¿Por qué los nuevos neumáticos harán más lentos los pit-stops?
Williams fue en 2016 el equipo claramente más eficaz en los pit-stops, convirtiéndose en el equipo más rápido, pero también más consistente. Su Director Deportivo, Steve Nielsen, explica las razones principales que provocarán paradas más lentas como consecuencia del nuevo reglamento.
4 min. lectura
Publicado: 22/03/2017 14:30
El nuevo reglamento que la Fórmula 1 ha adoptado para la temporada 2017 ha acarreado muchas consecuencias a la categoría. El más evidente es el incremento de la velocidad de los monoplazas en las curvas y, por consiguiente, una drástica reducción de los tiempos por vuelta que amenazan con romper récords de hace más de diez años.
Por otro lado, el aspecto más agresivo de los monoplazas -que han recuperado en parte ese sabor clásico de neumáticos y monoplazas anchos con alerones bajos e intimidantes- ha devuelto la ilusión a muchos aficionados, que ahora se sienten más identificados con lo que presencian en la pista.
Pero hay más consecuencias y, una de ellas, es la ralentización de los pit-stops. La culpa la tendrán los nuevos neumáticos que, además de ser un 25% más anchos que en 2016, también han incrementado su peso.
Williams fue en 2016 el equipo referente en lo que a pit-stops se refiere, no sólo porque sus mecánicos fueron los más rápidos en la mayoría de las carreras. Su Director Deportivo, Steve Nielsen, ha explicado a Autosportlas claves que harán de las paradas en boxes un arte aún más complejo que en temporadas anteriores. “Un pit-stop de Williams se compone de 34 acciones que transcurren en dos segundos, si alguna de ellas va mal, puede pararte y retrasar tu pit-stop. De las 34, 12 de ellas se ven afectadas por los neumáticos más grandes”, comentó Nielsen antes de precisar sobre las nuevas complicaciones surgidas con los Pirelli de 2017.
Tuercas más inaccesibles, menor margen de movimiento
Por un lado, la tuerca que fija la rueda al eje se encuentra más escondida dentro de la llanta, pues los neumáticos son más anchos. Por otro, los mecánicos tienen que mover un volumen mayor y, aunque el peso no influye excesivamente en el resultado final, sí lo hacen sus dimensiones. “Particularmente en las ruedas traseras, la tuerca está mucho más adentro (en la llanta), así que es mucho más complicado para el mecánico alcanzarla. Pero el factor limitante en este momento es la transición, desde que la rueda es sacada hasta que se coge la otra para colocarla. Ahí es donde se produce el tiempo extra, porque son tres personas las que deben moverse en pocos centímetros y la rueda es mucho más ancha. Así que los huecos libres entre ellos tienen que ser mayores, deben darse más espacio y eso añade una décima o dos”.
Steve Nielsen considera que bajar de los dos segundos aún es posible, pero que dejará de ser tan habitual como en 2016 y estima la pérdida total de tiempo en alrededor de cuatro o cinco décimas con respecto a registros anteriores. “Por lo que hemos visto hasta el momento, los tiempos del año pasado son aún alcanzables, pero de manera circunstancial. Un buen pit-stop el año pasado rondaba los dos segundos. Aún podemos conseguirlo, pero los tiempos rondarán más los 2,4 o 2,5 segundos. Si bien es fantástico hacer un pit-stop de 1,9 segundos -todo el mundo habla sobre ello-, lo más importante es la consistencia. Si haces cuatro paradas y una es de 1,9 y el resto de 3,5, lo mejor es que todos estuvieran por debajo de 2,5 segundos”.
Fuente: AutosportFotos: Williams Racing