Newey no eligió Aston Martin por Fernando Alonso, sino por el Campus Tecnológico, y estas son las razones
Aunque Adrian Newey llevaba años deseando trabajar con Fernando Alonso, lo que realmente marcó la diferencia y descartó a Ferrari fueron las nuevas instalaciones de Aston Martin. Un espacio innovador y tecnológico que marca la diferencia.
Seguro que has leído y escuchado cosas sobre el nuevo Campus Tecnológico de Aston Martin (AMRTC) en múltiples ocasiones. Probablemente, que se trata de una instalación innovadora y muy tecnológica que incluye un simulador de última generación y un nuevo túnel de viento que permitirá al equipo de Silverstone llegar al siguiente nivel.
Pero, ¿por qué esta renovada sede, construida sobre y alrededor de la antigua fábrica de Jordan Grand Prix y Force India en Silverstone, tiene esa capacidad?
En un deporte tan tecnológico como la Fórmula 1, el componente mecánico es vital para el resultado final. Y la calidad de este, que no es otro que el monoplaza, depende en gran medida del potencial que atesoren las herramientas que se utilizan para su diseño, fabricación y desarrollo.
«Esto ya no es Force India o Racing Point, y este no es un proyecto desvalido. No se trata de sobrevivir o participar, se trata de llegar a la cabeza»
Esta calidad no se mide sólo en sofisticación, refinamiento y prestaciones, sino también en aspectos como la fiabilidad, la optimización y la velocidad de ejecución.
Y en todo ello también influye la eficiencia de una organización formada por varios cientos de personas que dan como resultado final una máquina artesanal y única con la que el piloto debe poner el broche de oro al trabajo realizado.
Por todas estas razones, las instalaciones en la que se ejecutan todos estos procesos marcan la diferencia y contribuyen de forma importante en el resultado final. Después de cuatro años de mucho trabajo, finalmente Aston Martin dispone ya de la nueva joya de la corona de la Fórmula 1: el Aston Martin Racing Technology Campus de los 200 millones de libras esterlinas.
Las claves del Campus Tecnológico de Aston Martin (AMRTC)
La renovada sede del equipo Aston Martin de Fórmula 1 ocupa 37.000 m² distribuidos en tres edificios. Actualmente, dobla la fuerza laboral de los tiempos de Racing Point y emplea a 850 personas, pero se prevé que alcance los 1.000 empleados cuando Honda colabore de forma oficial con el equipo en 2026.
Edificio 1
Completado en julio de 2023, alberga las oficinas de marketing, comunicaciones e ingeniería. Incluye un vestíbulo con los trofeos acumulados en 2023.
El pasillo de conexión, denominado ‘The Street’, es un corredor principal de 160 metros que conecta departamentos clave como el de fabricación, electrónica, materiales compuestos y el taller de competición.
Edificio 2
Completado en julio de 2024, alberga un simulador de última generación, una herramienta esencial para el desarrollo de monoplazas.
También incluye un comedor modernizado que mejora respecto a las soluciones temporales previas, así como gimnasio y pista de atletismo diseñados para el entrenamiento del equipo de boxes, así como para uso generalizado del personal.
Sus techos con paneles solares producen energía renovable. Además, se trata de un espacio diseñado para facilitar la preparación del equipo para las carreras, con áreas específicas para camiones de transporte.
Edificio 3
Finalizado en las últimas semanas de 2024, queda formado por el Centro Técnico, el túnel de viento y el taller de maquetas que se utilizan en el mismo. Todos ellos son elementos cruciales para el desarrollo aerodinámico en la Fórmula 1.
La sala de control avanzada se ha diseñado para maximizar el uso eficiente del túnel de viento bajo las regulaciones de pruebas aerodinámicas.
Además, Aston Martin Performance Technologies opera con el objetivo de desarrollar proyectos avanzados, como el superdeportivo Valhalla de 1.000 caballos de potencia.
Ventajas estratégicas del AMRTC
- Centralización y eficiencia: las operaciones se agrupan en una sola ubicación, mejorando la comunicación entre departamentos.
- Tecnología punta: la incorporación de un simulador avanzado y el túnel de viento sitúan a Aston Martin a la vanguardia del desarrollo técnico en la F1.
- Sostenibilidad: el campus prioriza prácticas ecológicas con paneles solares y el respeto por el entorno natural.
- Enfoque en el bienestar: instalaciones modernas como el gimnasio, la pista de atletismo y espacios de convivencia fomentan un entorno de trabajo saludable.
- Preparación logística: diseñado para gestionar eficazmente las operaciones antes de las carreras, mejorando la competitividad.
Más eficaz, más rápido, mejor
La última fase de ocupación del nuevo Campus de Aston Martin se completó en las últimas semanas de 2024.
Ahora, el equipo británico trabaja para ultimar detalles como la calibración del túnel de viento, que recibirá las primeras fases de desarrollo del AMR25 de este año en las próximas semanas y también servirá para comenzar a trabajar en el nuevo reglamento de 2026.
Pero, más allá de un túnel de viento propio en exclusiva y un simulador «de Star Wars», la nueva sede del equipo aporta un entorno de trabajo que promueve la eficiencia por encima de todo.
Tom McCullough, director de rendimiento de Aston Martin, fue uno de los pilares sobre los que se sustentó la concepción del AMRTC, y no tiene reparos en reconocer que Lawrence Stroll, el propietario del equipo, puso un cheque en blanco sobre la mesa.
«Lawrence lo tenía bastante claro cuando compró el equipo. Me dijo: “Quiero lo mejor… Quiero que vayas a conseguir lo que todos los demás van a querer”», explica el ingeniero británico.
«Al final, Lawrence simplemente dijo “dime cuánto va a costar e invertiremos en las instalaciones, porque ahora es el momento, para el futuro”. Y él se ha apegado absolutamente a eso».
«De hecho, esa fue una de nuestras mayores luchas: quitarnos los grilletes, literalmente, pensar en la utopía. Si el dinero no fuera un problema, ¿qué harías?», explica McCullough.
Lo cierto es que el cambio es descomunal, ya que Aston Martin ha pasado de operar en una sede de menos de 500 m² en la que no cabía todo el personal a un espacio de 37.000 m² con todo unificado y conectado.
Se acabaron, por tanto, los desplazamientos de varios kilómetros para el desarrollo aerodinámico en el túnel de viento de Mercedes o para reunirse con algunos departamentos descentralizados por falta de espacio.
«Hemos pasado de lo que era la [sede] más pequeña y casi disfuncional, a varias unidades industriales. Antes estaba desordenado, mientras que ahora es tan… liberador».
«Era un verdadero taller de fabricación al estilo de Eddie Jordan Racing. Ahora tenemos todo el equipo y un ambiente agradable para trabajar. La gente está emocionada y orgullosa. Realmente sientes eso al caminar, no importa dónde estés», prosigue McCullough.
Mike Krack, director del equipo, refrenda las palabras de su colega, destacando que, al entrar en el AMRTC, lo haces a «un lugar donde todo es mucho más agradable, mucho más grande, mucho más fácil, y ves a la gente sonreír. Dicen: “Realmente merecieron la pena todos estos años difíciles para tener ahora estas instalaciones y estas posibilidades”».
Ben Fitzgerald, director de operaciones, también insiste en que «la vieja fábrica se nos había quedado pequeña. El movimiento en la antigua fábrica era muy ineficiente porque las puertas no eran adecuadas, el acceso no era adecuado. Incluso cortamos puertas adicionales, cosas así, se había vuelto muy orgánico en su crecimiento».
Menos proveedores y mayor control sobre todo el proceso
El espacio reducido y obsoleto planteaba serios problemas de eficiencia en el trabajo, pero también obligaba a subcontratar a muchos proveedores externos para la fabricación y suministro de piezas. Esto generaba un menor control sobre la calidad del producto y los plazos de ejecución. Algo que ha cambiado radicalmente.
«Estratégicamente, es por eso que construimos el Campus. Queríamos tener la capacidad de producir piezas de alto rendimiento en nuestra propia fábrica, en lugar de depender de cadenas de suministro externas», apunta Fitzgerald.
Mike Krack amplía recordando que «esto ya no es Force India o Racing Point, y este no es un proyecto desvalido. No se trata de sobrevivir o participar, se trata de llegar a la cabeza. Y esa es la parte que cambia las reglas del juego, algo en lo que tenemos que crecer».
El ingeniero luxemburgués no pone paños calientes y admite que Aston Martin tiene mucho que mejorar para hacer frente a los grandes equipos, circunstancia que se ha hecho patente en las dos últimas temporadas.
«Por ejemplo, al principio [de 2024] estábamos al mismo nivel que Mercedes y han ganado cuatro carreras. Ya ves que Red Bull estaba en problemas, maniobraron rápidamente. Ferrari estaba en problemas con la actualización del Barcelona, y lo arreglaron rápidamente».
«Nosotros no estamos a ese ritmo. Todavía no tenemos este ritmo de reacción. Y ahí se ve que todavía hay muchas cosas que poner en marcha», reconoce Mike Krack.
El éxito no será inmediato
Mike Krack también incide en una cuestión: el AMRTC está terminado, pero eso no significa que su efecto vaya a ser inmediato. Lo primero que el equipo tendrá que hacer es adaptarse y aprender a maximizar su potencial. No sólo el de las herramientas de simulación, sino en general de todas las instalaciones.
Sin embargo, el máximo responsable del equipo no tiene intención de utilizar esta circunstancia como excusa si las cosas no van bien en 2025.
«La transición a la nueva fábrica es complicada, pero no hay que usarla como excusa, sobre todo porque no es una instalación peor. Todo debería ser mucho más fácil y debería ser mejor. Por eso, no me escucharán decir que esto cuenta como una excusa para el mal rendimiento».
«Siempre digo que esta es la Champions League del automovilismo. Si quieres ganarla, tienes que estar en ella, porque tus rivales también lo están. Y se aplica para cada pequeño aspecto. Tan pronto como te vuelves complaciente en un área, retrocedes. No tienes ninguna posibilidad», concluye.
Lawrence Stroll ha creado una factoría única, la mejor de la Fórmula 1. Tanto, que hizo posible que Adrian Newey rechazara a Ferrari para unirse al proyecto de Aston Martin. Ahora queda lo más difícil, convertir todo esto en victorias y ganar títulos mundiales.
Fuente: The RaceFotos: Aston Martin Racing