Mick Schumacher vive como «una tortura» pilotar al fondo de la parrilla

Militar en una escudería que apenas anotó 3 puntos durante toda la pasada temporada y que en el presente acostumbra a ser el farolillo rojo de la parrilla, siempre y cuando ninguno de los de arriba sufren un contratiempo mecánico, puede no ser la situación más cómoda del mundo, especialmente en tu año de debut en Fórmula 1. Al menos eso es lo que piensa Mick Schumacher, hijo del heptacampeón Michael Schumacher que disputó su primera carrera en la categoría reina del automovilismo hace apenas un mes.

«No disfruto cuando no voy el primero, así que es una tortura pilotar al fondo de la parrilla sin rivales reales», confesó el piloto alemán preguntado por cómo vive su experiencia desde dentro del equipo Haas. «Por lo tanto, cuando llego a un Gran Premio... digamos que tengo a Latifi por delante, o a Russell. Para mí es como si fueran los líderes y tuviese que alcanzarles. Ese es el juego que me propongo para estar siempre motivado, para seguir empujando todo el rato y estar al 100%», prosiguió.

Demostrar su valía, con todos los ojos puestos en él, al mismo tiempo que se adapta a algo totalmente nuevo para él para exhibir un rendimiento adecuado, supone una presión que él mismo se ve capaz de sobrellevar. «Creo que, en general, tienes que reconocer que no puedes contentar a todo el mundo. Sé lo que valgo, sé lo que he conseguido para estar aquí. No sólo tengo el apellido, sino que esto también me da potencialmente los genes, así que me parece que cuento con un buen paquete y quizás el mejor profesor del mundo», concluyó Mick.

El máximo responsable de Haas en los circuitos, Guenther Steiner, reconoció que «Mick lo hizo bien para recuperar tras la primera parte de su carrera», con dos 16º puestos en Bahréin e Imola. «El resultado no es el que te alegra, sino que hemos progresado. Ese es nuestro plan; si podemos seguir trabajando así, con menos errores y más rendimiento... es para lo que estamos aquí este año», cerró Steiner.

Fuente: Channel 4