McLaren obliga a Aston Martin a replantearse la que hasta ahora era su mayor convicción

La Fórmula 1 es una disciplina en la que nada es cómo empieza, ni tampoco cómo termina. De hecho, la temporada 2024 comenzó con un sólido dominio de Red Bull y parece que terminará con McLaren en lo más alto. Sin embargo, no está nada claro que uno de sus pilotos vaya a conseguir el campeonato.

Con tanta tecnología de por medio, la llamada «carrera de la evolución» es crucial y hace que la Fórmula 1 se mueva constantemente, y nada de lo que ocurre en un momento dado esté garantizado tres o cuatro meses después.

Y no cabe duda de que el equipo que mejor ha rendido en esta carrera paralela al Mundial es McLaren. Un equipo que ha sabido acertar más que nadie a la hora de actualizar y mejorar su monoplaza.

«Estábamos al mismo nivel que Mercedes al principio de la temporada, en las primeras carreras, y luego han ganado carreras»

El método McLaren

En el extremo contrario tenemos a Aston Martin, el equipo que más terreno ha perdido durante la temporada. Comenzó pugnando por la cuarta posición con Mercedes y ahora sufre para mantener a raya a Haas, Williams y RB.

Esta situación ha obligado a Aston Martin a replantearse sus métodos de desarrollo del monoplaza, especialmente teniendo en cuenta que McLaren ha adoptado una estrategia muy distinta a la del resto de equipos de la parrilla.

Mientras Mercedes, Ferrari, Red Bull y Aston Martin suelen optar por un sistema de desarrollo continuo repartido en pequeñas actualizaciones prácticamente en cada carrera, McLaren ha sido más conservador en este sentido.

El razonamiento de este enfoque es que los monoplazas de la generación actual, en la que prima el efecto suelo, son extremadamente sensibles a los cambios.

Por tanto, McLaren ha preferido realizar modificaciones de importancia en momentos concretos de la temporada y, desde ese momento, dedicarse a entender muy bien su comportamiento y a perfeccionar la puesta a punto del coche.

En cambio, el resto de equipos han implementado cambios de forma muy frecuente, viéndose obligados a revertir algunos de ellos por no entender bien cómo aprovechar su potencial o determinar que no eran aptos para todo tipo de circuitos.

Aston Martin duda de sus propios métodos

Este panorama ha hecho que Aston Martin ponga en duda su forma de hacer las cosas, algo que el propio Mike Krack ha reconocido recientemente.

«Estamos analizando bastante esto», admite el director de Aston Martin. «Si comparas el ritmo, y ves cuándo [McLaren] ha dado un paso —y puedes correlacionarlo con algunas mejoras declaradas, ya que nunca tenemos la imagen completa—, hay una correlación en la que puedes decir: “Está bien, esto es lo que se ha cambiado, y lo que potencialmente ha hecho”».

«Cuando ves, por ejemplo, la actualización de Zandvoort, es un poco aquí, un poco allá. Ves lo finos y complejos que se han vuelto estos coches, así que creo que sería una tontería no analizarlos», prosigue.

El ingeniero luxemburgués también reconoce que Aston Martin no ha sabido seguir el ritmo de evolución del resto de sus rivales, no sólo de McLaren. Y, para ello, pone como ejemplo al equipo Mercedes.

«Estábamos al mismo nivel que Mercedes al principio de la temporada, en las primeras carreras, y luego han ganado carreras. Por lo tanto, es posible dar pasos sustanciales con esta reglamento si se logra que el coche sea estable y se comporte de la manera que los pilotos quieren», argumenta.

«No hay una carrera pura por la carga aerodinámica, como solía ser en el pasado. Lo realmente complicado ahora es que se trata más de conseguir la estabilidad, pero también el equilibrio y la carga, obviamente», concluye Mike Krack.

Tras 18 grandes premios, y con seis más por disputar, Aston Martin es quinto en el campeonato de constructores gracias a los 86 puntos que ha logrado hasta el momento. Una cifra, sin embargo, muy escasa en comparación con los 329 puntos de Mercedes, que es cuarto en la clasificación.

Fuente: Motorsport.comFotos: Aston Martin Racing