GP AustraliaMemorias de Australia 1997: McLaren inicia su edad moderna
El Gran Premio de Australia de 1997 fue, para McLaren, el inicio de una nueva era. Por primera vez, debido a su patrocinador West, lucían sus ya tradicionales colores negro y plateado. David Coulthard conseguía la primera victoria de los de Woking desde 1993 (50 carreras), que era a su vez el primer triunfo de la larga y victoriosa unión McLaren-Mercedes.
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Publicado: 12/03/2015 22:00
Si uno se planta en Melbourne en marzo de 1997 y echa un vistazo a la parrilla, muchas cosas le parecerían nuevas. Lo primero que le llamaría la atención sería ver al por entonces vigente campeón, Damon Hill, montado en otro coche diferente al Williams. Era el Arrows Yamaha, perteneciente a un equipo que no sabía lo que era ganar una carrera en Fórmula 1 y cuyo último podio databa de 1989. Hill llevó el número 1 a una escudería humilde para sorpresa de todos. Ese mismo día, en la segunda edición del Gran Premio de Australia que acogía Melbourne, debutaban dos pilotos: Jarno Trulli y Ralf Schumacher. Además, también había novedades en cuanto a escuderías, con Stewart Ford debutando en Fórmula 1, Ligier transformado en Prost GP y la mítica Lola volviendo a la máxima categoría del automóvil para durar solo la jornada de clasificación, en la que quedaron fuera del 107% (a 11 y 12 segundos de la pole), sin poder correr el domingo. Visto y no visto.
Si esa persona mirara a los coches, le sorprendería ver que algunos montaban neumáticos Bridgestone, marca que había estado fuera de la Fórmula 1 durante 20 años, desde 1977. Y si observara solo los colores de los monoplazas, se preguntaría cuál era ese negro y plateado. Era el McLaren, que estrenaba patrocinio de West (una marca de tabaco por otra -Marlboro-) y se presentaba con nueva decoración, cambiando su aspecto rojiblanco. Al frente de la clasificación estuvieron los Williams, máximos favoritos a la victoria y a revalidar los títulos del año anterior, en el que habían sido campeones de constructores y campeón y subcampeón de pilotos. Jacques Villeneuve partía desde la pole, y su compañero Heinz-Harald Frentzen, sustituto de Damon Hill, arrancaba justo detrás. En la segunda línea estaban Schumacher, en su segundo año con Ferrari, yDavid Coulthard con el McLaren-Mercedes plateado y negro, y en la tercera aparecían Irvine con el otro Ferrari y el compañero de Coulthard, Mika Hakkinen.
En la vuelta de formación seguramente Damon Hill ya empezara a preguntarse por qué había fichado por Arrows. Tras clasificar en 20ª posición (su compañero Pedro Diniz no pasó el 107% pero le permitieron correr), un fallo en el acelerador le hacía retirarse antes de empezar la carrera, mientras que los pilotos de su ex equipo Williams saldrían en las dos primeras plazas. Sin embargo, poco le duró la alegría a Jacques Villeneuve, que fue sacado de pista por Irvine al igual que Johnny Herbert. Irvine había pinchado una rueda de su Ferrari y los tres tuvieron que abandonar. El debut de Ralf Schumacher no fue mucho mejor, y un problema de fiabilidad le dejó fuera de carrera en su segunda vuelta. Frentzen había heredado la cabeza y rodaba más rápido que Coulthard, que era segundo, y que Schumacher, tercero.
El alemán de Williams entró en boxes, iba a dos paradas a causa de un problema que presentaba su monoplaza con los frenos. Coulthard iba a una, pero la victoria parecía no peligrar para Frentzen. El de McLaren volvió a montar neumáticos blandos tras su parada, mientras que Schumacher había elegido el compuesto más duro para la carrera. Coulthard entró también y el orden se mantuvo hasta la vuetla 40, cuando a Heinz-Harald le tocaba pasar por boxes de nuevo. Un problema en su neumático trasero derecho le hizo perder más tiempo de la cuenta, y volvió a pista por detrás del McLaren y el Ferrari de Schumacher. Pero el equipo italiano había sufrido un problema y Michael tenía que entrar a cargar combustible, lo que permitió a Frentzen ponerse segundo.
De poco le sirvió. A falta de tres vueltas, los frenos de Frentzen fallaron en la primera curva, y tenía que detener su Williams, dando por terminada su participación en el gran premio. David Coulthard cruzaba la bandera a cuadros en primera posición, dando a McLaren su primer triunfo en 50 carreras, desde que en Australia 93' ganara Ayrton Senna. Tras ganar por segunda vez en su trayectoria, Coulthard rompió a llorar: "Hice algo que nunca he hecho en un coche de carreras. Lloré. Había mucha presión sobre el equipo. Fue una mezcla de alivio, incredulidad, todo. Creo que es justo asumir que si los dos Williams no hubieran tenido problemas, yo habría sido tercero. Mi meta era tratar de llegar al podio. Realmente no creía que fuera a ganar la carrera".
Era la primera victoria de la unión McLaren-Mercedes que duró hasta 2014 y que cosechó con sus ya representativos colores negro y plateado tres mundiales de pilotos, uno de constructores y siete subcampeonatos de escuderías. Ese día McLaren estrenó aspecto y también casillero de primeros puestos junto a Mercedes. Desde ese año hasta la temporada pasada, esa unión acumuló un total de 78 triunfos. Allí nació la etapa moderna de los de Woking.