La verdad sobre Newey y Aston Martin: en qué trabaja y por qué no va a las reuniones ni a las carreras
Se está especulando mucho sobre la verdadera ocupación de Adrian Newey y cómo sus decisiones pueden estar creando tensión en Lawrence Stroll, el propietario de Aston Martin y artífice de su fichaje. Te contamos lo que está ocurriendo realmente.

Adrian Newey es la gran esperanza de Aston Martin. Y también de Fernando Alonso, así como de quienes le seguimos y queremos verle de nuevo en lo más alto antes de que abandone definitivamente la Fórmula 1.
Sin embargo, las especulaciones alrededor del ingeniero británico son diversas, lo que ha generado cierta incertidumbre sobre el verdadero impacto que Newey puede tener en el futuro a corto, medio y largo plazo del equipo afincado en Silverstone.
¿En qué trabaja realmente? ¿Ayudará en algo a enderezar el AMR25 de esta temporada? ¿Ha decidido ir por libre e ignorar las peticiones de Lawrence Stroll? ¿Cuál es su verdadero cometido en el equipo? Vamos a dar respuestas a todas estas cuestiones.
«Siempre que le ven está dibujando en la pizarra. No va a reuniones, no responde correos electrónicos»
Qué está haciendo Newey y quién ha tomado la decisión
Como probablemente ya sabes, Adrian Newey se incorporó a su puesto de gerente técnico en Aston Martin el pasado 3 de marzo. En ese momento, el monoplaza de este año, el AMR25, ya había completado los test de pretemporada y viajaba rumbo a Australia para comenzar el campeonato a la semana siguiente.
Por otro lado, Aston Martin ultimaba el proceso de calibración del nuevo túnel de viento de Silverstone, que comenzó a estar operativo coincidiendo con la celebración de la primera carrera. Esto, en la práctica, colocaba al equipo en la situación de no poder introducir la primera actualización del coche hasta el mes de mayo, en los grandes premios de Miami (desaconsejable al ser formato Sprint) o Emilia-Romaña.
Con estos datos sobre la mesa, Aston Martin y Adrian Newey tomaron la decisión conjunta de que el diseñador británico se centrara en el monoplaza de 2026. El AMR26 es especialmente importante para el futuro del equipo británico por dos razones: será el primero diseñado con todas las herramientas y el nuevo organigrama técnico del equipo disponibles y, además, será el que inicie la nueva etapa reglamentaria en la Fórmula 1, la más disruptiva de su historia.

Andy Cowell, CEO de Aston Martin Performance Technologies y director del equipo de Fórmula 1, recuerda que su colega llegó «en marzo, por lo que primero tuvo que familiarizarse con las regulaciones y el trabajo conceptual que habíamos realizado en los meses anteriores».
Cuando lo hizo, Aston Martin ya llevaba un par de meses trabajando en el coche de 2026, por lo que el cronograma ya estaba definido. «Hay plazos estrictos, por ejemplo, para el monocasco o la caja de cambios, y la pretemporada [de 2026] comenzará antes. Por eso tenemos que tomar decisiones con antelación».
El desafío de 2026 es especialmente complicado para Aston Martin, ya que además del reto del nuevo reglamento, fabricará por primera vez su propia caja de cambios y otros elementos que actualmente recibe de Mercedes y que, con la llegada de Honda, pasarán a ser responsabilidad propia. Esto, unido a la revolución total que supone la nueva normativa, y que impide aprovechar piezas del coche de 2025, multiplica la dificultad.
Mike Krack, director de operaciones en pista de Aston Martin, insiste en este punto, afirmando que el equipo se encuentra ante «un caso un poco especial, cambiaremos nuestro fabricante de motor y fabricaremos nuestra propia caja de cambios. Todo eso no ayuda, así que tenemos que equilibrar estas cosas».
Aston Martin también tiene que hacer frente al hecho de que algunas de sus herramientas clave, incluido el túnel de viento, son nuevas. Esto hace que tanto el equipo humano como las propias herramientas necesiten todavía un proceso de rodaje para desarrollar todo su potencial. Algo en lo que Newey también está aportando su experiencia y conocimientos.
«Adrian elogia mucho nuestro campus y es positivo sobre el túnel de viento y la forma en que está configurado todo. Por supuesto, nos impulsa a mejorar la forma en que trabajamos en el túnel, al igual que en las simulaciones CFD o de circuito», señala Cowell. «Adrian tiene muchas ideas sobre cómo hacerlo mejor. Y eso es lo bueno de su espíritu competitivo: es muy bueno sopesando lo que está bien y por dónde tenemos que empezar».
Por qué Newey no trabajará en el AMR25
Todo lo anterior ha hecho que la decisión de emplear el talento de Adrian Newey en el monoplaza de 2026 haya sido muy fácil de tomar. Ahora bien, ¿es posible que Newey dedique algo de tiempo a mejorar ciertos aspectos del AMR25 que tanto está haciendo sufrir a Fernando Alonso y Lance Stroll?
Se ha especulado con la posibilidad de que Lawrence Stroll, temiendo que el equipo pueda llegar a terminar la temporada penúltimo en la clasificación de constructores, haya pedido a Newey que solucione la situación.
Sin embargo, cualquier desviación del plan de 2026 para intentar mejorar el AMR25 tendrá poco impacto en los resultados de la presente temporada y, en cambio, podría perjudicar notablemente los del próximo ciclo reglamentario.
El propio Andy Cowell admite que todo el esfuerzo que se haga en el coche de este año será a fondo perdido, ya que no impactará de ninguna manera en el próximo.

«Los cambios en las reglas para la temporada 2026 son de tal alcance que no hay transferencia técnica o conceptual del coche actual a la próxima generación. Esto significa que cualquier desarrollo que hagamos ahora para este coche sólo será útil en las carreras restantes».
«Por otro lado», prosigue Andy Cowell, «existe la oportunidad de crear una base con trabajo de desarrollo para 2026, del que podemos beneficiarnos durante cinco años en el mejor de los casos, en una fase de regulaciones estables».
El también ingeniero británico afirma que Aston Martin no está «renunciando a nada» en 2025 y que quieren «competir, atacar, sumar puntos en cada Gran Premio», ya que es su «reclamo como equipo de carreras». Pero, por otro lado, el objetivo principal es utilizar «las carreras restantes como campo de pruebas, no en el sentido de experimentar, sino como una preparación específica».
En qué consiste el trabajo de Newey con el coche de 2026
Llegados a este punto, queda claro que el cometido principal -y prácticamente único- de Adrian Newey es liderar el proyecto de 2026. Si por algo ha destacado siempre el británico de 65 años es por ser capaz de interpretar un monoplaza en su totalidad y con todos sus elementos interactuando en conjunto.
Aston Martin quiere aprovechar eso al máximo, en un 2026 en el que «todo es completamente nuevo, no hay adquisición de piezas. Así que hay mucho por hacer, y Adrián está totalmente centrado en este trabajo», confirma Andy Cowell.
En este momento del proyecto, ese trabajo consiste principalmente en «evaluar e interpretar los datos, y también priorizar lo que se debe perseguir primero para construir un monoplaza más rápido, son cosas en las que Adrian puede influir», explica Cowell.
Newey es también responsable de diseñar las partes fundamentales del nuevo monoplaza, de establecer el concepto base a partir del cual se desarrollarán el resto de elementos. Todo ello, además, en sintonía con Honda, a quien conoce a la perfección tras varios años de éxitos en Red Bull.
Este punto es, también, esencial para el éxito del proyecto, ya que Aston Martin nunca ha trabajado como un equipo oficial que tiene la capacidad de diseñar todo el coche, ni tampoco había dispuesto de una unidad de potencia creada a la carta y según las directrices marcadas por el diseñador al mando, en este caso Newey.
Por qué Newey no va a las carreras ni a las reuniones
Durante su etapa en Red Bull, y antes en McLaren, Adrian Newey era un habitual de los circuitos, siempre ataviado con su cuaderno de notas mientras observaba los monoplazas de los equipos rivales. Además, el británico tenía un puesto fijo en el muro de boxes, en el que en ocasiones aportaba durante la competición.
Este año, sin embargo, Adrian Newey aún no ha sido visto en los circuitos. ¿Cuál es la razón? «Es un diseñador de coches de carreras. Uno de los mejores», empieza argumentando Andy Cowell.
«Desde el primer día nos aseguramos de preparar su entorno de trabajo, entró y acudió a reuniones sobre las nuevas reglas, sobre los conceptos que habíamos trabajado», prosigue. «Le explicamos la cuenta atrás hasta el primer test y la primera carrera. Y puntualizamos todas las fechas límite para enviar información para la fabricación de este coche. Fue directo a trabajar con ingenieros para hacer bocetos en su mesa de dibujo».
«Está en ese ciclo de diseño de las partes fundamentales del coche. El 90 % de la creación de un coche está en la fábrica y allí es donde queremos a Adrian», explica a continuación Cowell, dejando claro que, al estar plenamente centrado en 2026, Newey no ganaría nada viajando a los circuitos, sino todo lo contrario.

De hecho, Newey está tan centrado en aprovechar el tiempo en lo realmente importante que ni siquiera forma parte de las reuniones programadas en Silverstone.
«Tiene su oficina, todos los que pasan por delante dicen que siempre que le ven está dibujando en la pizarra. Claro, no va a reuniones, no responde correos electrónicos, simplemente está preparando un coche rápido. Y todos apoyamos ese proceso», insiste Cowell.
«Tenemos que trabajar duro, los objetivos son complicados. Los tiempos también. Estamos apretando, creciendo, implementando nuevas herramientas y una organización muy grande. Pero estamos luchando muy duro para tener un coche rápido en 2026», resume el CEO de Aston Martin.
La conclusión es que, más allá de las especulaciones, Aston Martin tiene muy claro cómo extraer el máximo potencial de Adrian Newey y no dejará que el enorme batacazo de 2025 altere sus planes. El camino está trazado y el viaje ha comenzado, ahora queda ver si Aston Martin cumple su objetivo.
Fotos: Aston Martin Racing
