Mclaren copia a Red Bull en el último momento

El equipo Mclaren apostó, casi como cada año, por un paquete demasiado revolucionario. Si bien es digno de admiración la capacidad de este equipo para crear diseños arriesgados, despuntándose de este modo, del resto de favoritos, loo cierto es que esta pretemporada, su excesiva ambición les ha costado muy caro, pues apenas han podido rodar durante los tests invernales.

La culpa de esta falta de competitividad, unida a la falta de fiabilidad, ha hecho perder muchos km y mucho tiempo al equipo, por no poder estar en pista lo suficiente. Trajeron un atractivo sistema de escapes, el cual ha resultado ser su gran quebradero de cabeza este invierno.

Finalmente, Martin Whitmarsh decidió parar este proyecto, e ir a lo seguro, para ganar en fiabilidad y competitividad. "Hemos perdido demasiado tiempos con estos problemas. El enfoque era el correcto, pero el proyecto demasiado ambicioso. Por eso me he decidido por concentrarnos al inicio de esta temporada en una solución que funciona seguro", así Whitmarsh.

En los últimos tests de Barcelona, aún estaban probando una solución demasiasdo conservadora, mediante la cual, los gases del escape soplan hacia la parte superior del difusor. Con esta solución, los problemas a los que se tuvieron que enfrentar Hamilton y Button fueron a la falta de grip.

Para el nuevo sistema de escapes, los de Woking quieren seguir los pasos de Red Bull: en el RB7, los escapes soplan lo más cerca posible a las ruedas traseras, con lo que el flujo de aire es dirigido bajo el suelo hacia el difusor. Este nuevo sistema, basado en el sistema de Red Bull, pretende dar a Mclaren un segundo. Hamilton espera que la distancia respecto de la cabeza, no sea mayor a 8 décimas en Australia, algo que puede recuperarse mediante actualizaciones, pero si la distancia es mayor, entonces la lucha por el título se puede hacer cuesta arriba ya desde la primera carrera del año... en cualquier caso, queda poco para comprobarlo.