Paul Hembery, sobre los neumáticos de 2017: "Hemos visto menos degradación"

El Director de Pirelli, Paul Hembery, ha comentado que los neumáticos son menos sensibles a la temperatura por su mayor superficie de contacto, y que necesitarán más tiempo para calentarse. En una entrevista en GP Update, reconoce que el mayor problema en las pruebas ha sido no tener un coche de 2017 para probar el neumático. Cree que la gente estará "muy satisfecha con el aspecto de la próxima generación de coches de F1"

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Publicado: 02/01/2017 11:30

El gran cambio visual de la temporada 2017 de Fórmula 1, probablemente incluso mayor que el aerodinámico, será el de los neumáticos. Las gomas suministradas por la marca italiana Pirelli serán sustancialmente más anchas de lo que lo han sido en las últimas tres décadas, con el objetivo de un aspecto visual más espectacular y de aumentar el agarre mecánico de los monoplazas.

La anchura de los neumáticos delanteros aumentará desde los 245 milímetros hasta los 305, mientras que los traseros pasan de 325 a 405 mm. Las nuevas medidas se mostraron físicamente por vez primera el pasado mes de mayo, durante el Gran Premio de Mónaco, y Pirelli exhibió su gama completa en Yas Marina el pasado mes de noviembre.

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De cara a los tests de pretemporada que tendrán lugar a partir del próximo mes de febrero en el Circuit de Barcelona-Catalunya, el director de automovilismo de Pirelli, Paul Hembery, ha concedido una entrevista a GP Update, en la que desgrana las sensaciones con la que el staff de Pirelli encara este cambio, empezando por el agresivo aspecto visual que destilan los nuevos neumáticos. Hembery se muestra convencido de que los aficionados reaccionarán de forma aún más positiva cuando se vean con los monoplazas de 2017:

"Es un cambio muy visible. Hacemos neumáticos que, como todos pueden ver, son negros y redondos, pero podemos hacer muchos cambios y nadie los vería nunca. En cambio, esto, por primera vez, es una diferencia muy dramática y visible. Incluso cuando los hemos puesto en los muletos, parece lo adecuado. Hace que te des cuenta de que los neumáticos han sido quizás un poco pequeños, y supone un impacto maravilloso. Tengo que decir que, cuando la gente lo vea con el cambio en el diseño del coche de esta temporada, creo que estará muy satisfecha con el aspecto de la próxima generación de coches de Fórmula 1. Cuando se vean los paquetes aerodinámicos, y los diseños que salgan de ellos, los coches van a lucir muy bajos, anchos y muy resueltos".

Más allá del puro aspecto visual, está el del rendimiento, el más discutido cada año. Desde su entrada en la categoría en 2011, Pirelli ha estado dispuesta a asumir cualquier cambio solicitado con el objetivo de mejorar el espectáculo en las carreras, lastrado por la dureza de los anteriores Bridgestone. Estos requerimientos han cambiado con el paso de las temporadas, circuitos e incidentes, bailando entre neumáticos demasiado blandos que forzaban carreras a cuatro paradas, o gomas sólidas como piedras con las que se podía acabar la carrera sin parar en boxes.

Encontrar el equilibrio es una tarea ardua dados los distintos trazados y temperaturas, y los cambios en el reglamento deportivo al respecto (introducción del ultrablando y tres compuestos por fin de semana) parecen haber surtido efecto en cierto modo. Ahora, Pirelli trabaja para que las nuevas gomas rindan como de ellas se esperan, algo difícil dado que los tests realizados hasta la fecha se han hecho con versiones modificadas de coches de 2016, que no reflejan la carga aerodinámica a la que se someterán en 2017:

"Una cosa es que se vea bien, y otra es asegurarnos de que los neumáticos funcionen bien. Los hemos probado en los muletos, pero pierden cerca del 20% de la carga aerodinámica que van a tener. El mayor problema es no tener un coche en el que probarlos, en realidad. Tenemos que agradecer a los tres equipos que nos proveyeron de coches: se han gastado mucho dinero, y sin ello no tendríamos el cambio para la próxima temporada. Pero el trabajo de composición... Puedes crear un modelo para verificar tu diseño de composición, pero se hace con una composición basada en gran parte en un método de confirmación. Creas un modelo y tienes que verificarlo en la pista; esa es la parte que no hemos podido hacer. Conceptualmente, sabemos que estamos en la dirección correcta (...) y estamos expectantes por ver cómo van a ser los coches reales, en comparación con los datos de simulación que se han entregado. Entender qué han preparado esos equipos llenos de ingenieros increíbles para desafiarnos es el próximo momento emocionante para nosotros".

A la hora de juzgar si los neumáticos permitirán que los pilotos puedan llevar más tiempo al máximo sus máquinas en carrera, Hembery tira balones fuera, asegurando que "en eso tiene una gran influencia el coche y su manejo del neumático en términos de creación de energía, esa es la parte que queremos verificar". No obstante, ha sido más concreto a la hora de comentar algunos de los primeros detalles que el funcionamiento de los neumáticos ha dejado en sus primeras pruebas, y espera poder realizar cambios sustanciales en ellos para 2018 con más conocimiento empírico.

"Hemos visto menos degradación y menos sensibilidad térmica. Probablemente necesitemos un poco más de calentamiento para los neumáticos; la superficie más amplia distribuye el calor mucho mejor, así que reduce el estrés en el compuesto. Hay muchas variables que sólo vamos a entender cuando se empiece a correr. Dicho eso, la gran diferencia en 2017 es que podemos probar en los coches actuales. Tendremos 25 días de tests con el coche de 2017 cuando nos preparemos para 2018, y ese es el cambio fundamental que necesitamos. Cuando ves cosas a cambiar, y vamos a ver cosas inevitablemente porque es un gran cambio, te permite trabajar en esos cambios para estar listos en 2018".

Los tests de pretemporada volverán a disputarse un año más en el circuito de Montmeló, de nuevo en dos bloques de cuatro días. Con anterioridad, Pirelli había pedido trasladar estas pruebas a Bahréin para eliminar el riesgo de lluvia y tiempo invernal que en ocasiones ha afectado los tests en Barcelona, pero los equipos y la FIA descartaron esta petición por cuestiones de costes. Hembery sigue defendiendo que Bahréin habría sido más ideal, y que el viaje al circuito desértico para el Gran Premio será importante para entender los neumáticos al completo.

"Creo que hemos documentado bien que hubiésemos preferido ir a Bahréin, porque lo hicimos cuando tuvimos los nuevos motores, y tener una indicación clara de dónde estábamos antes de empezar la temporada fue muy beneficioso para nosotros. Incluso en China se suele tener mucho graining, porque la recta larga enfría los neumáticos. Probablemente será en la carrera de Bahréin donde tengamos una indicación clara, y en su test durante la temporada. Ahí tendremos una mejor oportunidad de probar compuestos diferentes".

Fuente: GP UpdateFotos: Pirelli

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