GP BahreinMemorias de Bahrein 2010: la primera cita de un amor fallido
En marzo de 2010 se produjo una primera cita que acabó en cena y beso y que permitía adivinar banquete y descendencia. Bahrein fue testigo del nacimiento de un amor que acabó cuatro años después sin conseguir el objetivo para el que había nacido. Una bonita historia, al fin y al cabo.
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Publicado: 16/04/2015 19:30
Hace no mucho tiempo, ver a un español en NBA y en Fórmula 1 era casi un sueño. Se trataban de competiciones que disfrutábamos desde la distancia de saber que la élite estaba separada de los nuestros. Pensar en un español ganando el anillo de campeón o el título de la categoría reina del automovilismo era una utopía. Venimos de tan atrás que hay logros que saben a leyenda. La primera pole o la primera victoria son el primer beso de nuestra vida de aficionados, y luego está la virginidad perdida con el primer campeonato. Sueños cumplidos. Pero también otros menores, como el de ver a un jugador nacional fichando por los Celtics, los Lakers, los Bulls… o a un piloto compatriota haciéndolo por McLaren o Ferrari.
Alonso siempre será, para quien le idolatre y también para quien no, el primer español campeón del mundo de Fórmula 1. Y aquel 14 de marzo de 2010 disputaba su primera carrera de rojo. Un español en Ferrari, casi nada. Una primera cita con esa chica soñada por todos. Además, ocurría algo impensable tiempo atrás: un equipo español en la parrilla, Hispania. Por su parte, la Scuderia venía de un 2009 gris casi negro, con la victoria de Raikkonen en Bélgica como único islote. En el gran premio del regreso a pista del heptcampeón Michael Schumacher (con Mercedes), Sebastian Vettel, que había sido subcampeón meses atrás, marcó la pole del Gran Premio de Bahrein, el inaugural. Tras él, los Ferrari, con Massa imponiéndose a su compañero Fernando.
Alonso aprovechó la parte limpia para ponerse por delante de Massa al poco de salir, tras una acertada maniobra en la segunda curva. Vettel comenzó a distanciarse de los Ferrari. Cuarto era Rosberg, quinto Hamilton y sexto Schumacher, que llevaba pegado a Webber. Llegó el primer turno de paradas, y en el giro número 16 entraron en boxes Hamilton y Michael. Una vuelta después aparecieron por el pit-lane Alonso, Rosberg y Webber. En la 18 entrarían Vettel y Massa. Con el paso por boxes, Hamilton había arrebatado la cuarta plaza a Rosberg, y el resto se mantenía igual.
Con los neumáticos duros todo seguía igual, hasta que Sebastian Vettel comenzó a acusar problemas en su Red Bull, y así se lo comunicaba el equipo por radio. Perdía tiempo drásticamente, y Alonso no tardó en darle caza. El español pasó a liderar la prueba en la vuelta 34. Tan lento era Sebastian que Massa también le superó, y en el giro 38 también Hamilton, haciéndole bajar del podio. Nada cambió hasta el final, y Rosberg no pudo quitarle el cuarto puesto a su compatriota. Alonso cruzaba la línea de meta en primera posición, acumulando los 25 puntos que por primera vez en la historia se daban al ganador (hasta 2009 el vencedor recibía 10). El asturiano se había llevado un gran premio con cuatro campeones en pista (él, Hamilton, Button y Schumacher), con el regreso del apellido Senna a la Fórmula 1 (su sobrino, Bruno, estaba con el equipo español Hispania) y en Ferrari, una historia que muchos pedían a gritos y parecía que acabaría en boda y familia.
Hasta dos veces se pusieron ante el altar para darse el ‘sí quiero’ definitivo. Una en el primer año de relación, pero a la novia le entró un ataque de pánico en la Iglesia de Abu Dhabi y fue uno de los invitados quien recibió el casamiento. La otra, dos años después, en la que el destino y un rocoso padrino impidió el enlace. La historia acabó, entre la desidia y comidos por la rutina, a finales de 2014, cuatro años después de aquella primera cita. Los reproches de la ruptura, el punto y seguido convertido en final y lo de subir fotos a las redes sociales acompañado de tu nueva pareja deseando que la anterior lo vea. Lo hubo todo. Pero también el cariño de grandes momentos juntos, de una historia que pudo ser de cuento de princesas y acabó siendo de ranas, de aquella novela de Albert Espinosa: “Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo”. Alonso y Ferrari, Bahrein 2010-Abu Dhabi 2014.