Conclusiones de Mercedes tras los test de Jerez: más fuertes y temibles aún

Si alguien se espera ver a los pilotos de Mercedes sufriendo más esta temporada que la anterior, que se vaya olvidando. No hacía falta verles en los test de Jerez para darse cuenta de que iban a partir con una superioridad aplastante en este 2015, pero las pruebas en el trazado gaditano han confirmado que, sin apenas sudar el mono, tanto Nico Rosberg como Lewis Hamilton son capaces de repetir e incluso superar el absoluto dominio de 2014.

El domingo arrancó con el equipo poniéndose guapo para presentar el W06, esta vez de manera oficial y con más fotógrafos. Después del filming day que hicieron en Silverstone el viernes anterior a los test, quedaba por verles posar al lado del monoplaza con el que defenderán el título. Con Toto Wolff en muletas por una caída, los campeones mostraron su nueva arma y se dedicaron a partir de ese momento a rodar. Y nada más.

Desde el primer giro que dieron a Jerez en la fría mañana del 1 de febrero demostraron que no iban a ir a por una vuelta rápida. No porque no pudieran, sino porque realmente no les hacía falta. Nico Rosberg a la hora y media de estar rodando en pista, mientras que en McLaren buscaban qué cable fallaba o por qué la centralita no respondía como era correcto, el subcampeón del mundo ya estaba haciendo pruebas de pit stop en Jerez. Algo que muchos equipos ni siquiera llegaron a soñar en estos test. Dar 156 vueltas en una sola jornada, la primera, fue descrito por pilotos como Carlos Sainz como un poco exagerado, pero lo cierto es que surgió efecto: todos se dieron cuenta de la superioridad de Mercedes en los primeros kilómetros.

Cuando Lewis Hamilton se puso al volante del W06, la superioridad de Mercedes se mantuvo intacta. El británico dio 91 vueltas, y no dio más por un problema mecánico que le dejó toda la tarde del lunes en el garaje. No obstante, en su primera aparición pública ante la prensa, muy relajado y sonriente, casi hastiado, afirmaba que las sensaciones acerca del coche de esta temporada eran igual de positivas que la pasada campaña. De hecho, incluso confesaba que parecía que era el mismo monoplaza de la pasada campaña. Declaraciones así no hicieron sino confirmarse el martes y el miércoles, en las dos jornadas siguientes de Jerez en las que Ferrari mostró músculo, aunque también dudas.

Lo que más asusta del rendimiento de Mercedes en Jerez es su capacidad de rodar y rodar, probar y probar, sin tener más que algunos problemas menores. Tanto Rosberg como Hamilton tuvieron que ser remolcados en al menos una ocasión cada día, pero estos problemas no fueron sino unas pruebas de estrés que son totalmente previsibles para este tipo de test. Dar un total de 515 vueltas en cuatro días a Jerez, traducidas en 2.278 kilómetros en total, es la mejor prueba de que a día de hoy todo lo que no sea apostar por la escuadra campeona sería tirar el dinero.

Otro asunto bien distinto es ver quién de los dos pilotos de Mercedes puede ser capaz de rendir mejor este año. Pese a que fue Rosberg quien dio más vueltas (308 del alemán por 207 de Hamilton), lo cierto es que aún es pronto para apostar por uno de los dos corredores. La igualdad entre ambos se presume mucho más extrema que en la temporada pasada, lo que garantiza, al menos, que tendremos algo de batalla entre los dos primeros.

Fotos: Mercedes