva como un punto del circuito en el que el piloto tiene que levantar el pie y esencialmente, pilotar el coche para atravesarla. Si pasa por una curva y el acelerador está pisado a fondo, lo clasificamos como una recta. Dado que los nuevos coches van a ser más rápidos, algunas de las curvas de 2016 serán clasificadas como 'rectas', pero, como van a ir más rápido en ellas, estarán sujetos a más fuerzas G, y eso sigue siendo cansado para el cuerpo".

"Es uno de los cambios más significativos que hemos tenido"

La exigencia física será uno de los factores fundamentales en las primeras carreras, y podría marcar diferencias, como aseveró recientemente Jolyon Palmer. Según Goss, "los pilotos dicen que estos coches serán más desafiantes, y que tienen que trabajar duro y concentrarse más para sacar lo mejor de ellos. La intención era hacer que los coches pareciesen muy agresivos y hacerlos más rápidos, aunque la Fórmula 1 ya estuviese en la cima del automovilismo en términos de pura velocidad, y más difíciles de conducir. Con ello no queremos decir que sean difíciles para los pilotos, si no que son más exigentes físicamente, para que salgan del coche habiendo tenido que trabajar duro, como han hecho en el pasado.

Goss sitúa el cambio entre los coches de 2016 y los de 2017 como "uno de los más significativos que hemos tenido", aunque especifica que los hubo mayores en el pasado: ("El cambio entre 1982 y 1983 del efecto suelo a los fondos planos tuvo un impacto enorme en el rendimiento"). Deja abierta la posibilidad de que exista un cambio en el orden establecido que beneficiaría a McLaren, y afirma que "lo que suele ocurrir entonces es que las escuderías mejor equipadas suelen volver a los primeros puestos".

Asimismo, apunta que los coches del año próximo entre sí "serán muy parecidos para una persona normal, pero los chicos de aerodinámica han estado batallando para corregir las estructuras de flujo a diferentes alturas de marcha durante meses. Hemos tenido que repensar muchas áreas zonas diferentes del coche, porque se han estado comportando diferente respecto a como lo hacían antes". En cuanto al aspecto, los califica de "más bajos y 'rechonchos'. Con un alerón trasero más bajo, neumáticos más anchos y un difusor grande, lucen muy bien".

Fotos: McLaren