GP BélgicaMemorias de Bélgica 2000: un adelantamiento legendario
Era el último fin de semana de agosto y Hakkinen lideraba el mundial del año 2000 con solo dos puntos de ventaja sobre Schumacher. El de Ferrari se encaminaba a la victoria y al liderato, pero el finlandés se sacó de la manga un adelantamiento que pasó a la historia, considerado por muchos el mejor de siempre. Una proeza.
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Publicado: 20/08/2015 09:30
Mika Hakkinen, campeón del mundo en 1998 y 1999, lideraba la clasificación de pilotos también en el año 2000 cuando la Fórmula 1 se desplazaba a Bélgica. El finlandés venía de ganar en Hungría, y confirmó su buen momento de forma marcando la pole en Spa. Su rival por el título, Michael Schumacher (estaba dos puntos por detrás), no tuvo una sesión de clasificación muy buena, y partía cuarto. Llovía en el inundado trazado belga y la dirección de carrera decidía que se empezaría tras el Safety Car, lo que favorecía a Hakkinen, que habría sufrido con sus reglajes para suelo seco. Cuando el coche de seguridad se retiró, Mika comenzó a distanciarse de sus rivales.
Schumacher superó a un joven Button, que poco después se tocó con Trulli y dejó al alemán en la segunda plaza, con solo Hakkinen por delante. Cuando dejó de llover, todos salvo los McLaren entraron a poner neumáticos de seco, y el tiempo que Mika perdió cambiando gomas una vuelta más tarde fue clave para que Schumacher le recortara distancias y se acercara peligrosamente a él. La pista estaba medio seca y medio mojada, y el de Ferrari se encontraba mejor. La presión del germano hizo que Hakkinen cometiera un error y perdiera el liderato. Schumacher, con reglajes de lluvia pese a que ya no llovía, se ponía en ese momento en cabeza de carrera y primero en el mundial. Pero el gran premio no estaba acabado, y tras la segunda parada en boxes, era el de McLaren el que mejor rodaría.
Hakkinen se convirtió en la sombra de Schumacher a falta de muy pocas vueltas, pero Michael no se lo pondría fácil, y en un primer intento de su rival, mantuvo el liderato. La maniobra con la que le había cerrado no sentó nada bien al por entonces vigente campeón, que lo intentaría una vuelta más tarde. Y, entonces, ocurrió. Ambos trazaron a toda velocidad Eau Rouge y, al salir de ella, antes de llegar a Les Combes, un monoplaza aparecía ante ellos. Era el BAR del doblado Ricardo Zonta, que vio a los dos mejores pilotos del momento llegar tan rápido que decidió mantener su coche en el centro de la pista, sin apenas tocar el volante. Schumacher le superó por el exterior, pero cuando volvió abrir los ojos tras el involuntario parpadeo, otro piloto estaba por delante. Era Hakkinen, que había aprovechado el doblaje a Zonta para, por el interior, ganar la partida a Michael.
La maniobra supuso que Hakkinen recuperara el liderato de la carrera (finalmente venció) y el del campeonato, aunque Schumacher, a final de temporada, terminaría siendo tricampeón. Es para muchos el mejor adelantamiento de la historia y, quien escribe esto, tuvo la ocasión de preguntarle al protagonista principal, Mika Hakkinen, por sus sentimientos en aquel momento. Era 2010, diez años después, y aún le brillaban los ojos al recordarlo y se le aceleraba su pausado tono de voz, y aún se acordaba de la vuelta anterior al mítico adelantamiento: "Me sentí absolutamente fantástico. Estaba en el cielo. Era difícil mantenerme concentrado, mantener la calma, porque Michael estaba siendo duro y yo seguía buscando el lugar. Luego pensé que todo estaba bien, creo que fue increíble. Pero en mi mente, segundos después, seguía pensando lo que había ocurrido antes del adelantamiento. Mis emociones y sentimientos eran encontrados".