GP EspañaMemorias de España 2000: el primer podio de la segunda vida de Coulthard

En mayo del año 2000, Mika Hakkinen lograba su tercera victoria consecutiva en el circuito de Montmeló, que llevaba en el calendario de la Fórmula 1 desde 1991. El GP de España era la quinta de prueba de la temporada, pero sobre el podio había alguien más feliz que Hakkinen: su compañero Coulthard. ¿Quieres saber por qué?

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Publicado: 08/05/2014 10:00

Michael Schumacher llegaba con mucha ventaja a la quinta carrera del año 2000, tras ganar las tres primeras y conseguir un tercer puesto en la cuarta. Era el turno del Gran Premio de España, que se celebraba en Montmeló por décima vez desde que debutara en el calendario en 1991. Mika Hakkinen se llevó su primer triunfo de la temporada en Barcelona mientras que Schumacher, con un sinfín de problemas, solo pudo ser quinto. Pero en la ceremonia de trofeos había alguien más feliz que el finlandés de Mclaren. Era su compañero David Coulthard, que fue segundo consiguiendo el primer podio de su nueva vida aquel 7 de mayo.

Pocos días antes del gran premio, el 2 de mayo, un avión modelo Learjet que se dirigía a Niza sufría una avería en uno de los motores y el piloto de la aeronave solicitaba realizar un aterrizaje de emergencia en un aeropuerto de Lyon. Cerca de las tres de la tarde, con todo preparado para que la historia quedara en anécdota y a poco de aterrizar, el piloto perdió el control del aparato y cayó en picado. Un terrible impacto que hizo retumbar la pista y temer lo peor. Las sospechas se confirmaron al instante: el piloto y el copiloto habían fallecido. Dos hombres y una mujer que ocupaban la parte trasera del avión, sin embargo, habían sobrevivido prácticamente intactos. Una de esas personas era David Coulthard.

El piloto de Mclaren viajaba en su avión privado con su mujer y su entrenador personal a la Costa Azul francesa. Diez días antes había ganado en Silverstone, alzándose a la segunda posición del mundial, y ese mismo día había estado cerca de fallecer en el accidente aéreo. Pero tanto él como sus dos acompañantes salieron intactos y por su propio pie por una de las ventanillas traseras. La infortuna se cebó con el piloto y el copiloto de la nave, y poco después el avión comenzó a arder. Afortunadamente Coulthard, su esposa y su entrenador habían abandonado rápidamente el lugar. Los tres fueron trasladados al hospital más cercano como medida preventiva, y David fue claro:

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“Hemos vuelto a nacer”.

Instantes después de burlar la muerte, Coulthard había sacado una conclusión: “Esto solo puede significar que ganaré el domingo”. Y es que, pese al susto y la tristeza del fallecimiento de las dos personas que conducían el avión, el escocés se montaba en su Mclaren solo tres días después del accidente. El domingo no ganó, pero fue segundo, escoltando a Hakkinen en el podio y con la sensación de que era la primera carrera de su nueva vida. Mika había salido segundo, tras Schumacher que partía desde la pole con el Ferrari. Ambos estuvieron muy cerca hasta el turno de paradas, en el que Michael sufrió un problema. En el pit-stop, Schumacher recibió la orden de reanudar la marcha cuando uno de sus mecánicos aún no había quitado la manguera de su monoplaza, y así hizo. Quien sujetaba la manguera era el jefe de ingenieros, Nigel Stepney, fallecido hace unos días. Stepney fue arrollado y se lesionó los ligamentos del tobillo.

Pero la mala suerte no acabó ahí para Michael Schumacher. Fue adelantado por Coulthard y cayó a la tercera posición con problemas en los neumáticos, mientras que por detrás se le acercaban Ralf Schumacher y el compañero de Michael en Ferrari, Rubens Barrichello. Michael frustró el intento de Ralf de superarle, y esa maniobra de bloqueo sirvió para que Barrichello les pasara a ambos, en una clara acción de equipo por parte de Schumacher, que se dirigió a boxes, volviendo a pista en quinta posición. Luego tendría un problema más en el motor pero pudo mantener el quinto lugar. Hakkinen ganaba por tercera vez consecutiva en España, escoltado en el podio por el “renacido” Coulthard y Rubens Barrichello.

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