GP BahréinLa «pesadilla» de Red Bull y Gasly que preocupa al campeón del mundo

Ninguno de los dos pilotos de Red Bull fue capaz de completar las 57 vueltas del Gran Premio de Bahréin, la primera cita puntuable de la temporada 2022 que se saldó con un doblete de Ferrari que Lewis Hamilton ya previó en su desesperada predicción de rendimiento ya en pretemporada cuando confesó que su Mercedes W13 no estaba, ni mucho menos, para pelear por victorias.

Las primeras alarmas empezaron a saltar ya en la vuelta 44: Pierre Gasly, a bordo de su AT03, se convirtió en un mero pasajero al ver cómo su monoplaza se apagaba por completo en un abrir y cerrar de ojos.

No sólo eso: en cuestión de segundos, la parte trasera del coche se vio envuelta en llamas, lo que provocó la salida primero de un Virtual Safety Car y posteriormente de un coche de seguridad completo que permitió a los bomberos apagar el fuego y evitar que fuera a mayores, retirando con calma un monoplaza varado en la pista.

Fiabilidad en entredicho

En el lado del primer equipo, 10 vueltas más tarde fue cuando se inició la «peor pesadilla» de una Red Bull que sale con cero puntos de Sakhir. Después de reportar en varias ocasiones dificultad a la hora de girar el volante, Max Verstappen decía adiós también a la carrera a escasas tres vueltas del final.

El joven piloto neerlandés acusó problemas también con las baterías de su RB18, si bien el equipo desde el muro le aseguró que no eran tales, algo a lo que el #33 respondió con un enérgico «¡No!» enfurecido por la radio.

Para colmo de males, la formación con sede en Milton Keynes vio como, en apenas un par de vueltas, Sergio Pérez perdía el control de su monoplaza al intentar defenderse y mantener el podio que se le escapó a su compañero instantes antes sin éxito.

«No recuerdo la última vez que nos pasó esto, pero obviamente es tu peor pesadilla», concedió Christian Horner, quien calificó de «frustrante» lo sucedido en la primera carrera de 2022.

¿Solución a corto plazo?

Helmut Marko confirmó a la televisión alemana que el problema de Verstappen y Pérez había sido el mismo: un fallo en el sistema de combustible que había impedido que la gasolina llegase al motor, un contratiempo catastrófico. La duda ahora reside en saber si, tal y como sospecha el equipo, el volante defectuoso se debió a un error con el gato en su parada.

«Es enormemente decepcionante, no sólo perder el podio con Max, sino ver en la última vuelta cómo lo perdíamos también con 'Checo'. Lo que parecía un botín de puntos decente se evaporó en las dos últimas vueltas», prosiguió Horner.

La fiabilidad ha tirado por tierra los primeros puntos del año, a causa de un contratiempo mecánico que deberán resolver de inmediato si no quieren perder comba en el campeonato. «Tenemos que ponernos las pilas en este asunto y luchar el próximo fin de semana. Lo positivo para nosotros es que teníamos un coche muy competitivo. No creo que tuviéramos el ritmo de Charles hoy, pero hubo una gran carrera entre él y Max. Estuvimos luchando por la victoria en diferentes puntos de la carrera; es una temporada muy larga, con 23 carreras», terminó.